El verano parece ser un buen momento para trastear con las nuevas versiones de iOS y macOS, sin embargo, a pesar de las ventajas que pueda parecer que tiene probar una beta, existen riesgos importantes. Las betas son betas, y como tal tienen un sin fin de funcionalidades y características a medio acabar y por pulir, por lo que la experiencia de uso se puede ver mermada.
Ya llevamos cuatro versiones de la beta de iOS 10 y cuatro de la beta de macOS Sierra, así que muchas personas se están planteando si comienza a ser buen momento para instalarlas o si aún deberían esperar a la versión definitiva en septiembre y octubre respectivamente. Veamos las ventajas y as desventajas de cada opción:
Razones para instalar la beta de iOS 10 y macOS Sierra
Las novedades que incluyen los dos sistemas operativos: Tanto iOS 10 como macOS Sierra incluyen un sin fin de novedades que hemos estado viendo desde su lanzamiento. Estas nuevas característica si bien es cierto que llegarán a todo el público en otoño, puede que no te aguantes las ganas y quieras trastear con ellas ya mismo.
El feedback a Apple: Las betas como tal se ofrecen a los desarrolladores y al público en general para que los ingenieros de Apple puedan recibir feedback de ellas. Es decir, con los datos recolectados y la opinión de los usuarios que las prueban, ellos siguen desarrollando y corrigiendo las betas de una manera u otra. Así pues, probar las betas ayuda tanto a la empresa como al resto de usuarios.
- Funcionalidades que luego desaparecen en la versión definitiva: En algunas ocasiones Apple introduce pequeños cambios en las betas de iOS y macOS que luego desaparecen en la versión definitiva ya que no les acaba de convencer aunque a los usuarios les guste. Por ejemplo en versiones anteriores vimos cómo podíamos mover el cursor del teclado en iOS con dos dedos, posteriormente desapareció esta funcionalidad para implementarla con 3D Touch.
Razones para no instalar la beta de iOS 10 y macOS Sierra
Los errores del sistema: Las betas de cualquier software suelen estar plagadas de errores, ya que son programas y sistemas que aún no se han finalizado y en continuo desarrollo. Sobre todo las primeras betas y menos las últimas versiones, suelen tener decenas de errores que en algunas ocasiones pueden causar que no puedas utilizar más el dispositivo hasta una nueva actualización.
El alto consumo de recursos y batería: Al ser betas éstas no están correctamente optimizadas aún, por lo que no sería nada raro que una beta de iOS 10 te consuma toda la autonomía del teléfono en menos de 5 horas sin que siquiera lo estés utilizando. De la misma forma, en macOS podemos ver en ocasiones un consumo muy alto de RAM o procesador. Esto se debe simplemente a una mala optimización del sistema.
Las constantes actualizaciones: Si vas a instalar la beta de iOS 10 o macOS Sierra prepárate para estar actualizando tu iPhone, iPad o Mac cada semana a la última versión de la beta. Un proceso que al final se vuelve engorroso y pesado.
La incompatibilidad de las aplicaciones: Quizás la mayor desventaja de instalar una beta es el hecho de que muchas aplicaciones dejan de ser compatibles con la nueva versión o tienen importantes errores. Además, en este caso ya no depende de Apple sino de los desarrolladores de la propia aplicación actualizarla, por lo que pueden tardar incluso meses en hacerlo, ya que tienen muchos más usuarios en una versión estale que en una versión beta.
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