Praga tiene una arquitectura maravillosa, la cerveza está omnipresente, hay una cultura del café increíble y por variedad de gastronómica que no sea. Pero si eres lector asiduo de Applesfera, hay una razón más por la que quizás te interese visitar la ciudad, el mayor museo privado con temática Apple. Está en la capital de la República Checa, sin hacer mucho ruido y algo escondido, pero una vez conoces su existencia, es un imperdible.
Hace unos cuantos días estaba paseando tranquilamente por las calles de Praga, alejándome de la zona turística y desconectando mi mente de todo lo que tenía que ver con el trabajo y la tecnología a base de eso que en Praga cuesta menos que el agua, la cerveza. Y de repente apareció, ante mi tenía un escaparate con una manzana mordida de colores que primero asocié a una tienda de vinilos o un local de reparaciones de dispositivos electrónicos. Pero no, un 'Apple Museum' enorme indicaba el local que tenía enfrente de mis narices.
'Museo de Apple' y 'Praga', asocié los dos conceptos y de repente caí en la cuenta, en Praga se encuentra la colección privada sobre Apple más grande del mundo. Maldije unos instantes al destino por no darme un respiro, dejé la cerveza de un lado, cámara en mano y me adentré en ese local lleno de reliquias.
Un homenaje a Steve, un paseo por la historia de Apple
El Apple Museum de Praga es la mayor colección de productos de Apple que vas a encontrarte fuera de las oficinas de Apple. Pero la esencia de fondo no es esa, sino rendir tributo al mayor artífice de estos productos, Steve Jobs. A través de la visita, la presencia de Jobs es constante. Y no digo esto como algo espiritual, sino que es la temática principal del museo, con discursos del cofundador de Apple sonando de fondo, con paredes repletas de vinilos sobre él, con ropa o hasta el mismísimo sillón que utilizó para la presentación del iPad...
La visita, como en la mayoría de museos, sigue un orden cronológico para mostrarnos la historia de Apple y sus etapas a través de los distintos productos que ha adquirido el museo. Empieza con el Apple I y acaba con los últimos iPhone abordando todas las décadas de existencia de la marca. Los primeros ordenadores de la marca, la creación del logo, los Macintosh más relevantes, la etapa sin Steve Jobs en la empresa, la vuelta con NeXT, Pixar, los portátiles, los Mac Pro... No hay ordenador de Apple importante o extraño que no vayas a encontrarte.
Pero no va sólo de ordenadores, también tenemos otros productos de la empresa como los iPod, los iPhone, los iPad, todos los teclados y ratones/trackpads, las ediciones especiales, los Newton, los experimentos que no llegaron a venderse... No se dejan nada y para que no te pierdas entre tanta historia, desde el móvil puedes acceder a una guía que te indica en español u otros idiomas la descripción de cada uno de los productos expuestos.
No todo son aparatitos
Vas a acabar harto de las dos plantas del museo repletas de _gadgets_ con la manzana mordida, por muy entusiasta que seas. Pero no pasa nada, porque aún hay más cosas con las que disfrutar del lugar. Por ejemplo, en una estancia proyectan un documental sobre Steve Jobs y la historia de Apple y aparte de la visita guiada como tal, hay cosas más _light_.
El museo dispone de una cafetería propia que como no podía ser de otra manera, sirve las comidas que le gustaban a Steve Jobs: fruta, café, smothies y refrescos naturales. Este café o lo que te tomes, puedes hacerlo fuera del museo o mejor aún, en el 'McIntosh Garden', un pequeño jardín al aire libre con sitios para sentarse y –sí, lo has adivinado– manzanos. Otra opción es pasarte por la sala interactiva, donde puedes trastear con diversos iPad. En definitiva, que no tienes que ser un fanático de la marca para disfrutar del lugar durante o tras la visita.
Museo de Apple en Praga, lo que tienes que saber si vas a ir
Si vas a visitar Praga y quieres echarle un vistazo al museo ten en cuenta una serie de cosas que pueden serte de utilidad:
- El Apple Museum no es una atracción turística del calibre de otras de la ciudad, por lo que no lo vas a ver anunciado por los cuatro costados. Tampoco se encuentra en una calle principal, así que mejor si consultas la dirección en la web oficial del museo. Eso sí, se encuentra cerca del Charles Bridge, una de las cosas que vas a ver sí o sí en Praga.
- Las entradas son de lo más asequibles y variadas. Comienzan en tres euros y como máximo son nueve euros por una entrada para adulto.
- ¿No puedes ir? Hay un tour virtual en 3D que puedes hacer desde casa por tres euros.
- En el museo todo se encuentra realmente bien indicado, y como he comentado, dispondrás de una guía digital en español u otro idioma.
En definitiva, el Apple Museum de Praga es un worth it en toda regla. No tienes que ser un entusiasta de la marca para disfrutar de ello, pero si lo eres, vas a estar en un pequeño paraíso con centenas de productos originales que te trasladan directamente por todas las etapas de la empresa y de la tecnología en general. Y bueno, podrás beber el agua de la vida, que obviamente tiene sabor a manzana, siempre manzana.
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