Cuando hayáis leído el título de esta entrada, puede que no os hayáis hecho a la idea del mosqueo que tengo. Si tenéis un cargador con unos cuantos añitos, pero que hasta hace nada funcionaba con todos los iPod "con dock", y que utilizaba un cable firewire, ya podéis ir pensando en reciclarlo, pasar por caja y compraros otro. Tengo ese cargador desde hace un montón de tiempo, en concreto desde que compré el iPod 3G de 40 Gigas, que sigue funcionando por cierto como un auténtico campeón. Por el cargador han pasado unos cuantos gadgets de Apple, sin importarles la condición del cable, y siempre funcionando sin queja alguna. Y cargando también el iPhone Edge, faltaría más.
Ahora que tengo un iPhone 3G, me llevo la sorpresa de que el mismo no es que no cargue con dicho adaptador, sino que además parece que se burla con sorna de que, pese a que sabe que le hemos conectado un cargador, no va a cargar. Y digo yo, ¿No se ha pasado Apple un poquito con esta medida? Vale que por motivos de diseño, el dock del iPhone Edge no valga para el iPhone 3G, aunque seguro que a alguno le ha levantado alguna ampolla que otra (y con razón). Por cierto, que con alguna modificación y maña, es posible lijar el mismo y que sirva para el nuevo iPhone.
Pero volvamos a la fuente de mi enfado y "alma mater" de esta entrada. Un cable de corriente, que sigue suministrando la misma intensidad y tensión, sea un iPod o un iPhone, no valga para cargar este último teniendo el mismo conector, pues como que no me hace ni pizca de gracia.
Teniendo en cuenta que Edge, el GPS y demás aditamentos del iPhone 3G consumen bastante batería, tendré que resignarme y comprar otro cargador para el coche. Eso sí, pataleando que es gerundio.
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