"No es un terrorista, es Steve Jobs", ese es el mensaje del último grafiti del artista anónimo Banksy en el campo de refugiados de Calais en Francia. Su título, El hijo de un inmigrante sirio, nos recuerda a todos que el padre del cofundador de Apple no fue otro que Abdulfattah Jandali, un inmigrante sirio de Homs que se vio obligado a escapar a Estados Unidos en 1954 a causa de la situación política en Beirut, donde cursaba sus estudios universitarios.
Fue allí, en Wisconsin, donde Jandali conoció a Joanne Carole Schieble, la madre de Jobs, una estadounidense de ascendencia suiza y alemana que pronto quedó embarazada. El padre de Joanne prohibió a la pareja casarse y Jandali dejó a Joanne días antes del nacimiento de su hijo en 1956.
Apple es la compañía más rentable del mundo y paga 7,000 millones de dólares en impuestos y solo existe porque ellos permitieron entrar a un joven proveniente de Homs
Joanne no estaba preparada para ello, así que dio al recién nacido en adopción a una pareja de clase media, Paul Jobs y Clara Hagopian, con la única condición de que le garantizasen que su hijo llegaría a ir a la universidad. Unos pocos meses después, Jandali regresó a la vida de Joanne y encontraron las fuerzas para enfrentarse a su padre, casándose finalmente contra todo pronóstico. Un año después tuvieron una nueva hija, Mona.
La historia continua por supuesto, pero volviendo a Banksy, es difícil negar la realidad que Jobs, el padre del iPhone y uno de los impulsores de la informática personal, no habría ni tan siquiera nacido si su padre biológico no hubiese sido recibido como lo hizo. El artista británico, señala en un comunicado: "Apple es la compañía más rentable del mundo y paga 7,000 millones de dólares en impuestos y solo existe porque ellos permitieron entrar a un joven proveniente de Homs".
Sitio oficial | Bansky
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