Los resultados financieros de Apple presentados ayer han sido... interesantes. Había muchísima expectación debido a que durante el año fiscal 2016 la compañía había dejado de crecer, caía y el discurso optimista de la compañía fue puesto en duda más que nunca. Por fin, los que dudaban del crecimiento de Apple tenían datos reales para apoyar sus argumentos.
Esta situación, unida a la desaparición del jack en el iPhone 7 aumentó las dudas en torno a la vuelta a la senda del crecimiento de Apple. Algunos medios norteamericanos llegaron a calificarla como "una decisión estúpida y hostil hacia el usuario". Algo que debería haber provocado el rechazo de los clientes de Apple. No ha sido así.
"Los clientes votarán con sus carteras"
Lo que me encanta del mercado de consumo, algo que siempre he odiado del mercado corporativo, es que cuando lanzamos un producto intentamos comunicárselo a todo el mundo, y cada persona vota por sí misma. Dicen "sí" o "no" y si suficientes dicen que sí, entonces podemos volver a ir al trabajo al día siguiente. Así es como funciona. Es muy simple. El mercado corporativo, no es tan simple. La gente que utiliza el producto no son los que deciden por sí mismas y la gente que toma las decisiones a veces están confundidos. Nos encanta intentar hacer los mejores productos del mundo para la gente y que sean ellos mismos quienes voten con sus carteras si vamos por el buen camino o no - Steve Jobs.
Jobs pronunció estas frases durante la conferencia D8 de la ya desaparecida conferencia de All Things Digital. Son unas frases que resumen a la perfección lo que hace Apple y en lo que creen. Si hacen un buen producto, los clientes abrirán sus carteras y venderán mucho. Pero si no consiguen hacer un buen producto, esas carteras permanecerán cerradas.
Ya está. Sin intermediarios. Sin que los encargados de IT de una empresa intervengan. Sin importar lo que opinemos analistas, periodistas, apasionados de la tecnología. Nuestra opinión no cuenta, sólo vale la del usuario y cliente final. Ellos son quienes deciden cuándo un producto se ajusta a lo que quieren y buscan.
El resto no importa(mos).
El iPhone 7 y el adiós al jack de audio
Hemos hablado otras veces de la tecnología e historia detrás del conector de audio de 3,5mm. Un conector que en términos tecnológicos es un auténtico fósil con más de un siglo de antigüedad. Un tiempo que solo es superado por su amplísima expansión en todo tipo de productos.
El iPhone 7 no fue el primer smartphone en eliminar este conector. Pero sí que fue el primer smartphone que se vende en varias decenas de millones de unidades en hacerlo. Es decir, que cuando se elimina algo como el jack tiene un impacto significativo en el mercado.
Y los clientes han votado con sus carteras. Los ingresos del iPhone en el primer trimestre fiscal de 2017 ha crecido un 5,3% con respecto al mismo periodo del año anterior. El número de unidades vendidas también ha aumentado un 4,7% con respecto al año pasado. No es un nivel de crecimiento a la altura del que hemos visto en otras ocasiones, pero teniendo en cuenta las caídas durante el anterior año fiscal, estamos ante una buena noticia.
Con la eliminación del jack de audio del iPhone, Apple había hecho una apuesta. Una para la que se requería cierto "coraje", como dijo Phil Schiller en su momento. Coraje para hacerlo y soportar las numerosísimas críticas a la dirección y a la compañía en su conjunto. Pero sabiendo que en último término beneficiaría a los usuarios.
Lo cierto es que la tecnología no podría avanzar sin romper con el pasado. Como dice el refrán, "no se puede hacer una tortilla sin romper los huevos". Apple, como cualquier otra compañía, tiene sus problemas. Pero la eliminación del jack no es uno de ellos. Y los clientes así lo han decidido.
En Applesfera | Sin jack de auriculares: ¿Apple tenía razón?
Ver 91 comentarios