"Voy a obligar a Apple a fabricar sus malditos ordenadores en EEUU" fue una frase que debió hacer saltar las alarmas en Cupertino. Donald Trump la hizo a comienzos de este año y en plenas primarias del partido Republicano de EEUU. Ahora que se ha convertido en el nuevo presidente de EEUU, retomamos esta frase para darle un nuevo significado.
Trump no ha confirmado nada concreto acerca de sus intenciones de traer trabajos externalizados de vuelta a su país. Vamos a echarle un vistazo a lo que podría suceder en los próximos meses cuando dé inicio la cuadragésima quinta presidencia de EEUU.
¿Qué significa traer los trabajos de vuelta a EEUU?

La fabricación de un producto no se reduce a una única empresa, un par de proveedores y dos o tres empresas de logística. En el caso de Apple, hay involucrados alrededor de 700 empresas en todo el mundo. Y eso son solo proveedores. Como puede verse en el mapa superior publicado en la web de Apple, el grueso de empresas están localizadas en China (346), Japón (126), EEUU (69) y Taiwan (41).
Pero también hay presencia en países como Francia, Alemania, Brasil, Singapur, Malasia o Marruecos. Como nota curiosa, no hay ninguno en España pero sí en países de nuestro entorno. Los componentes fabricados en estos países varían desde el chip A10 de los últimos iPhone o la memoria RAM hasta el cuero de las correas del Apple Watch o el suelo de las Apple Store, que proviene de Italia.
Como es lógico, cada uno de estos proveedores tendrá su propia cadena de suministros que provendrá de distintos países. El resultado es una auténtica tela de araña que conecta centenares de empresas de decenas de países diferentes. Por tanto, cabe preguntarse a qué se refiere Donald J. Trump cuando dice que quiere obligar a fabricar sus ordenadores en EEUU.

Es muy probable que se refiera al ensamblado final del producto, algo que puede hacer que en los productos de Apple ponga no solo "Diseñado en California" sino "Ensamblado en EEUU" también. Tal como sucede con el Mac Pro. También podemos decir que Trump no se refiere solo a los ordenadores sino a todos los productos que hace Apple. Ya que podríamos argumentar que ordenador es una palabra más amplia ahora que antes e involucra a cualquier cosa que tenga pantalla y un procesador.
De modo que la intención de Trump sería traer las plantas de ensamblado final a Estados Unidos. En la actualidad y como hacen numerosas empresas, hay proveedores que suelen ponerse lo más cerca posible de la planta a la que envían sus componentes. Así que, traer las plantas de ensamblaje final implica que decenas de proveedores también tendrían que moverse. Lo cual es un bonus para la idea de Trump: más trabajos para EEUU.

Al contrario de lo que se piensa, no todas las plantas de Foxconn y Pegatron (principales ensambladores de Apple) están en China. Hon Hai Precision Industry Company, nombre oficial de Foxconn, posee plantas en China, Taiwan, Brasil, Europa, la India, Japón, Malasia, México, Corea del Sur y la propia EEUU. Aunque no todas fabrican productos para Apple, sí que lo hace en al menos China, Taiwan, Brasil y la India (en este último se están negociando).
Al menos Foxconn estaría estudiando esta posibilidad. Para seguir con el plan de Trump, Foxconn tendría que cerrar fábricas en otros países, trasladar equipamiento y parte del personal a EEUU. Cosa que no sentaría bien a los países en los que esto suceda. Hay cientos de miles de trabajadores en sus plantas actualmente.
La zanahoria para Apple

Como dicen en la serie Suits, nunca firmes algo sin obtener algo a cambio. Imaginémonos por unos instantes la negociación entre Apple y la administración Trump. El nuevo ejecutivo posee algo que desde Cupertino y otras multinacionales norteamericanas como Google o Microsoft llevan demandando varios años: unas "vacaciones fiscales".
Las multinacionales, al hacer negocio fuera de su país, generan millones de dólares que no pueden repatriar a EEUU sin que la administración les cobre una cantidad que consideran excesiva. En la actualidad, este porcentaje es del 35% sobre unos beneficios que ya han pagado impuestos en sus correspondientes países, polémicas con la UE aparte.
Varias compañías multinacionales llevan negociando con EEUU la reducción de este porcentaje, una medida para la que Trump estuvo de acuerdo durante su campaña. De hacerlo, eso traería millones de dólares a las arcas de los bancos de su país, así como del gobierno federal en forma de impuestos.
Según Luca Maestri, CFO de Apple, de los más de 200.000 millones de dólares que su compañía tiene en efectivo y otros valores líquidos, alrededor del 90% está fuera de EEUU. De aprobarse esta medida, Trump habría abierto la puerta a todo ese dinero "atrapado" y devolvería el golpe fiscal que desde la UE quieren dar a las empresas estadounidenses.
La letra pequeña

En todo este asunto de traer los trabajos de vuelta a EEUU hay que hacer una distinción clara. Esos trabajos nunca estuvieron en el país, al menos en el caso de Apple. Desde hace años, la fabricación final se trasladó a China y otros países debido al coste de la mano de obra y otras razones. Y cuando Apple comenzó a fabricar el iPod, iPhone y iPad, los trabajos se crearon en esos países, no en EEUU.
Durante una cena hace varios años, Barack Obama preguntó a Steve Jobs hace años qué haría falta para que Apple trajera esos trabajos a EEUU. Jobs contestó que esos trabajos nunca podrían venir a su país. No se trata solo de que la mano de obra sea más barata, que lo es. Hay otras variables más importantes en juego.
La enorme escala necesaria para fabricar un producto que vende 200 millones de unidades sólo cada año, como el iPhone. La flexibilidad de las empresas y los gobiernos extranjeros. La calidad y habilidades de la mano de obra así como su rápida movilización. Todo ello son razones de que Apple, Google, Microsoft y otras compañías fabriquen sus productos en países como China o Taiwan.

Como suele decirse, en China puedes chascar los dedos y tener a 10.000 ingenieros listos para fabricar tu producto. Eso, en cualquier otro país, es impensable. Ni siquiera en EEUU. Si la administración Trump insistiera con la creación de empleo en suelo americano, el traslado no sería 1 a 1. Es decir, quitar 10.000 trabajos en China no se traduciría en otros 10.000 en EEUU.
El año pasado vimos cómo Foxconn sustituía a 60.000 trabajadores suyos por robots. Son más rápidos y funcionan 24 horas si hace falta. Pero invertir en ellos es caro, por lo que se hace necesario amortizarlos en el tiempo. De esos 10.000 trabajadores que mencionábamos en el ejemplo, solo una porción de ellos llegaría a Estados Unidos. El resto de trabajos se realizaría por máquinas.
El resultado: aranceles, impuestos y productos caros para todos

Todos queremos pagar menos por los productos que compramos. Esa es la razón de que muchas veces recurramos a Amazon para comprar los regalos de Navidad en vez ir a la juguetería de la esquina. O que compremos la fruta en un supermercado y no en la frutería de al lado. O que muchos elijan utilizar Uber y Blablacar como medio de transporte.
Cada una de esas decisiones de compra tiene consecuencias. Elegir un mismo producto en un sitio u otro implica premiar a unos y no a otros con nuestro dinero. Y ahí está la raíz del problema que intenta solucionar Donald Trump. Un debate que de forma inevitable se vuelve político.
Si Apple consiguiera convencer a sus principales ensambladores y correspondientes proveedores de traer sus plantas a EEUU, el resultado más probable es que los precios de sus productos subirían. Algo que no es para nada positivo si tenemos en cuenta que ya se mueven en el segmento premium.

Sin duda, Apple podría amortiguar parte de la subida sacrificando sus márgenes. Pero subirían de todas formas y eso afectaría a la demanda de sus productos. Y a su vez, de nuevo a los márgenes. Cualquier compañía necesita generar beneficios para poder seguir funcionando e investigando. De lo contrario corre el riesgo de que su valor decaiga en bolsa y sea adquirida o, peor aún, acabe quebrando.
En cuanto a la medida de Trump, ésta no sucede en el vacío. No hay ceteris paribus. En cuanto implementara sus políticas de repatriación de trabajos, otros países como China, Brasil o la UE actuarían de forma similar. Los tratados de libre comercio se volverían papel mojado, aparecerían aranceles en las importaciones y exportaciones así como diversos impuestos para fomentar o desmotivar la actividad económica.
Este tipo de medidas acabarían incrementando el precio de todo tipo de productos importados. Desde electrónica a automóviles, electrodomésticos, ropa y comida. ¿Es eso lo que quiere Donald Trump?
En Applesfera | Foxconn ya ha reemplazado a más de 60.000 trabajadores por robots para fabricar los futuros iPhone.
Imágenes | Michael Vadon, Gage Skidmore, Kārlis Dambrāns, Yanki01, Magnus Jonasson, Maurizio Pesce, Flazingo Photos.
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40 comentarios
esloquetoca
Apple cerró 2015 con un beneficio de 48.800 millones de euros. Repito, 48.800 millones de euros.
Si fabrica en su país, el resultado es un producto más caro. Si no lo hace, paga aranceles, el resultado sigue siendo el mismo, un producto más caro.
Ahora, o bien sigue con los precios ya abultados y recorta beneficios de esos 48.800 millones, o sube de precio los productos, bajan las ventas, y recorta beneficios de los 48.000 millones de euros.
Espero que escoja en ambos casos la opción 1, fabricar en su país, creando puestos de trabajo dignos, y que recorte esa animalada de beneficios, con tal de que los compradores podamos seguir accediendo a sus productos
adrianara32
Me parece que haces un análisis trememdamente fascista de la situación.
Cuando apple saca un beneficio desmesurado de casa uno de sus productos y se plantea una situación como esta, ¿porque una opción no es simplemente asumir que donde antes ganabas 500 ahora vas a ganar 300?
No, la visión del opresor es simpre la misma, yo mantengo mi beneficio por mis cojones y la diferencia que la pague otro, en este caso el consumidor.
sybeliux
De comedia lo que hacen los "críticos" de este foro.
Frotándose las manos porque las acciones de Apple se desplomen.
Tanto es el odio que le tienen a Apple que se vuelcan a apoyar a Trump. Sin detenerse a pensar que toda la industria tecnológica se vería afectada.
Estaba hablando el embajador de Corea del Sur en México por la radio, y se oía muy preocupado. Pues Samsung, LG y KIA pueden quedar muy mal paradas en todo esto.
Apple se puede dar el lujo de perder 4 años. Muchas otras empresas no.
natxohernandez
Solo por usar la palabra "malditos" ya lo enviaba a la mierda.
pastoreo
Un análisis penoso y sesgado, China no puede parar de fabricar porque se hunde, así que todo seguiría igual.
98979
Es perfectamente posible hacer que todo funcione igual que hasta ahora con una sencilla operacion: desplazar la sede de la empresa a otro pais, que incluso podria ser un paraiso fiscal. Se mantienen las infraestructuras tal cual, pero siendo una empresa extranjera. No se si en EEUU hay algun tipo de subvencion para las empresas extranjeras que creen puestos de trabajo allí, pero incluso podrian salir beneficiados.
stan_kunstmann
A ver, de las barbaridades que Trump ha dicho en campaña electoral no hay que preocuparse porque el objetivo está cumplido: ganar las elecciones. A partir de ahora va a ser otro Trump y tendrá que hacer lo que se le diga. O es que acaso alguien cree que el presidente de EEUU puede decidir a la ligera sobre el futuro de una empresa emblema del país como Apple?
boole
Las lleváis claras si pensáis que si fabrican en EEUU van a bajar los precios...
dpotions
Si Trump continúa con su idea loca de traer la fabricación de los productos de Apple a EEUU, lo que va a lograr es que en los iPhone diga "Diseñado en Tijuana por gente de California. Fabricado en China".
Para Apple es más fácil llevar su cuartel general a Canada, Mexico o Irlanda, que traer las fábricación a EEUU. Lo se por experiencia. Trabajo en una empresa informática israelí - ecuatoriana. La parte tecnológica de la empresa (servidores, conexiones de red al mundo, soporte informático y firewalls) está en Houston, EEUU. Nuestros productos se fabrican en China. Acá solo hay escritorios, laptops y por su puesto ingenieros. Debido al tipo de gobierno que tenemos en Ecuador, que es como el de Venezuela pero menos radical, cualquier momento nos podríamos ver obligados a ir para algún país vecino. Y eso viéndolo de una forma simplista consistiría en alquilar una oficina, e ir para allá.
krisnova
Creo que solo serán productos de Gama Alta. Esto para proteger la propiedad intelectual y generar empleos.
Los productos de gama baja serán los que salgan a ser ensamblados fuera de EUA.
Altos precios para los que quieran lo ultimo de Apple, Tesla, Intel, etc...
boole
Como decimos en España: disfruten de lo votado