La WWDC es el corazón de Apple, el eje transversal que ha conectado todos los puntos en la historia de la compañía y que nos sitúa en la rampa de despegue hacia el futuro. Si pudiéramos medir las pulsaciones, cada latido que nace desde esta conferencia es la que se ramifica hacia cada presentación, producto o desarrollo nuevo del resto del año, hasta la siguiente WWDC. En los últimos años ha sido además un evento mediático, desde que Steve Jobs tomó las riendas en 1997 de lo que otrora era un barco a la deriva, que enderezó a golpe de timón.
Pero esta conferencia es mucho más antigua. Tanto, que aún hay dudas de cuando comenzó exactamente: unos la datan en 1983 - previo al lanzamiento del Macintosh - una fecha en la que probablemente se celebrara un evento interno de la compañía, más que un punto de conexión con usuarios. El inicio “oficial” - conocido - empieza en 1988 como un intento de compartir las novedades de la compañía.
Fue un evento pequeño, que a menudo se confunde con “The NeXT Day”, la competencia, la NeXT fundada por Steve Jobs donde se explicaba a los desarrolladores interesados en programar para NeXT las bondades de la programación orientada a objetos y su nueva arquitectura interna. Este evento se celebró en el Hilton de San Francisco, a una hora de la ciudad de San José, donde comienza - y acaba - nuestra historia.
San José y el punto de partida
Esta importante ciudad de California, es el centro económico, cultural y político de Sillicon Valley y se erige como la “capital” del popular valle del enclave de tecnología más famoso del mundo. Es también una ciudad carísima para vivir - la quinta ciudad más cara para vivir del mundo, y es también la “base alfa” de muchas compañías tecnológicas como Adobe o Cisco. Fue la ciudad elegida para celebrar las quince primeras WWDC, y todas se celebraron en un mismo lugar: el San Jose Convention Center, o como se le conoce formalmente “San Jose McEnery Convention Center”, homenajeando a un antiguo alcalde de la ciudad. La entrada cuenta con un mosaico de Lin Utzon, un diseñador danés que interpretó en su imagen una bandada de aves en vuelo como guiño al carácter innovador que se respiraba en el valle.
San José se quedaba pequeño y las grandes tecnológicas empezaron a celebrar sus eventos en San Francisco
Y sin embargo, aquel centro de conferencias se quedó pequeño: los tiempos cambiaban y la ciudad de moda era San Francisco, que con centros como el famosísimo Moscone Center podían albergar a muchas más personas - sin contar con el efecto mediático de la famosa metrópolis del Golden Gate. Apple fue una de ellas y la de 2002 fue la última WWDC que celebraron allí. Seguro que os acordáis: Steve Jobs enterraba - con funeral incluido - a Mac OS 9. Si tuviéramos que pensar mal, en el destino, o en las no-coincidencias: ¿es posible que veamos mañana a Tim Cook defenestrando macOS “X” como guiño - aunque realmente esa X ya no aparezca por ningún lado y ahora sea sólo “versión 10” - en pro de un nuevo sistema operativo para Mac, el auténtico XI - perdón - “versión 11”?
Durante todos estos años, el McEnery se ha ido ampliando. En 2005, después de una inversión millonaria, se amplió en 7400 m2, y en 2013 se volvió a ampliar 11600 m2 más, consiguiendo más espacio para convenciones pero también instalaciones para albergar a 5000 personas. Apple nunca ha dado números exactos de los asistentes a su conferencia, pero rondan precisamente esta cifra. La ciudad, sin embargo, es mucho más importante con una cantidad de asistentes: es la suma de las experiencias de un momento y un lugar que durante años han liderado el cambio tecnológico del mundo.
Sillicon Valley está en la historia de la tecnología como el punto de partida de las grandes revoluciones: y en San José, han ocurrido muchas
La conexión entre mentes e intereses afines es el auténtico motor de la innovación: es la conjugación de talento, actitud y conocimientos la que consigue reacciones en cadena, y por aquel lugar ya hemos vivido unas cuantas. La celebración de la LinuxWorld, ACM/IEEE Supercomputing Conference o actualmente la Facebook F8 (este mismo año). Una de las emblemáticas es la West Coast Computer Faire, por ejemplo, el primer gran evento sobre informática del mundo - algunos se refieren a su primera edición en 1977 como el auténtico nacimiento del ordenador personal. La segunda convocatoria, que tuvo lugar en San José, disputó la primera partida del mundo de ajedrez controlado por micro-ordenador - que por cierto ganó el software “Sargon”. Imaginad la época, en la que los ordenadores que cabían en un armario se llamaban “micro-ordenadores”, ya que los “normales” ocupaban habitaciones enteras. De eso hace treinta años, cuantas locuras se han materializado desde entonces.
La constante
Como quien entra en casa y se la encuentra desvalijada, una de las mejores keynotes de la historia de Apple probablemente no sea ninguna de las que estáis pensando. En la WWDC 1997, el CEO de la época, Gil Amelio se encargó de ella, y la convirtió en otra de sus aburridas presentaciones, tan olvidable, que ni siquiera podemos encontrarla por Internet hoy. Excepto la parte final, conducida por el nuevo “asesor” de la compañía: el mismísimo Steve Jobs, un Jobs de puños cerrados y pocas ganas de entender las decisiones que estaban arruinando algo que él había creado.
Y presentó la nueva estrategia de la compañía: que él mismo la resumía en “centrarnos consiste en decir que NO”. Desechar todos los experimentos y alucinaciones varias de una Apple post-Jobs que confundía innovación con diluir el talento entre productos que no tenían mercado ni conectaban con los usuarios. Jobs resumió en una conversación en la que incluso hubo preguntas del público las bases del cambio que han definido a Apple hasta hoy. Puro ADN de la compañía.
Brendan Shanks publicó el jueves uno de los artículos más bonitos sobre la WWDC que he leído últimamente: su experiencia en la conferencia del 97. No es sólo interesante por el texto, además en el mismo artículo podréis incluso encontrar los PDFs con todas las presentaciones de la conferencia: indispensable leerlo para entender lo importante de estas conferencias y por qué siempre han sido el evento Apple del año. Desde el abandono de la compañía por las MacWorld en Enero, las WWDC es el único punto seguro del año de conexión con Apple: podemos predecir con cierta exactitud las keynotes de Septiembre, o alguna otra, pero ninguna es 100% tan cierta como la conferencia de desarrolladores anual.
Podríamos decir que es la auténtica línea de la vida de Apple, la única constante en una ecuación que cambia y evoluciona. Hemos vivido la época “Mac OS X”, con años donde sólo hemos visto informes de avance del futuro sistema operativo, que tardó varios años en afinarse, hasta 2002. 2003 supuso un punto de inflexión con la llegada del amado PowerMac G5, y el lanzamiento de Safari, iPhoto, iMovie y el primer modelo de la cámara iSight. Esta edición estuvo a punto de celebrarse en San José, pero fue replanificada al Moscone en las últimas semanas, donde se quedaría definitivamente hasta hoy.
En 2005 fue verdad. Un “it’s true” en aquella enorme pantalla y Jobs nos contaba que se acabó la era PowerPC - como anteriormente acabó la era Motorola - y que los Macs del futuro montarían procesadores Intel. Esta decisión sacudió al mundo Apple de la época, y recuerdo que se vivió cierta tensión entre los desarrolladores que no sabían muy bien que esperarse. Para mitigar esa sensación, Jobs se sacó otro nuevo truco de magia de nombre Rosetta, un software invisible que permitía utilizar binarios compilados en las dos arquitecturas para que la transición fuera indistinguible al usuario.
En 2007 llegó el iPhone, y las entradas para la WWDC08 se vendieron al completo por el interés en el nuevo kit de desarrollo nativo
Para el 2008 el evento se convirtió en masivo. En 2007 llegó el iPhone dispuesto a cambiarlo todo y el anuncio del kit de desarrollo movió un interés de la gente que superó las expectativas de la propia compañía: fue la primera conferencia que vendió todas las entradas, obligando a partir de ese año a sortear la venta porque era imposible hacer frente a toda la demanda. Y cada año ha sido mayor que el anterior.
La última vez que Apple presentó hardware en una WWDC fue en 2013 - con la llegada del rediseñado Mac Pro y las nuevas AirPort Extreme y Time Capsule. Es un evento pensado exclusivamente para enseñar a los desarrolladores las novedades de los siguientes sistemas operativos, pero hemos llegado a un punto en que prácticamente todo tiene “sistema operativo”. Nuestro Apple TV, nuestro reloj… Por lo que no empieza a ser descabellado que se presente hardware a la par que el software con el objetivo de enseñar el producto completo y no dejar nada “para después”, algo que este año puede suceder con los nuevos iPads, MacBooks o ese altavoz para Siri.
La ciudad de la WWDC
Tal y como comentaba Gruber en Daring Fireball, Schiller toma esta iniciativa como una lógica decisión ya que el lugar está a veinte minutos en coche desde las instalaciones de Apple en Cupertino, lo que permitirá que muchos más ingenieros de la compañía puedan estar con los desarrolladores durante la semana del evento, sin necesidad de perder tiempo en los desplazamientos.
Los eventos de la WWDC17 irán más allá del McEnery, haciendo partícipe a la ciudad San José en ellos
Sin embargo, el regreso de Apple a San José no es para volver sólo al McEnery, sino para convertir a la ciudad al completo en el propio evento. Para un centro de convenciones como el Moscone, el WWDC es de las conferencias más pequeñas que albergan - 5000 personas, contra las 60000 del Oracle OpenWorld o las 170000 de la Dreamforce de Salesforce, como comentaba también el propio Gruber. En San José, Apple también ha comenzado a trabajar con el actual alcalde para preparar eventos externos al WWDC - es sorprendente también comprobar la cantidad de gente que viaja a la conferencia sin entrada, para asistir a la AltConf (que este año también es en San José) o para contactar con gente que vivirá en la ciudad unos días. Esto es la WWDC, en su pura esencia: un lugar de conexión entre la fuerza de desarrollo del ecosistema de Apple, que combina distintas pasiones, perspectivas e ideas. Nunca el lema ha sido tan apropiado como el de este año: “La tecnología por si misma, no es suficiente”.
Por muchos motivos, la WWDC que comienza mañana es especial. El evento se promete espectacular por el calibre de lo que se puede presentar - tanto en hardware, como en software - y por el mapa de ruta que se abre ante los aficionados y profesionales a la marca, para los próximos años. Schiller calificó la decisión de volver a San José como de tener la sensación de estar volviendo a casa, quizás en muchos sentidos. Por mi parte, estoy deseando encontrarme a Siri y el resto de novedades en ella.
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