El púbico de la WWDC a lo largo de los años refleja cómo evoluciona el interés por el desarrollo de aplicaciones. Hace una década la gran mayoría de los asistentes al evento eran hombres de mediana edad, y ahora a Tim Cook siempre le gusta señalar a aquellos que representan una nueva generación de programadores.
Y este año vale la pena señalar los dos extremos: el asistente más joven tiene 10 años y la más mayor tiene 82. Tiene los detalles Fortune, empezando por la jovencíasima Yuma Soerianto que viene de la ciudad australiana de Melbourne. Todo un viaje para alguien de su edad.
Diez años de edad y cuatro escribiendo código
Yuma (en la foto con Tim Cook), de la que también hablan en el Sydney Morning Herald, ha sido uno de las afortunados en ganar una de las becas que sorteaba Apple para poder asistir a la WWDC. Ha desarrollado un juego para iPhone llamado Let's Stack, aunque más sorprende que a los seis años ya estaba creando sus propias páginas web.
Yuma también ha creado otras aplicaciones como una enciclopedia para catalogar Pokémon, una calculadora y una app del tiempo en la que un pato te indica cómo hay que vestirse. Con 10 años, todo un currículum. La guinda la pone el que la chiquilla se ha entretenido durante el viaje creando otra aplicación para calcular los impuestos de cualquier artículo que se venda.
Masako Wakamiya, defendiendo la tercera edad en el mundo de las aplicaciones
Y de los 10 pasamos a los 82. Masako Wakamiya ha tenido que pegarse un viaje de veinte horas desde Japón hasta San Jose. Su historia es tan simple como fantástica: estaba harta de ver cómo todas las aplicaciones móviles estaban enfocadas al público joven y se puso manos a la obra con una aplicación que contaba la tradición del Hinamatsuri (en la que se celebra la salud y bienestar de las mujeres japonesas).
En el programa se narra y describe cómo se celebra esa tradición, a un ritmo pausado para que cualquier persona de edad avanzada pueda seguir la lectura. Masako también ha sido una de las seleccionadas por Apple para poder atender gratuitamente a la WWDC 2017 gracias a una de las becas sorteadas.
No es algo nuevo que cada vez más y más gente abrace la creación de código. Cada vez vamos a necesitar más y más desarrolladores. Pero que el margen de edad del público a un evento para programadores sea ya de 72 años es ya de por sí una de las mejores noticias de esta WWDC.
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