Estos de iFixit no paran. Hoy se ha lanzado el iPad mini y claro, había que coger el tablet y desmontar todas sus entrañas para poder ver qué ejercicio de ingeniería han hecho los expertos de Cupertino para poder meter lo que habían ideado para un terminal de diez pulgadas en uno de siete. Y por lo que parece no les ha salido nada mal
Los esfuerzos para desmontar el iPad mini han sido los de costumbre: Apple no lo pone nada fácil para que una persona que no sea experta desmonte el dispositivo. Adhesivo que calentar, tornillos ocultos que encontrar… los chicos de iFixit han tenido que luchar, de hecho, contra los tornillos más pequeños que han visto nunca en un dispositivo de Apple. La buena noticia es que el sensor táctil y la pantalla son componentes separados, con lo que se puede reparar “fácilmente”. Notad las comillas, porque iFixit le da una reparabilidad de 2 sobre 10 al iPad mini. La batería tampoco está soldada, y gracias al espacio que se ahorra con el conector Lightning el terminal cuenta con altavoces estéreo.
La conclusión que se saca cuando ves todas las piezas del iPad desperdigadas en una mesa es, sencillamente, que el iPad mini es un iPad 2 en miniatura. Literalmente. Todos sus componentes son una versión miniaturizada del original, incluso el A5 y los 512 MB de memoria RAM. Y eso tiene que haber costado un buen tiempo de trabajo por parte de los equipos de ingenieros en Apple. Por cierto: parece que el panel del iPad mini sigue fabricándose desde Samsung.
Una última curiosidad a modo de vídeo: el sensor multitáctil funcionando separado de la pantalla. No es una cosa que se ve todos los días:
Vía | iFixit
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