Una diferencia que se ha encontrado recientemente al nuevo modelo de iPhone 3G con respecto a su predecesor es el rango de colores que ofrece la pantalla, parece que se ha ajustado a un rango de color más cálido, vamos que en comparación y llevándolo al extremo diríamos que "amarillea", es decir que el color que transmite es menos brillante que el modelo EDGE. A la izquierda se encuentra en iPhone 3G y a la derecha está el modelo anterior para que os hagáis una idea, las fotos son de Mat Honan.
En Macworld han hablado con Bob Borchers, director de marketing y según dijo, no se trata de un error, es una cuestión de diseño y de un nuevo ajuste para adaptar la gama de colores de la pantalla. En concreto, el dato técnico es que el nuevo iPhone tiene una temperatura de color de entre 6.800 y 7.300 K mientras que el de primera generación estaba sobre los 8.300 K.
De hecho estas variaciones de color existen en otros ámbitos, como pasa con los monitores LCD por ejemplo y tampoco es dramático el paso de uno a otro, con lo que no conviene crear alarma: se trata de una variación sin más, algo curioso que quizás se planteen incluir la posibilidad de variarlo en una actualización posterior.
En la entrada extendida tenéis otra foto (me la pasa Miguel) que compara un iPod touch con un iPhone 3G con el brillo a tope... como podéis ver sí que se nota una sutil diferencia, pero nada del otro mundo.
Actualización: en AppleInsider aseguran que en la nueva actualización de firmware, la 5A347, ese tinte amarillo desaparece, corrigiendo los tonos por otros algo más neutros.
Para los poco observadores, el iPhone 3G de Miguel es el de la izquierda (más que nada porque pone "movistar").
Vía | Appleweblog ES | MacWorld Imagen | Mat Honan (flickr)
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