Apenas acabamos de recibir el primer iPhone con pantalla OLED de la historia, pero ya tenemos que hablar del futuro. Un rumor nos indica que en Cupertino ya están haciendo pruebas con las pantallas microLED, una tecnología que está llamada a reemplazar tanto las pantallas LCD como las OLED actuales a largo plazo.
La fuente, DigiTimes, da datos negativos y positivos. Por una parte dice que Apple ha reducido la cantidad de personas dedicadas a investigar esta nueva tecnología, pero por otra parte bien podría ser porque simplemente se ha terminado con una fase de esas pruebas y ahora necesitan a otros expertos. Pero la pregunta ahora es: ¿por qué Apple se pone con las pantallas microLED cuando en teoría justo estamos entrando en la era de las OLED?
microLED: miniaturizando lo que ya se puede hacer ahora
Vayamos por partes y comencemos recordando la diferencia entre las pantallas LCD tradicionales y las OLED. A grandes rasgos, las LCD necesitan una retroiluminación mientras que cada punto de las pantallas OLED se ilumina de forma independiente. Eso hace que las pantallas OLED tengan más contraste, sean más delgadas y consuman menos energía.
Eso no significa que las pantallas OLED sean el santo grial, también tienen sus inconvenientes. Estos paneles son más caros de producir, y sufren de defectos como el llamado burn-in: si mostramos una misma interfaz constantemente ésta puede quedar "quemada" durante un tiempo en la pantalla como pasaba con algunas pantallas de tubo antiguas.
Sabiendo esto, entramos ahora con el sucesor: los paneles microLED. Éstos cambian el panel orgánico que usan las pantallas OLED (La O es de organic precisamente) por una capa inorgánica de nitrito de galio que elimina la necesidad de capas polarizadoras que usan las OLED. Otro modo de describir las microLED puede ser el de una miniaturización de esas pantallas LED gigantes que puedes ver en muchos paneles publicitarios.
Menos grosor, menos consumo
Los beneficios de las microLED son más delgadez en el panel, más riqueza de colores y todavía más contraste. Y todo con unos componentes que pueden medir menos que el grosor de un pelo humano: 100 micrómetros. De ahí el apodo de micro y la posibilidad de ofrecer grandes resoluciones en paneles muy pequeños.
Con estas ventajas, no es raro que Apple ya le hubiese echado el ojo a la tecnología microLED hace tiempo para pantallas como la del Apple Watch. Permitiría que el dispositivo consumiese menos batería, y con una pantalla más delgada Apple podría hacer caber más componentes internos en el interior del reloj.
Y eso sólo sería el punto de partida: con el tiempo podríamos ver los beneficios de las pantallas microLED en los iPhone, luego en los iPad, y finalmente en los Mac. Así que sí, puede que el iPhone X lleve la primera pantalla OLED que usa Apple en un smartphone, pero cuidado porque podría ser algo relativamente transitorio.
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