Encuentra un Mac en casa de su madre, lo conecta treinta años después de haberlo usado y se lleva la gran sorpresa

Un usuario ha tenido la idea de abrir uno de esos equipos que se quedan relegados en un armario, enterrados entre otras cajas viejas, y lo que ha encontrado ha sido como un túnel temporal. Anda si se le ocurre tirarlo. ¿Obsolescencia qué? Apple sí que sabe cómo combatirla: si las condiciones de almacenamiento son las adecuadas, parece que un Mac aguanta las inclemencias del tiempo sin miedo.

El equipo en cuestión es un Mac 512k. Y el Macintosh 512K era una auténtica bestia. No en vano se puso a la venta por 2,795 dólares, el equivalente actual a unos 8.000 euros. Y es que esos 512K implican el doble de RAM que el modelo original, razón por la que este equipo fue denominado Fat Mac ("Mac Gorda"). Un equipo con procesador Motorola 68000 con un pico de velocidad de reloj de 7.8338 MHz, operando normalmente a 6 MHz. Puesto a la venta en 1984 y discontinuado menos de dos años después, en 2014 su dueña pudo contrastar que todavía funcionaba.

Un Mac 512K que llevaba oculto treinta años

Hay usuarios que guardan en casa auténticas reliquias. Como aquel iPhone de 600 euros que le pagó la casa a su dueña o aquel iPod olvidado en un armario que acabó vendido por el valor de un coche nuevo. Reliquias que terminan subastadas y comercializadas por auténticas fortunas. Y ya no hablemos del traje de gala que utilizó Steve Jobs durante la presentación del propio Macintosh de 1984.

No sabemos si la vida de Ariel Fink ha corrido la misma suerte. Lo que está claro es que un buen día llegó a casa de sus padres y este recién graduado se topó con un equipo que guardaba su madre. Como decíamos, ese equipo era un Macintosh 512K completo, acompañado por una impresora Imagewriter y un Apple Hard Disk 20. El 20, por cierto, hace referencia a los 20 megabytes de disco duro. Lo que pesan un par de canciones comprimidas en MP3.

Porque lo más alucinante es que a lo largo de una serie de fotografías pudo demostrar que el equipo funcionaba correctamente. Arrancó a la primera, sin el menor fallo. De hecho, Ariel ni siquiera se tomó la molestia en montar un escritorio e instalar el monitor sobre una mesa: lo enchufó todo desde el suelo, con la curiosidad de un niño, y comprobó cómo podía cargar el menú, abrir las carpetas y navegar con el ratón que incluye el pack.

Es fácil encontrar alguno de estos equipos pero sin funcionar. Sin embargo, este modelo no solo está en perfectas condiciones, es que además contenía una caja limpia, con todos los embalajes perfectos, con los manuales, pegatinas y cables, con la impresora Imagewriter operativa y el teclado y ratón con sus cajas independientes y sin signos visibles de deterioro. Una gema tecnológica que incluso puede utilizar hoy día para procesar textos, editar libros y jugar a videojuegos antiguos.

Una versión más antigua de este artículo fue originalmente publicada el 11/08/2023.

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