Siempre que hablamos de switchers suponemos que estamos hablando de gente que se pasa de Windows a Mac, pero hay un pequeño porcentaje de personas que se deciden a comprar un mac después de estar un tiempo usando Linux, y lógicamente, el cambio es diferente para ellos.
Para comprobarlo, he contactado con Xavi Ramírez, ingeniero informático y usuario de Linux desde hace muchos años y que ahora ha conseguido un MacBook con Mac OS X Leopard. Veamos las impresiones que ha cogido de nuestro sistema operativo favorito.
Generalmente, Xavi tiene impresiones positivas del cambio, aunque también hay algunas negativas. La primera impresión fuerte que tuvo es con la gestión de las aplicaciones, que al estar autocontenidas en un archivo .APP no se "desperdigan" por todo el sistema, haciendo la instalación y la desinstalación de software una tarea mucho más clara y fácil.
Por otro lado, se queja de la diferente disposición de las teclas y de los controles, teniendo que usar la tecla FN o la tecla CMD según el programa que sea, lo cual puede causar causar confusiones. En Linux y en Windows, al no existir la tecla CMD, esa confusión no existe.
En cuanto al software, pasar de Linux a Mac no le ha supuesto ningún problema con todo el abanico de aplicaciones disponible para nuestra plataforma (incluyendo MacPorts), de tal forma que no echa de menos ninguna aplicación de su anterior sistema.
Concluyendo, los usuarios de Linux que se pasan a Mac también existen, y aunque quizás no sea en un grado tan alto (quizás porque son usuarios con conocimientos más avanzados que el resto, o porque el árbol de directorios de Mac OS X es el mismo que en las distribuciones de Linux), Apple también consigue satisfacer a estos usuarios.
Imagen | Flickr de vanz
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