A veces comprar un accesorio supone no sólo ver si es compatible con el gadget en cuestión, sino con toda la parafernalia de accesorios que ya tenemos. Y si resulta que no es compatible, ¿qué hacemos con el resto? ¿Lo desechamos y compramos otros? En los comentarios de esta entrada hablé de un truco que utilizo desde que compré el iPad 2, que consiste en utilizar una funda de neopreno de portátil como funda para el iPad. Dicen que una imagen vale más que mil palabras y, como explicarlo cuesta bastante más que hacer unas fotos al truco y colgarlo en forma de entrada, aquí lo tenéis.
Las fundas de neopreno para portátiles son bastante asequibles, e incluso algunas empresas las regalan como publicidad. Las que tienen cremallera en la parte longitudinal no sirven, pero si tienen una abertura sin cremallera como la que os voy a mostrar o una cremallera en su parte corta sí. El truco simplemente consiste en meter hacia adentro de la funda la parte que sobra o, si queréis, darle la vuelta a la funda, doblarla para dejarla del tamaño del ipad, y volver a darle la vuelta sin deshacer el doblez. Una ventaja de este apaño es que podemos colocar la parte del iPad más desprotegida, como puede ser el cristal, contra tres capas de neopreno. Si no tenéis una funda como esta, las podéis encontrar en los “todo a cien” o tiendas similares por muy poquitos euros, y seguro que es mucho más barata que comprar una funda para iPad.
Tras el salto podéis ver las fotos de todo el proceso.
El teclado del que os hablaba en la otra entrada entra perfectamente en nuestra funda y va todo protegido. Y si tenéis un teclado u otros accesorios que queráis guardar, como por ejemplo unos auriculares, podréis hacerlo porque dentro quedan como dos apartados.
El resultado como véis es bastante bueno, parece una funda hecha a medida para el iPad. Creo que a alguien le puede venir bien como idea. Si tenéis algún otro truco como éste, no dejéis de contárnoslo en los comentarios.
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