Seguimos con la última entrada que cierra el especial de Macs con procesador PowerPC con un modelo clave de la era, el iMac G3, un ordenador que hoy en día se puede encontrar bien de precio en subastas on-line y que todavía es capaz de funcionar muy bien pese a los más de 10 años que lleva en sus espaldas. Si os hacéis con un modelo de estos, no os olvidéis pasaros su página de soporte, de muy recomendable lectura en Apple Support.
El primer modelo de la gama iMac, el iMac G3 o “cabezón” para los amigos, es el único iMac que incorpora un monitor CRT, de este modelo existen 16 revisiones que van desde el iMac original (con procesador G3 de 233 MHz y una bandeja con la unidad óptica de CD-ROM) hasta la última con procesador G3 de 700 MHz y una unidad slot-in de DVD-CDRW). El iMac G3 fue el primer Macintosh en prescindir de la unidad de disco flexible (disquetera) y del Apple Desktop Bus e incluir puertos USB y el único ordenador de sobremesa de la marca de la manzana en estar disponible en una amplia gama de colores.
Pensado para el consumo
A parte que el iMac tuvo un éxito en el mercado de consumo sin precedentes (bueno, veníamos de una época muy mala), fue pensado de cara al usuario final. Facilidad de uso, atractivo visual e innovación tanto por dentro como por fuera eran las principales virtudes de este fabuloso ordenador.
Prueba de ello el vídeo que os he dejado sobre uno de los anuncios que lo hicieron popular, y es que la i de iMac viene de los albores de la era internet , ya que además de conexión ethernet, el iMac venía equipado con un fantástico módem a 56k listo para ser usado en el apogeo de la “tarifa plana” y la conexión por minutos. Fijaos que el vídeo ilustra perfectamente la idea que Apple quiere transmitir: sencillez, estética y conectividad.
Gama iMac G3
Como dijimos al principio hubo 16 revisiones del modelo, pero la más importante a mi modo de ver es cuando se pasó del primerizo modelo “tray” de bandeja al más avanzado y colorido modelo con unidad óptica en slot-in. Ambos con el monitor de tubo de 15 pulgadas, que soportaba una resolución máxima de 1024×768. En cuanto a software fueron sistemas de lo más variopinto pero sobre todo centrados en el Classic, Mac OS 9; aunque se empezó a comercializar ya en el primer iMac con el Mac OS 8.1.
Los primeros modelos calzaban procesadores G3 de 233, 266 y 333MHz y los slot-in, más potentes y nuevos (recordemos que los últimos empezaron a venderse en 2001 e incluso se alargaron hasta 2002) montaban procesadores de los 350MHz a los 700MHz de su versión más potente. Como veis este también fue un modelo en el que Apple fue introduciendo mejoras paulatinamente durante todo su reinado.
De toda la gama de colores, que se empezó por el Blondi blue (verde azulado que veis en la captura al prinicipio de la entrada), a mí personalmente el que más me gustó fue el modelo Snow, totalmente blanco que daría paso indudablemente a la generación de lamparitas G4 y posteriormente al G5 y primeros Intel. Los que más controversia crearon por su diseño “rompedor” o extraordinariamente transgresor en un ordenador, fueron los modelos “Blue Dalmatian” y sobre todo el modelo “Flower Power” que de haber salido un par o tres de décadas antes hubiera hecho las delicias de toda una generación hippie.
Periféricos y accesorios
Junto al iMac G3 se introdujo uno de los ratones más odiados por todos los maqueros, el “Puck“ apodado así por la similitud con la pastilla de hockey sobre hielo era incómodo, iba con una bola bastante imprecisa y a muchos ojos nos pareció feo. Una de las innovaciones que solo cosecharon críticas en el este modelo de Macs. En cambio el teclado era bastante bueno y llevaba los conectores USB que extendían la parte lateral de conexiones cosa que representó un acierto sin lugar a dudas para ganar espacio y hacer que saliesen pocos cables de este modelo. La caja de conexiones quedaba oculta con una puertecita de plástico semitransparente con un hueco por el que pasar los cables, todo elegancia.
En este panel de conexiones (del primer modelo de iMac G3) encontramos dos puertos USB 1.1, que en aquél entonces eran ultranovedosos y las conexiones de red, ethernet y RJ-45 además de otra salida de audio y una entrada de micro. En la carcasa también se montaron dos altavoces pequeños que sonaban bastante mal y dos tomas de auriculares. Aquí os dejo otro anuncio en el que podéis ver las conexiones y las características de un modelo G3 con slot-in, el modelo color “uva”.
Conclusión
El iMac G3 fue sin lugar a dudas el modelo que significó el resurgir de la compañía, fue adoptado por gran cantidad de usuarios, trajo avances muy interesantes y fue uno de los ordenadores que más duró, puesto que se podía instalar incluso Tiger (en un modelo con slot-in). Actualmente, el mío, que me agencié en eBay por 60 euros hará unos dos años, funciona de maravilla. Lo tengo en expuesto en el comedor, sirve para reproducir música y poco más, pero con los 256MB de RAM que le actualicé (y que me costó lo suyo, porque en el modelo de bandeja la RAM era todo menos accesible) y con el procesador G3 a 333MHz es capaz de mover Panther con soltura.
Es un modelo que debe constar en cualquier colección de Macs de todo coleccionista que se precie, una máquina fiable y duradera cuyo diseño es tremendamente atractivo. Fue el albor de una nueva era y el caballo de batalla que llevó a Apple a llevarse tajada del mercado de consumo y así ganar en popularidad y en muchos otros aspectos.
En Applesfera | Especial Macs PowerPC
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