Si en el capítulo anterior destacábamos el buen rendimento general que la cámara del iPhone nos brinda para paisajes, en esta ocasión tenemos que remarcar su mayor limitación a la hora de fotografiar en situaciones de poca luz. Ya sean interiores o escenas nocturnas, el hecho de contar con un sensor y un objetivo tan pequeños, optimizados para situaciones generales pero especialmente con buena luminosidad, no nos brinda muchas ventajas.
Así que no queda otra que aprovechar los recursos que nos permiten algunas aplicaciones fotográficas para iOS, seguir algunos consejos básicos y mucha experimentación para mejorar todo lo posible las fotografías nocturnas o en interiores poco iluminados.
Aunque si bien cabe señalar que en este sentido la tecnología aplicada por Apple a la cámara del iPhone ha evolucionado notablemente. Y hoy en día la capacidad para captar fotografías con poca luz con el iPhone 4S es casi abismal comparada con la primera versión o el iPhone 3GS, y mejor con respecto al iPhone 4. Mejor sensor, objetivo más luminoso y un procesado mejorado nos permiten capturar fotos decentes en situaciones en las que los dos primeros modelos eran casi imposible.
Ahora bien, tengamos siempre presente que no podremos controlar ni apertura de diafragma (que es fija), ni la sensibilidad ISO, ni la velocidad de obturación que son automáticas. Algo que en situaciones con escasa luz es donde mayor dificultad nos encontramos para lograr un correcto resultado.
Fotografías con poca luz: ajustar bien la exposición y el balance de blancos
Cuando explicaba como realizar una buena medición del balance de blancos, en la medida que nos permiten las aplicaciones, apuntaba que es precisamente en escenas nocturnas o interiores cuando se hacía patente un peor comportamiento del automatismo que mide el balance de blancos. Esto nos lleva a que para tomas de este tipo sea esencial seguir lo que ya anticipaba: medir puntualmente en un lugar con una luz lo más neutra posible, bloquear el balance de blancos (opción en algunas aplicaciones) y luego ya encuadrar y disparar en la escena que necesitemos. Así evitaremos, sobre todo, que tengan esa tonalidad excesivamente amarillenta que nos solemos encontrar.
Aunque se pueden corregir en el procesado posterior, insisto en que es mejor no confiarlo todo a las aplicaciones y la edición, y emplearse a fondo para obtener la mejor captura posible.
Igual ocurre con la exposición. Si hacemos una medición puntual en la zona del encuadre más menos luminosa, lograremos aclarar las zonas oscuras aunque a costa de que la señal de ruido sea mucho más acuciada y en algún caso nos planteemos descartar la captura. Aún así, tenemos que intentar no tenerle miedo a que las sombras aparezcan muy oscuras y juguemos con ello como un elemento más en nuestra composición.
Cuando necesitemos fotografiar en un interior con escasa luz o en exterior pero de noche, intentemos en la medida de lo posible situarnos cerca de alguna fuente de luz, aunque sea escasa (una lámpara, unas velas, una ventana…). Esto nos ayudará a lograr un mejor enfoque del motivo y compensar esa falta de luz que hará que la cámara del iPhone eleve la sensibilidad y por tanto el ruido, así como disminuya en exceso la velocidad de obturación. Esto no sería problema para motivos estáticos y si el iPhone está bien estabilizado (apoyado en un sitio seguro o con un minitrípode), pero sí para fotografiar a personas o algún otro motivo que pueda moverse. Al no poder controlar la velocidad de obturación, el iPhone la disminuirá para poder captar la escena con suficiente luz.
Estabilización
Fundamental con todo lo expuesto anteriormente que en las tomas nocturnas e interiores busquemos la mejor estabilización posible para nuestro iPhone. Si no disponemos de un minitrípode (muy aconsejable si solemos hacer este tipo de fotografía o de paisajes), debemos buscar un lugar seguro donde podamos apoyar el smartphone y realizar la captura. Con poca luz y aunque tengamos buen pulso es muy probable que nuestra captura salga ligeramente movida. Si es el efecto que buscamos, pues estupendo, pero si queremos mejorar la nitidez, congelar bien la escena, tenemos que tenerlo muy en cuenta.
Para ayudarnos a mejorar la estabilización podemos echar mano de algunas aplicaciones que nos serán muy útiles para las capturas. Las mejores aplicaciones para disparar que ya he comentado en otras ocasiones disponen de opciones útiles: Pro Camera (se denomina “antigolpes”), Camera+ (“Stabilizer”), Camera Plus Pro (“antisacudida”) o Camera Sharp (“Anti-shake”). Aquí podemos ver un ejemplo de cómo mejora Camera+ con la opción “Clarity”, la foto anterior:
Estas opciones lo que hacen es aprovechar el acelerómetro del iPhone para detectar el movimiento y no permitirán disparar hasta que se encuentre totalmente estático. Muy útil para fotografiar a pulso, pero siempre con un buen apoyo, bien estables (aguantando la respiración en el momento del disparo), y con los brazos bien pegados al cuerpo y piernas semiflexionadas bien apoyadas. Cuando pulsemos esta opción de las aplicaciones solo disparará cuando detecte que el iPhone está bien sujeto y estable. No es un milagro, pero ayuda mucho para tomas complicadas.
Otra opción que debemos tener en cuenta, en este caso si tenemos nuestro iPhone bien apoyado en un lugar seguro o con minitrípode, es el temporizador. Cualquier mínimo roce al pulsar el disparador de la pantalla puede mover el smarphone y hacer que la fotografía salga movida. Así que, para evitarlo, lo mejor es usar el temporizador que nos ofrecen también las aplicaciones mencionadas y otras muchas. Simplemente lo activamos, soltamos y pasados unos segundos (los que nos permita configurar) dispará automáticamente y así evitamos el movimiento.
HDR y reducción de ruido
Y de nuevo contando con las ventajas de algunas buenas aplicaciones fotográficas para iPhone se pueden lograr mejores capturas en situaciones de escasa luz. Como por ejemplo las aplicaciones para realizar tomas de alto rango dinámico, o HDR, que ya cité en el capítulo anterior. Un HDR es buena solución en algunos casos, para escenas en las que existe un contraste fuerte y no contamos con demasiada luz (en algunas zonas del encuadre).
También aplicaciones tan completas como Camera+ disponen de opciones para mejorar escenas con poca luminosidad (dentro de la opción “scenes” encontramos “Clarity” o “Flash” específicas para esto y que podemos aplicar controladamente). Por no hablar de algunas específicas, aunque quizás extremas y con resultados menos satisfactorios, como True NightVision.
Por último, como mencionaba al principio, la señal del ruido cuando hay poca luz es muy elevada en el iPhone por el tamaño del sensor y el número de píxeles. Este ruido, especialmente en las sombras, que a muchos fotógrafos les espanta e incluso acaban obsesionados con reducirlo al máximo siempre, también lo podemos disimular con alguna aplicación. Las más completas para el procesado nos permiten reducirlo (como Filterstorm), pero hay algunas específicas, como Noise Master, que nos serán muy útiles también para nuestras capturas con escasa luz.
En cualquier caso, el ruido es algo con lo que debemos contar, no nos debería molestar en exceso ni asustar. Y siempre digo que es mejor tener esa foto aunque sea con ruido o ligeramente movida que no contar con ella. No perdamos la oportunidad de escenas, situaciones, momentos especiales por el hecho de que no tenemos suficiente luz. Apliquemos estos consejos, practiquemos y seguro que más vale tener esa captura que descartarla por desconfianza hacia la cámara del iPhone o miedo frecuente al ruido en las fotografías. Menos rollos y excusas y más fotos.
En Xataka Foto | Curso de fotografía
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