Siempre me han llamado la atención las ferias de tecnología. Quizás desde que soñaba con estar en ellas mientras veía sus fotos en las MicroHobby o Amstrad Semanal de la época, a mediados de los ochenta, cuando se celebraban en Londres algunas de las más importantes sobre ordenadores de 8-bits.
Con el paso de los años, y para quienes disfrutamos de la tecnología, estos eventos tienden a romper la idea de que estos dispositivos individualizan - más bien nos unen y nos ilusionan sobre el futuro. Como cada año, el Mobile World Congress 2023 acaba en Barcelona y con él una nueva oportunidad de echar un vistazo al pulso sobre lo que está por venir en el mundillo.
Prácticamente todas las marcas del sector están presentes en un evento que por fin ha recuperado la energía y la convivencia que tenía en los años previos a la pandemia. Particularmente, aunque es un evento en el que Apple no tiene presencia directa, sí que hay implicaciones interesantes.
Este futuro me suena de algo
Hablando con Mario Arroyo, nuestro compañero en Xataka, sobre las novedades de la feria este año, la sensaciones eran muy parecidas: veíamos una progresión algo lineal con lo que vimos el año pasado, he incluso antes de la pandemia. Esta es precisamente una de las explicaciones más posibles: la tecnología en estos últimos tres años se ha podido resentir por todo lo que ha ocurrido a nivel mundial.
En cualquier caso, sí que - personalmente - he notado algo de abandono en la exploración de los plegables, que tanto llamó la atención hace unos años. A nivel de tecnología, reconozco que es un cambio fresco en el factor forma al que estamos acostumbrados, y que se pueden conseguir cosas espectaculares con ella.
Sin embargo, veo que siguen teniendo los mismos inconvenientes (tampoco quiero llamarlo “problemas”) que las primeras generaciones. Los modelos que se pliegan sobre sí, siguen teniendo la marca de la hendidura del cierre, que a mi personalmente me distrae y me molesta de lo que veo en pantalla. Y esto está ocurriendo precisamente en estos modelos en los primeros días de uso: como consumidor, no acabo de fiarme de cómo acabarán estas pantallas a lo largo de los años.
No veo apuestas por materiales que eviten esta marca, o que consigan algo distinto en diseño a lo que ya vimos con los primeros lanzamientos. Además en estos modelos se sacrifican otros aspectos del dispositivo - como cámara, batería o potencia - para que el modelo plegable no se encarezca. Me parece una tecnología que sin duda será parte del futuro, pero quizás necesite una iteración o un cambio más allá de lo que hay hoy en día.
Una de las cosas que sí me gustó de estos dispositivos es que el software veo que se ha adaptado muy bien a estas pantallas. En Android 14 a pesar de no tener la evidente convergencia software y hardware de Apple, se ha notado el esfuerzo de los fabricantes por hacer útiles estas nuevas pantallas que cambian - y eso me parece una buena noticia para quienes gusten de estos dispositivos, que además favorecen la sana competencia. Si Apple tiene que entrar aquí, debe hacerlo con estos problemas superados (y quizás sea una de las razones por las que no está).
Dispositivos de otros mundos (con asteriscos)
Tengo una extraña atracción por las series de ciencia ficción que se salen de lo habitual. Una de mis favoritas es “La Tierra: Conflicto Final” de finales de los 90, cuyo autor es ni más ni menos que por Gene Roddenberry (creador de Star Trek). Más allá de la propia historia de la serie (que no es nada del otro mundo, nunca mejor dicho) de ella me encanta la mitología de los dispositivos que usan. Uno de ellos, es el que veís en la imagen superior: una especie de smartphone con pantalla enrollable.
Pues estos han sido los dispositivos que precisamente más han llamado la atención en este MWC. Por fin he podido ver que la tecnología de una se mis series favoritas puede llegar a ser posible: Motorola presentó un prototipo que se expande verticalemente unos centímetros y hay que reconocer que es sorprendente técnicamente. Este modelo soluciona el problema de la hendidura en los plegables porque la pantalla queda absolutamente plana.
También tenemos que pensar que esto es un prototipo que aún no está a la venta. La motorización que expande la pantalla la veo algo lenta si tenemos prisa cuando necesitamos más espacio y al final me temo que muy pocas veces lo usaríamos abierto. En la ciencia ficción, el dispositivo que nos muestra la serie es algo más simple pero efectivo: los dos lados que expanden la pantalla se pueden separar a mano.
Otro de esos dispositivos que parecen ciencia ficción es un portátil que utiliza el mismo método de expansión de pantalla enrollable que el móvil. Al ser más grande, es mucho más espectacular. Aquí la velocidad de expansión, aunque es igual de lenta que en el móvil, es menos problema ya que podríamos dejarlo abierto durante toda una jornada laboral y no tenemos que guardarlo en un bolsillo.
Por todo ello esta nueva tecnología quizás también necesita una vuelta de tuerca para que realmente acabe siendo útil en el día a día, pero sin duda es muy prometedora: esta flexibilidad en el uso de las pantallas puede dar lugar a nuevos dispositivos que quizás, ni siquiera la ciencia ficción imaginó. Aunque de momento, en la vida real, aún se queden detrás de las vitrinas.
Expectativa y expectación
Uno de los dispositivos que más quería seguir de cerca este año es el tema de las gafas de realidad mixta, que es lo que probablemente veamos de Apple en junio - y eso los fabricantes los saben. La única apuesta fuerte en este sentido nos la ha traído Xiaomi con sus AR Glasses… más o menos.
Y digo más o menos porque el dispositivo no ha pasado de la vitrina del stand en la marca y de un vídeo a su lado explicando las bondades de lo que podrá hacer. No de lo que hacer ni de cómo lo hace. Me pareció más a una “reserva de hueco” en el mercado de AR por parte de la marca ante lo que pueda sacar Apple, que de una apuesta en firme para sus clientes.
El resto dispositivos siguen la línea de otros años, con HTC liderando el mercado de las virtuales con sus excelentes Vive, mejorando en prestaciones y potencia. Si pensamos en lo que pueden ofrecer los de Cupertino, quizás se alejen un poco de este concepto tan tradicional en el segmento para tender más hacia la realidad mixta. Saldremos de dudas en unos meses.
Curiosamente, los móviles que más me han llamado la atención son los más tradicionales, como el Samsung Ultra S23 que continúa su mejora contínua para los clientes que busquen un Android de grandes prestaciones. He echado de menos, eso sí, un stand de Nothing - una compañía que ha sido un soplo de aire fresco el año pasado y que bien marca una diferencia con las otras compañías basadas en el sistema operativo de Google.
La tecnología vuelve a ser grande
Como decía, eventos como el MWC23 hacen que el mundo de la tecnología vuelva a latir, y nos reconcilia a todos con este regreso después de tiempos de pandemia y una guerra que aún no acaba. En el evento, además de los tradicionales dispositivos, también se ha hablado entre otros temas de electrificación, una nueva generación de WiFi más rápida y de inteligencia artificial.
Este reencuentro también me ha dado de pensar en la inmensa suerte el momento tecnológico que vivimos, con dispositivos y productos que hace apenas diez o cinco años no eran posibles - y muchos sólo los podíamos imaginar dentro de la ciencia ficción, que sin duda, nos salvará cuando nos quedemos sin ideas. Los próximos meses van a ser emocionantes, y desde nuestro lado esperamos con muchas ganas esa primera keynote de Apple para este 2023.
El episodio del podcast de esta semana está grabado además desde un espacio de prensa del MWC23, en pleno corazón de la feria. En el, comparto conversación con Mario Arroyo y discutimos de todas las nuevas tecnologías que hemos visto allí… y de las que están por llegar.
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