Un minuto de silencio por la click wheel

Un minuto de silencio por la click wheel
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Primero la scroll wheel y ahora la click wheel. ¿Por qué siempre perdemos a los grandes? Durante el evento musical del pasado miércoles Steve Jobs presentó el nuevo diseño de “todos y cada uno de los modelos de iPod”. Ups, seguro que no soy el único que se dio cuenta de que había olvidado uno: el iPod classic, aún presente en su web y la tienda pero con un futuro de lo más incierto.

Al margen de la vigencia del modelo clásico en esta actualidad dominada por un nano prácticamente igual de diminuto que el shuffle (el cual por su parte solo sigue ahí como la opción económica de la compañía) y un iPod touch en el que la música es la menos llamativa de sus funciones, lo que sí voy a echar de menos cuando nos deje es su sistema de control.

La click wheel o rueda de clic fue introducida junto al primer iPod mini en enero de 2004 y en julio de ese año, demostrado su éxito, saltaría a la primera división reemplazando a la scroll wheel táctil que caracterizó al iPod classic desde su segunda generación (en la primera era mecánica, aunque funcionaba de un modo muy parecido). Fue un acierto de pleno que mejoraba la interfaz de Apple integrando los controles del reproductor debajo de la propia rueda por lo que podíamos movernos por toda nuestra música, cambiar de canción, pausar o reproducir una canción y movernos por sus menús a una velocidad pasmosa.

iPod classic Apple click wheel

Lo que más me gustaba de la ahora desechada rueda era su sencillez extrema y la posibilidad de controlar el reproductor deslizando el dedo incluso sin mirarlo, tan solo por la retroalimentación que nos proporcionaba su tacto y el sonido a través de los cascos. Lamento que la nueva gama de iPods haya perdido eso y me habría gustado mucho más el nuevo iPod nano si al menos su reproductor lo emulase/homenajease de algún modo (a fin de cuentas en una pantalla tan pequeña y cuadrada seguramente sería más facil y rápido hacer scroll trazando círculos que desplazando el dedo una y otra vez en la misma dirección).

Descanse en paz. ¿O tal vez no? Nadie conoce a ciencia cierta los planes de Apple para el classic. Puede que lo dejen languidecer poco a poco hasta agotar el stock, o puede que lo renueven silenciosamente con más capacidad y un mejor precio (160 GB a 233 euros no es precisamente un trato razonable). Sea como sea, parece bastante claro que su mítica rueda de control pasará a la historia junto a él.

Antes de despedirme quiero contaros una locura; un producto que Apple nunca comercializará pese a lo sencillo que sería para ellos diseñarlo y lo felices que nos haría. Imaginad el iPod classic, tal cual. Añadidle un procesador con capacidad para reproducir vídeo a 720p (o 1080p ya que estamos) y un dock con salida HDMI. Ahora pensad que soporta los codecs de vídeo más populares (como el primer iPod hizo en su día con los de música) y que navegaríamos por ellos en la pantalla de nuestro salón con la interfaz del Apple TV. ¿Lo tenéis ya? Pues ahora olvidadlo, solo era una locura.

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