Siguiendo el guión previsto, Apple ha actualizado hoy su gama de portátiles presentando un nuevo MacBook Pro construido utilizando la nueva técnica brick que permite conseguir una estructura más rígida al tiempo que se optimiza el espacio interior para los componentes.
Pero no todo es aluminio. Los nuevos MacBook Pro cuentan con una pantalla de cristal de 15.4 pulgadas con retroiluminación LED instantánea, la versión Mini del DisplayPort, trackpad multitáctil de cristal sin botones (el trackpad es el botón en sí, y podemos definir más por software), doble chipset gráfico NVIDIA GeForce 9400M y 9600M GT, iSight y unidad SuperDrive de 8x.
Los dos modelos está ya disponibles en la Apple Store a un precio de 1749 y 2199 euros, diferenciándose en procesador, memoria y disco duro. El primero viene con un Intel Core 2 Duo a 2.4 GHz con 3MB de caché L2, 2GB de RAM DDR3 a 1066MHz, gráficas de 256MB y disco duro de 250GB; mientras que el segundo va a 2.53 GHz con 6MB de caché L2, 4GB de RAM, 512MB en la 9600 GT y 320GB de disco duro.
Merece la pena profundizar en la doble tarjeta gráfica, la GeForce 9400M para uso corriente con la que obtenemos hasta 5 horas de autonomía y la GeForce 9600M GT 1.5x más rápida que la antigua 9400M que se activa automáticamente cuando es necesaria una mayor potencia (juegos y aplicaciones con uso intensivo de la GPU), eso sí, reduciendo la autonomía a 4 horas.
El grosor del portátil también ha mejorado respecto a la generación anterior, reduciéndose a 2,41 cm frente a los 2,49 cm del antiguo MacBook Pro, aunque ganando algo de peso en el camino: 2,49 Kg frente a 2,45 Kg. Fijándonos un poco más en detalle encontramos algo muy interesante y es que se ha introducido la opción de utilizar un disco de memoria sólida de 128 GB.
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