A toro pasado puedo decir que la idea que llevé a Japón sobre la implantación de la marca de la manzana, no se correspondió con lo que allí me encontré. Muchas de las ideas que vertí en este artículo estaban equivocadas.
Tenía mis sospechas de que parte del aparente éxito de ventas del iPhone en Japón, se debieran a una fuerte financiación del terminal por parte de la operadora encargada de su distribución, Softbank. En parte si es así, pero no solo ocurre con el iPhone, es la tónica habitual allí.
Según a que contrato te vincules, puedes adquirir un miniportatil como el Dell Mini por menos de un Euro con modem 3G. El iPhone se está introduciendo poco a poco en el país por una sencilla razón, su usabilidad. Siempre hemos tenido noticias de lo contrario, que la usabilidad en los teléfonos japoneses era enorme, pero mi impresión no ha sido esa.
Tal como hablaba todo el mundo de Japón, esperaba encontrarme terminales de otro mundo, un paso mas allá. Pero si quitamos móviles con capacidades de grabar en HD o reconocimiento de caras y la capacidad de ver televisión, nos enfrentamos a que el paso más allá lo haya dado realmente el iPhone.
Creo que a estas alturas está de más decir que no soy muy amigo de los dispositivos “todo en uno”. Si quiero grabar en HD o sacar buenas fotos, no voy a buscar un móvil para ello. Por mucha cámara con posibilidad de grabar video en HD que incorporen a un teléfono móvil, no se va a poder incrustar la óptica necesaria para grabar videos de verdadera calidad. Y para ver la televisión, Softbank ya se las ha ingeniado y lo ha solucionado.
Si nos alejamos de estos dos puntos, que a mi no me decantarían por comprarme un móvil u otro. Los teléfonos en Japón adolecen de una interfaz terriblemente simplista y dicho sea de paso, horrible.
Apple tiene una imagen muy asentada en el país del sol naciente. Nada más llegar al aeropuerto de Narita, vimos como en el reservado para Vips, tenían una fila de al menos diez iMac para ser utilizados por sus clientes. En sus metros puedes comprobar que los iPod son el rey, con mucha diferencia. Y su devoción por los macs se puede comprobar visitando un pequeño cibercafé con iMac “lamparitas” preparados para su uso gratuito.
Después de pasarme una aburrida tarde de lluvia probando móviles, pude comprobar que el terminal con mejor integración del idioma japonés, con toda la dificultad que puede acarrear esto, era sin duda el iPhone.
Terminales como la T-01A de Docomo, dentro de su serie PRO de terminales, resultaba un autentico suplicio a la vista la mezcla de escritura japonesa e inglés. Apple se encargaba de vender a bombo y platillo lo que ella mejor sabe, su usabilidad por encima de características técnicas puntuales.
Y a nivel de calle el bombardeo resulta espectacular, podías encontrar una revista con trucos detallados para el iPhone en la sección de revistas de cualquier supermercado abierto las 24 horas. Tal vez sean las causas por las cuales me hayan llevado a ver muchos más iPhone por las calles de Japón de los que en un principio me esperaba.
Todo esto nos lleva a comprobar lo asentado que se encuentra Apple en el mercado nipon. Resulta curioso que aún enfrentándose a terminales técnicamente superiores, el iPhone haya conseguido hacerse un hueco en este mercado tan diferente al occidental. Y es que Apple ha tenido siempre una capacidad envidiable para saber como revolucionar el mercado, lo hizo con el iPod y cada vez parece más claro que va a acabar haciéndolo con el iPhone.
Ver 30 comentarios