La carne está en el asador, y como siempre, cuando el éxito aflora a todos nos encanta revolcarnos en el barro y definir quienes son los buenos y quienes los malos en la historia. Los hechos a priori pueden parecer graves (que podrían serlo) pero no se está contando todo lo que se debe en esta historia y es algo que no me parece que sea justo. Se que os va resultar difícil, más si cabe cuando uno tiene el sambenito (el de fanboy) muy bien marcado en la frente, pero opinaría lo mismo si la culpable de esto fuera Google, Nokia o Samsung.
El asunto es grave, si, lo es… Si estuviera ocurriendo lo que muchos están diciendo que está pasando con los datos almacenados por Apple. Y pensemos que Apple ha hecho un comunicado de prensa contando su versión de los hechos y está pidiendo disculpas por los fallos que han desencadenado los hechos que nos ocupan aquí (cosa que nunca había hecho antes). Incluso se ha puesto en contacto con una reconocida (o no) cadena de televisión española para pedirle que no siguiera difamando (que si, el amarillismo vende y si es sobre Apple, más).
Pero vamos a intentar sumergirnos un poco en lo que en esta semana ha ocurrido e intentar hacer ver a todos aquellos a los que les encanta poner el grito en el cielo (tarea harto difícil, lo sé) que si ponen el grito en el cielo, deberían estar ya desgañitados. Porque esta situación en parte es consecuencia de cierto nefasto día de septiembre del 2001, donde dos torres cayeron y muchos inocentes murieron… Y también de otro nefasto día de 2004, donde lamentablemente a algún lector le toque más de cerca (espero que no, y si es así, mi más sentido pésame).
¿Y diréis, a que viene todo esto ahora? ¿que tiene que ver con Apple? Nada y todo… En realidad no tiene que ver porque Apple está almacenando localizaciones de antenas de telefonía... no te está localizando vía GPS, no tienen una pantalla en Cupertino donde tú eres un puntito rojo parpadeante en un barrio de una ciudad… controlando por donde te mueves y cuando te mueves. Pero, perdóname por ser tan franco, eres un iluso si piensas que con tu Nokia/Lg/Samsung/loquesea de gama baja no es capaz de hacer algo así... porque simplemente llevando un dispositivo con tarjeta SIM (subscriber identity module, para entendernos, módulo de identificación del suscriptor) en el bolsillo puedes ser localizado en cualquier momento.
Las operadoras, los datos personales, la privacidad…
El tema de los atentados terroristas, lo saco, porque antes de ellos, yo como consumidor podía comprar una tarjeta SIM prepago sin tener que proporcionar ningún tipo de identificación… después de ellos, por temas de seguridad, atentados, robos, etc… ya no puedes hacerlo. Cada SIM que se vende en nuestro país debe estar vinculada a una persona y si tenéis una empresa con empleados a los que proporcionáis líneas de telefonía móvil la misma operadora os proporcionará un programa, si así lo deseáis, para saber en todo momento donde están esos teléfonos.
Pero vamos a irnos a la ley y saber que pueden (y deben) hacer las operadoras con cada consumidor que contrata sus servicios, porque mucho ponemos el grito en el cielo, pero con el mero acto de comprar un teléfono móvil estamos asumiendo una serie de “letra pequeña” que de golpe y porrazo todo el mundo parece haber olvidado con este escándalo de Apple. Vamos a hacer un copia/pega literal del artículo 5 de la ley sobre la conservación de datos en comunicaciones electrónicas.
Artículo 5
1. Los Estados miembros garantizarán que las siguientes categorías de datos se conserven de conformidad con la presente Directiva:
a) datos necesarios para rastrear e identificar el origen de una comunicación:
1) con respecto a la telefonía de red fija y a la telefonía móvil:
i) el número de teléfono de llamada,
ii) el nombre y la dirección del abonado o usuario registrado;
2) con respecto al acceso a Internet, correo electrónico por Internet y telefonía por Internet:
i) la identificación de usuario asignada,
ii) la identificación de usuario y el número de teléfono asignados a toda comunicación que acceda a la red pública de telefonía,
iii) el nombre y la dirección del abonado o del usuario registrado al que se le ha asignado en el momento de la comunicación una dirección de Protocolo Internet (IP), una identificación de usuario o un número de teléfono;
b) datos necesarios para identificar el destino de una comunicación:
c) datos necesarios para identificar la fecha, hora y duración de una comunicación:
d) datos necesarios para identificar el tipo de comunicación:
e) datos necesarios para identificar el equipo de comunicación de los usuarios o lo que se considera ser el equipo de comunicación:
2) con respecto a la telefonía móvil:
i) los números de teléfono de origen y destino,
ii) la identidad internacional del abonado móvil (IMSI) de la parte que efectúa la llamada,
iii) la identidad internacional del equipo móvil (IMEI) de la parte que efectúa la llamada,
iv) la IMSI de la parte que recibe la llamada,
v) la IMEI de la parte que recibe la llamada,
vi) en el caso de los servicios anónimos de pago por adelantado, fecha y hora de la primera activación del servicio y la etiqueta de localización (el identificador de celda) desde la que se haya activado el servicio;
Todos presuponemos el buen hacer de las operadoras de telefonía y que nunca usarán estos datos para beneficio propio… Solo las fuerzas de seguridad del estado, bajo autorización judicial podrán acceder a dicha información. Que bonito queda todo sobre el papel, pero yo me pregunto si tanto nos preocupa que Apple almacene información sobre las antenas y repetidores que nos rodean, porque no ocurre lo mismo cuando nuestra operadora guarda información altamente sensible sobre nosotros.
Tampoco nos preocupa que si en mi ciudad, con poca oferta (desgraciadamente) en obras de teatro o musicales, nunca me envía un SMS informativo sobre el último estreno (curiosamente patrocinado por ellos) y cuando piso una gran ciudad como Madrid o Barcelona a las pocas horas me llega un SMS contándome que se está representando tal obra y que por ser su cliente tengo interesantes descuentos.
La recopilación de datos, su almacenamiento y posterior borrado
Apple reconoce que ha cometido errores a la hora de programar su sistema operativo, que ella considera que para agilizar el sistema el teléfono debe guardar cierta información y que pasado un tiempo prudencial debe ser borrada. A todos nos encanta abrir Google Maps y buscar una calle y ver en cuestión de segundos como se llega ahí andando o en coche. A todos nos encanta abrir Around Me o Páginas Amarillas y encontrar en un instante la dirección y teléfono del restaurante italiano más cercano o la tienda de discos más completa.
Esta información se guarda entre nuestro teléfono y el ordenador al cual lo tengamos sincronizado, es una copia protegida, no encriptada, pero nunca enviada de ninguna manera a Apple. Cuando iAd llegue totalmente, me encantaría que me mostrara publicidad acorde a mis gustos y accesible por mi. Pero ha cometido errores y el sistema no se comporta como debería.
¿Como puede Apple cometer este error? ¿Es intencionado? ¿Es imposible de cometer inconscientemente? Seamos serios por favor, si alguna vez has programado algo para un ordenador, comprenderás que esto es totalmente posible. Nunca puedes saber al 100% como se comportará un SO con tantas líneas de programación. Y como Apple no tiene acceso directo a la información que guardan los móviles, no ha sido hasta ahora cuando se ha percatado realmente del error y aseguran que están intentando solucionarlo.
Está claro que cualquier noticia mala sobre Apple es muy jugosa, pero no se ha dado ni la mitad de cobertura a lo que le ha ocurrido a Sony esta misma semana. Pero en mi humilde opinión, el revuelo que ha montado esta noticia es desproporcionado. No quiero decir que no sea grave, pero al menos nadie ha accedido aún a dicha información ilegalmente.
Solo quiero hacer ver que con la cantidad de información sensible que exponemos en el mismo instante que compramos un teléfono móvil o contratamos una conexión de banda ancha a Internet, tenemos que asumir ciertos riesgos, pero lo más gracioso de todo es que aún no se ha producido ningún uso fraudulento de dichos datos.
Como la propia Apple dice, “si no tienes un iPhone, simplemente no tienes un iPhone”. Pero en mi opinión al menos, si en la pantalla de mi teléfono dice “La aplicación XXX quiere localizar su posición” al pulsar el botón de aceptar, estoy asumiendo una serie de hechos. Pero es que aunque diera al botón de cancelar, tampoco entendería la “paranoia” (si, paranoia) porque simplemente llevando un dispositivo con tarjeta SIM le estoy dando realmente al botón de aceptar.
Si, puedo entender que tú, como dueño de tu propio destino quieras mantener cierta privacidad. Nadie te obliga a tener un iPhone (o Android, que también lo hace). Pero si el error de Apple te parece imperdonable, te aconsejo que no vayas a una charla de Kevin Mitnick, porque entonces te entrarán ganas de tirar el iPhone, el iPad, el iPod, el iMac, las tarjetas de crédito, el coche e irte a vivir al monte a intentar subsistir con la trashumancia.
Más información | Ley Europea sobre la conservación de datos en las comunicaciones electrónicas
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