No sin algunas dificultades (el sistema de solicitud de versiones de prueba parece que anda algo atascado hoy) he conseguido al fin echarle el guante a la nueva versión de Aperture, el hermano mayor de iPhoto desarrollado por Apple para satisfacer las necesidades de los fotógrafos profesionales (y aficionados con pretensiones) en la edición y gestión de imágenes en formato RAW.
Aperture 3 alardea de contar con más de 200 nuevas características entre las que tres brillan con luz propia: Caras, Lugares y Pinceles. Las dos primeras, herederas directas de iPhoto ’09, nos permiten organizar nuestra biblioteca de fotos de un modo muy rápido y sencillo a través de las personas que aparecen en ellas o los lugares donde las realizamos, mientras que Pinceles viene a subsanar una carencia causa directa de que muchos fotógrafos entre los que me incluyo saltásemos a Adobe Photoshop Lightroom. Con esta, podemos pintar ajustes en zonas concretas de las fotos, por ejemplo, para resaltar el azul del cielo sin tener que saturar toda la imagen o suavizar la piel de un retrato al mismo tiempo que aumentamos la nitidez de los ojos. En definitiva, la herramienta esencial de toda aplicación que pretenda reemplazar por completo al hasta no hace demasiado imprescindible Photoshop.
“Aperture 3 hace un buen trabajo. Las herramientas de edición de imagen son exactamente lo que buscaba, son tan fáciles de usar y me dan un nivel de control que nunca antes hubiera creido posible” – Jim Richardson, fotógrafo de National Geographic.
¿Todo es tan bonito como Richardson lo pinta? Vayamos por partes…
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Lugares es fantástico. No solo permite geoposicionar nuestras fotografías en el mapa de Google Maps arrastrándolas manualmente sino que también soporta los archivos log de la mayoría de sistemas GPS e incluso permite utilizar las fotografías capturadas con el iPhone que cuenten con datos GPS como referencia para las tomadas con nuestra cámara.
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Caras. ¿Habéis utilizado iPhoto? Pues igual, para bien y para mal. Siempre es divertido decirle que esa mancha de la pared no es una nueva manifestación de las caras de Bélmez o que un ciervo o un oso de peluche definitivamente no es tu mejor amigo.
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Los Pinceles como decía eran imprescindibles a estas alturas. Comparados con los de Lightroom tienen sus pros y sus contras (¿y la herramienta degradado lineal?)) pero en general cumplen con su cometido. Aperture 3 incluye 15 pinceles para tareas como quemar, polarizar, difuminar, aumentar la saturación o reducir el ruido, evitándonos pasar por el suplicio de las capas o las máscaras de Photoshop. Quizás la mayor pega que tienen es que por su propia concepción, cada pincel va ligado a un ajuste por lo que no podemos hacer una selección (pintando una zona) para aplicarle diferentes retoques de una sola vez. Por contra, la detección de bordes es bastante útil cuando estos son contrastados permitiéndonos afinar de forma automática aún más la corrección.
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Los Ajustes Predefinidos son otra característica que durante demasiado tiempo ha sido exclusiva de Lightroom y que ahora, en Aperture 3, llegan para que podamos aplicar efectos y diferentes tipos de procesado con un sólo clic. De serie se incluyen 31 ajustes agrupados en 4 grupos (ajustes rápidos, balance de blanco, color, y blanco y negro) pero como en la aplicación de Adobe, su verdadero potencial se esconde en crear los nuestros propios e importar los de otros fotógrafos.
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Los nuevos Pases de Diapositivas son bastante espectaculares y aunque en este tema en concreto soy un poco clásico (¡viva Ken Burns!) he de reconocer que, por ejemplo, Shatter, descomponiendo cada imagen en pedazos que llegan a formar la siguiente es realmente vistoso. Su capacidad para integrar fotos, audio, texto y vídeo de alta definición en una sola presentación no tiene equivalente y para hacernos la vida aún más fácil podemos exportarla a iTunes para llevarla en el iPhone o iPod touch (próximamente iPad) y vacilarle a los amigos (o clientes).
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La interfaz en general tiene algunos refinamientos bastante agradables y si el antiguo modo a pantalla completa ya era útil, ahora es aún mejor, por lo que trabajar con nuestras fotos sin distracciones es más cómodo que nunca.
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La organización y gestión de la librería también han mejorado enormemente, así como los mecanismos de búsqueda. Desafortunadamente, la librería sigue ocupando una barbaridad: 1,2 GB para apenas 700 fotografías que ni tan siquiera se almacenan en ella (si no en la carpeta de origen). Demasiado a todas luces teniendo en cuenta que tan solo debería almacenar la previsualización, los metadatos y los ajustes en xml que vayamos aplicando. Por cierto, la aplicación en si tampoco es que sea un peso pluma precisamente. Para que os hagáis una idea, Aperture 3 ocupa 801 MB frente a los tímidos 87 MB de Adobe Lightroom 2 o los 91 de la beta de Lightroom 3. Casi nada.
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Pero si el espacio no es un problema para vosotros, entonces nada, a añadir todas las fotos del mundo y a compartirlas con nuestros amigos y familiares a través de la nueva y muy elaborada integración con Facebook o Flickr. No solo es rápido, también funciona en ambos sentidos por lo que si alguien nos identifica en una foto nuestra, Aperture nos avisa para que añadamos la foto automáticamente a Caras. La posibilidad de añadir las fotos utilizando los mapas de Google para luego tenerlas geolocalizadas en Flickr sin tener que pasar por el suplicio de los pésimos mapas de Yahoo! me ha tocado el alma.
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Por último, el rendimiento. Aperture cuenta ahora con soporte de 64 bits siempre que utilicemos Snow Leopard y un Mac con procesador Intel Core 2 Duo y los chicos de Apple nos recuerdan que esto significa que ahora podemos disponer de hasta 16 terabytes de memoria. Yo, pobre mortal con un iMac Core 2 Duo a 2.8 GHz y 3 GB de RAM sigo notando la aplicación lenta a la hora de realizar tareas cruciales como retocar una imagen. Haced la prueba en casa: añadid dos o tres ajustes de pincel e intentad utilizar el pincel corrector. 1, 2, 3… ¡y hasta cuatro segundos entre que hacemos clic y vemos el resultado! No dudo que en un Mac Pro la cosa vaya como la seda, pero estoy seguro que hay mucho que avanzar aún en la optimización de la aplicación. Solo necesito saber que su competencia más directa va como la seda en igualdad de condiciones.
En definitiva, con esta nueva versión, Apple vuelve a ponerse a la cabeza (o al menos lucha por ella) de este sano tira y afloja que mantiene con Adobe en el desarrollo de la aplicación de procesado RAW definitiva. Muchas de las novedades de Aperture 3 son precisamente las que Adobe introdujo en la última versión de Lightroom y es de suponer que con la beta de Lightroom 3 aún sobre la mesa, estos se planteen añadir algún extra a la versión final que lanzarán próximamente.
Como suelo decir siempre en estos casos, los máximos beneficiarios somos nosotros, quienes en la actualidad disponemos de dos alternativas realmente robustas que no hacen más que mejorar. ¿Cuál es mejor? En gran parte es una cuestión de gustos y de equipo (Lightroom sigue consumiendo bastante menos recursos) pero tras dedicarle algunas horas de trabajo intensivo a esta nueva versión para ver que tal se comporta puedo afirmar sin miedo a equivocarme que definitivamente se trata de un salto cuantitativo y cualitativo que satisfará a los usuarios actuales de Aperture y tentará con facilidad a los de Lightroom… al menos hasta el siguiente movimiento de Adobe.
PD: Imperdonable que sigamos sin versión en castellano. Punto a favor de Lightroom.
Sitio oficial | Apple Aperture
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