Vic Gundotra es conocido en el mundo de la tecnología por haber ayudado al gigante de internet a darle vida a su red social, Google+. Actualmente, este ejecutivo tiene su propia startup llamada AliveCor, que hoy es noticia por tener entre manos un proyecto relacionado con Apple Watch. Según reportó Re/Code, la compañía está desarrollando un sensor y una aplicación móvil para que los usuarios con problemas cardiacos, puedan dejar atrás esos caros y engorrosos dispositivos que monitorean su corazón.
El sensor estaría ubicado dentro de una correa para el smartwatch de Apple llamada 'Kardia Band'. A través de esta banda de niquel y la tecnología de reconocimiento de voz, los pacientes podrán contarle al reloj y al smartphone todos sus síntomas para que se haga un seguimiento a su frecuencia cardiaca. Lo más interesante del caso es que el informe que quedará consignado en la aplicación, podrá ser enviado directamente al médico del paciente a través de correo electrónico.
Por el momento, AliveCor está a la espera de contar con la aprobación de la FDA para empezar a comercializar esta pulsera para Apple Watch. La startup de Gundotra tiene amplia experiencia en este campo debido a que hace dos años lanzó al mercado una herramienta que proporcionaba electrocardiogramas a los usuarios. Este dispositivo, permitía detectar cualquier irregularidad en el ritmo cardiaco de los pacientes y era utilizado por cardiólogos.
El video que compartimos a continuación nos explica cómo la Karida Band, que fue desarrollada para el reloj inteligente de Apple, se convertirá en el nuevo monitor de la actividad cardiaca de los usuarios.
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macnaxito
La tecnología ofrece una potencial mejora a la Salud que es infinita.
En mi hospital ideal un médico golpea la cabecera de la cama del paciente con un iPad y por NFC salta la Historia Clínica del paciente y su evolutivo y el evolutivo de la enfermera. Lo lee, y mientras hace la anamnesis al paciente, golpea el monitor que le sincroniza FC, PA, Tª, Sat. de O2 y demás constantes. Desde la propia cabecera pide una analítica de control que, sin volantes ni hojas rosas ni etiquetas de pacientes, manda un aviso al iPad de la enferma para que coja la muestra de sangre y otro aviso al Laboratorio que ya estarán esperando la muestra. A todo esto el médico ha dejado un nuevo tratamiento de cara al alta que se sincroniza con enfermería sin tener que imprimir nada, no sin antes pedir la Rx de control que se solicita al momento y que salta el aviso a los celadores para que bajen al paciente a rayos. Y el residente de radiografía le envía la radiografía a su adjunto que en ese momento está localizado pero que no tiene que ir hasta el hospital ya que con una pantalla OLED en su móvil de 5 pulgadas que tiene más resolución que los monitores del hospital es capaz de ver la radiografía y enviar el informe de vuelta en cuestión de minutos. Informe que recibe el médico que ya está en la cabecera de otro paciente pero que, como está todo bien, le da el alta al paciente anterior apretando un botón. Y el paciente recibe un mensaje con la noticia de que ya le han dado el alta con su tratamiento y su informe pertinente y que sólo tiene que esperar a que le quiten la vía, que no tardará porque el aviso también les llegó. A todo esto un Apple Watch pide un drone de salvamento que llega en un par de minutos con un desfibrilador, y con un simple aviso envía la ubicación, el ECG y los datos del paciente a la ambulancia y al Servicio de Urgencias más cercano.
Eso es maravilloso. La realidad es que el Apple Watch cuesta 400€, la correa costará otros tantos, por cuestiones de privacidad los datos médicos, los informes, las radiografías y todo lo demás no se puede enviar, actualizar los ordenadores de 2001 que tiran de un XP que en su día fue todopoderoso pero que hoy es un viejo Rey cuesta dinero, tiempo y recursos, y que el drone tiene prohibido volar por la ciudad porque es más peligroso que un helicoptero de 2 toneladas sobrevolando Sol o una ambulancia atravesando la Gran Vía y todo es cuestión de dinero, de egoísmo, de política, de desconocimiento y conformismo.
Ahora, que los Ministros podrán leer este artículo y este comentario en un iPad de última generación que tienen por derecho autoproclamado para su uso y disfrute escudados en una falsa necesidad. No, ellos no pueden usar una tablet Android BQ o un Windows XP, tiene que ser el último iPad. Mientras los médicos y enfermeras van de un lado para otro con papeles, etiquetas y volantes en pleno 2016. Pero no pasa nada mientras el ministro pueda ejercer su voto telemáticamente desde un iPad. #Chapó
Este tema me toca la fibra. Sorry. Pero la política lo frena todo. Todo ese mundo que sabemos que podría ser gracias a la tecnología está frenado por la política.
Uti
Me parece un buen futuro que el Watch, instrumento que llevamos en nuestra muñeca todo el día, sirva no sólo para dar la hora y contestar mensajes, sino sobre todo, para chequear nuestra salud.
Si los múltiples sensores que puede incorporar son fiables y seguros, cumplirán, en casos importantes, funciones que, hasta ahora, sólo se podían realizar en hospitales o consultas médicas, por lo que sus usuarios mejorarán su calidad de vida al poder chequear sus constantes mucho más rápidamente que si tienen que ir a un médico al sentorse mal.
Las posibilidades son infinitas, llegará un momento que el médico estará informado cada minuto automáticamente.
apalakas
Le dio vida a Google+... Claro... le dio vida... Por supuesto
[Ironic mode on]