Apple se toma muy en serio convertir a su reloj inteligente en el compañero perfecto para hacer deporte. Tanto que tiene un gimnasio secreto al que destina una gran cantidad de recursos para investigación. De ellos, una parte significativa tiene que ver con nuestra forma de nadar, así como de correr, andar o ir en bici.
33.000 horas en forma de datos
Al menos dos medios fueron invitados al laboratorio de Apple la semana pasada: la revista del MIT y Axios. Ambos se refieren a las instalaciones como "secretas". Es curioso que se refieran al laboratorio como secreto, cuando en realidad supimos por primera vez de él hace dos años. Lo que sí es cierto es que Apple afirmó tener más de 33.000 horas de la forma en que la gente anda, corre, va en bicicleta y nada. Esto se traduce en una persona haciendo ejercicio durante 3 años, 9 meses y 10 días. Sin parar.
Según la compañía, esto supone más horas de datos de actividad física que nadie más en la industria. El objetivo de esta recopilación de datos es desarrollar y afinar los algoritmos de monitorización de actividades en el Apple Watch. De momento, Apple ha conseguido que su reloj sea el dispositivo más fiable a la hora de medir la frecuencia cardíaca, aunque no tanto en calorías.
Precisamente para seguir mejorando, este laboratorio cuenta con 13 doctores, especialistas y fisiólogos, además de 29 enfermeros y médicos. Además, se ha convertido en el mayor comprador de equipos metabólicos (arriba en la imagen) para medir con precisión las diferentes constantes. En total tiene 50 de estos equipos, la mitad de ellos son portátiles.
Y es que las pruebas de la compañía se realizan con estos equipos sobre empleados voluntarios que hacen de "conejillos de indias". Para actividades en el exterior, como ciclismo, los empleados van acompañados de un guardia de seguridad (suponemos que debido al alto valor de los equipos). Para natación, la compañía también utiliza estos equipos móviles que le ofrecen una visión muy completa de nuestra forma de nadar.
"La gente no nada tan bien como se piensa"
El encargado de dirigir estas instalaciones es Jay Blahnik, una de las personas clave del desarrollo de la Fuelband de Nike y actual director de salud y fitness de Apple. Para las pruebas de natación, Apple utiliza una piscina interminable, que es lo que aparece en el video inferior.
Es una piscina de unos dos por tres o cuatro metros en la que se proyecta una corriente sobre el nadador. Es similar a una cinta de correr, pero con agua. Blahnik explicó que en las pruebas que han ido realizando, se ha dado cuenta de que la gente no nada tan bien como se piensa. Algo que ha notado incluso entre quienes nadan de forma regular, ya que sus brazadas no se distinguen todo lo que deberían al nadar en estilo libre o a braza.
En otras ocasiones, los mismos empleados voluntarios deben realizar pruebas no de actividad física sino de todo lo contrario. Apple también necesita saber cuántas calorías consumen estando sentados en una silla.
Para terminar el recorrido, Blahnik enseñó a los reporteros una prueba de la integración de watchOS 4 con equipamiento de gimnasio. Hace unos días hablamos de este tema, que pasó casi desapercibido en la keynote de junio. A partir de este otoño, el Apple Watch va a poder sincronizarse con los equipos y maquinaria de gimnasio compatible, para intercambiar datos.
El Apple Watch centralizará el número de pasos, pedaladas, inclinación, kilómetros recorridos, series y kilogramos levantados en equipos de gimnasio con la app Salud y Actividad. De esta manera, el usuario podrá tener un control completo de su actividad física también en ejercicios indoor. Un añadido muy interesante, ya que en deportes de interior el reloj de Apple no podía registrar todas las métricas.
Poco a poco, Apple va completando y añadiendo nuevas dimensiones al ejercicio y actividad física en el Apple Watch. Este otoño supondrá un salto importante en esta experiencia, haciendo que su dispositivo wearable sea una de las propuestas más contundentes del mercado.
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