El Apple Watch encierra en su pequeña caja de metal y cristal una gran importancia para la compañía de Cupertino. Se trata de una categoría nueva, para la que la compañía no tiene ninguna experiencia previa. Al igual que ocurrió con otros productos como el iPhone o el iPod, Apple ha tenido que aprender sobre la marcha.
Son varios los ejecutivos que han repetido en un puñado de ocasiones que el Apple Watch es el dispositivo más personal de la compañía. Para reforzar esta visión, Apple ha creado una amplia variedad de correas que sirven para satisfacer todos los gustos. Un año después de su lanzamiento, es el momento de repasar la breve pero intensa carrera que han seguido estos accesorios del Apple Watch.
Las correas del lanzamiento
El Apple Watch vio la luz con tres colecciones diferentes: aluminio, acero y oro. Cada una de estas colecciones se encuentran en dos tamaños de la caja, en 38 y 42mm. Acompañando el elemento central de este dispositivo vimos veinte correas diferentes, divididas en diferentes "familias":
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Las correas de fluoroelastómero (goma) en cinco colores (negro, blanco, rosa, verde y azul) eran las únicas que Apple diseñó para el modelo más asequible, el Apple Watch Sport. Pero también se encuentran en la colección de acero y oro. En esta última, el broche es también de este metal precioso.
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El Apple Watch de acero gozaba en su lanzamiento de una variedad más amplia que el Sport. Además de los cinco colores de las correas de goma, teníamos dos de acero (milanesa y de eslabones) y siete de cuero de diferentes tipos y colores (hebilla clásica, hebilla moderna, Loop).
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Para el modelo más exclusivo, el Apple Watch Edition, Apple tan solo ofrecía cinco tipos de correas que además no estaban disponibles para ambos tamaños. Dos de ellas eran de goma y las otras tres eran hebillas modernas y clásicas.
En total, teníamos veinte correas en diferentes tamaños que permitían tener un total de 34 combinaciones distintas. Para un dispositivo wearable en el que la personalización era algo primordial, Apple no se quedó corta en variedad. Aunque no fue suficiente.
Nuevas correas en septiembre y marzo
No pasaron más de seis meses desde su lanzamiento hasta que la compañía californiana decidió actualizar e incluir nuevas correas para su reloj inteligente. Una actualización claramente orientada para preparar este dispositivo para la campaña navideña, apenas unos meses después:
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Apple añadió diez nuevos colores a la correa Sport de goma, entre ellas el rojo, muy popular. Además, estrenó nuevos colores para las cajas de aluminio: color oro y oro rosa.
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Para la colección de acero tan solo vimos una nueva correa de cuero marrón, muy clásica.
Pero la verdadera novedad de esta actualización fue el lanzamiento de su alianza con Hermès. Con esta iniciativa, Apple traía como socio a una compañía de gran reputación en el mercado de productos de cuero. A esta correa había que añadirle una esfera exclusiva de este modelo, acorde con el estilo y tipografía de esta marca de moda.
Esta actualización se podía interpretar como un reconocimiento al éxito de la colección Sport. Al tratarse de la opción más asequible e idéntica en funcionalidades a las otras dos colecciones, podemos deducir que la mayoría de ventas de este wearable se concentraban en ella. Sobre todo de cara a ser un regalo en Navidad.
En cuanto a la actualización de hace unas semanas, Apple lanzó cinco correas de un material nuevo, nylon, además de una correa milanesa de color negro. Un tipo de correa también orientado al modelo Sport pero que encaja estéticamente en el modelo de acero. Al mismo tiempo y a punto de cumplirse un año de su lanzamiento, Apple bajó el precio del modelo Sport en 50 dólares, colocándolo en 299 dólares para el de 38mm.
Apple y el puerto misterioso del Apple Watch
En cuanto se lanzó el Apple Watch al público, los primeros usuarios descubrieron un puerto misterioso. Situado en el "carril" donde se encaja uno de los extremos de la correa, este puerto dio lugar a todo tipo de especulaciones. De todas ellas, nuestro compañero Miguel López recogió las cuatro más creíbles.
Apple no permite el acceso oficial a este puerto, pero resulta muy interesante su existencia. Aparte de para realizar diagnósticos al dispositivo, creo que su destino es ampliar las funcionalidades del Apple Watch. Se trata de un dispositivo de dimensiones muy reducidas, donde la parte "inteligente" se centra en la caja de metal que encierra sus circuitos. Pero no hay nada de inteligencia en las correas.
Para un dispositivo que se encuentra en contacto permanente con nuestro cuerpo, esto suena a desperdicio de oportunidades. Teniendo en cuenta las relaciones cada vez más estrechas entre Apple y diferentes hospitales de EEUU, no sería extraño encontrarnos con correas que midan algún tipo de parámetro de nuestro cuerpo de otra forma.
El Apple Watch tiene importantes restricciones en peso y dimensiones debido a la naturaleza de los dispositivos wearables. La correa puede ser la forma de que crezca en funcionalidades sin perder en otros frentes: peso, comodidad, volumen. Esperemos que este septiembre tengamos noticias al respecto.
En Applesfera | Apple Watch, 365 días después.
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