Hay tantos puntos conectados hacia atrás en esta historia, que podríamos hablar prácticamente de raíces más que de comienzos. Durante toda la vida de Apple, se han forjado cientos de alianzas pero siempre ha habido una estrategia: conseguir los mejores productos aunando innovación, diseño y tecnología en un espíritu claramente diferencial con el resto de marcas. Para conseguirlo, se han buscado alianzas en terceras compañías que han proporcionado las piezas de este inmenso puzzle del que se compone cada nuevo dispositivo que sale al mercado.
Apple siempre ha entendido que el valor de un producto no sólo es la suma de sus partes, también es el valor de lo que se puede crear con él. Es la combinación de software, hardware y ecosistema la que fijan cada gama de productos como herramientas, y tener el control de cada ámbito supone esa diferencia entre dejar cosas al azar de cualquiera o el exceso de atención por los detalles que define a los artistas. Durante años, han ido especializándose en cada parte esencial de cada producto, siendo una parte importante en la historia de Apple las transiciones - entendidas como cambio radical en un núcleo importante de la compañía que obliga a agitar en cierta forma ciertos pilares esenciales.
Steve Jobs no sólo diferenciaba transiciones hardware, también el cambio de OS 9 a Mac OS X fue importante para la compañía
Las dos transiciones más importantes fueron los cambios de arquitectura en el procesador - el corazón - de sus Macintosh. En la primera, pasamos de utilizar chips Motorola 68K a IBM Power PC. En la segunda, pasamos de Power PC a Intel. El motivo de estos cambios siempre fue el mismo: la compañía quería hacer mejores productos y necesitaban progresar para poder conseguirlo. Hay que destacar que incluso el propio Steve Jobs cuenta con una transición de software importante: el cambio de OS 9 a Mac OS X, como una de las revoluciones en la historia de Apple y chispa que inició ciertos cambios que impactaron no sólo en el camino de la propia compañía, también en la competencia. ¿Por qué es tan importante el cambio a la arquitectura ARM que venimos comentando estos días, y como será?
¿Os acordáis de la keynote del WWDC05? ¿No parece que haga tanto, verdad? Pero sí, desde entonces han pasado muchas cosas. Estamos más lejos de allí, que del futuro.
El mundo era distinto
Era tan diferente, que sólo con un primer visionado de aquella presentación ya nos sitúa muy lejos - temporal y mentalmente - de cómo vivíamos la tecnología aquel Junio de 2005. Jobs inició la presentación, hablando de las 109 tiendas físicas que existían en todo el mundo. Hoy hay 501. Luego pasó a uno de los productos estrellas, de los que más beneficios daba a la compañía. No, no era el iPhone - aunque en aquellos momentos ya estaba en la mesa de diseño - sino el iPod. Dominaba el 84% del mercado de los reproductores de música portátiles.
Jobs nos contaba también algo que le parecía una pequeña revolución: el nacimiento del podcasting - palabra compuesta de “iPod + broadcasting” - como algo que podría redefinir la radio en los próximos años. Aquello era tan nuevo, que tuvo que describir con una analogía a qué se parecía: un TiVo para la radio, una forma donde poder ver bajo demanda contenidos. Hizo una demo de cómo suscribirnos a un podcast desde iTunes. Sí, tan lejos estamos de allí ahora mismo.
El porcentaje de crecimiento del Mac sobre el PC era innegable, y la prensa amaba Mac OS X Tiger. Spotlight parecía algo de ciencia ficción, esa búsqueda instantánea dentro de un sistema operativo y sus aplicaciones era algo que no se había visto nunca. Microsoft años después intentaría hacer algo parecido con Longhorn, pero les costó varias iteraciones hasta llegar a lo que Apple tenía ya puesto en el mercado. Se presentaron los Widgets para el Dashboard de Tiger, había más de 400, y se anunció Leopard como el siguiente gran Mac OS X.
Pero la compañía no podía evolucionar a nivel de hardware: el prometido PowerBook con procesadores PPC a 3Ghz no podía construirse porque la tecnología de IBM no era tan eficiente energéticamente como para un dispositivo portátil. Apple debía buscar una salida y la encontró en Intel: el mapa de ruta de sus procesadores Core para el futuro era brillante, el consumo por vatio era tremendamente eficiente y tenían la capacidad técnica de encargarse de todo el proceso. Gracias a esa alianza, llegaron los primeros MacBook Pro con Intel Core 2 Duo y toda la gama de Macs fueron progresivamente actualizándose.
La alianza con Intel
La alianza con Intel hizo que Apple perdiera algo importante: el control sobre el diseño y adaptación de sus propios procesadores. La división que se encargaba de esto fue cancelada por Jobs con la llegada de Intel ya que ellos se encargarían de todo. El riesgo que esto conllevaba era perder en cierta medida el control de los tiempos de puesta en producción, pero ganaban un aliado importante y consolidado que se lo resolvería porque tenían la capacidad para ello.
A pesar del ofrecimiento de Jobs, Intel no quiso participar en la creación del procesador para el iPhone original
Intel perdió una de las oportunidades más grandes en la historia de la informática. El mismísimo Steve Jobs habló con Intel para ofrecerles la construcción del procesador de un nuevo dispositivo que comenzaba a esbozarse precisamente ese 2005. El nombre en clave era Project Purple, aunque dos años más tarde lo conoceríamos como iPhone. Intel no vio oportunidad de negocio ahí y no pensó que fueran a vender tantas unidades de él como para tener una buena rentabilidad. Obligó a Apple a trabajar en el propio diseño de sus procesadores, alisándose con TMSC y Samsung. Para el iPhone original, Apple creó de nuevo un equipo que recuperara el conocimiento de la arquitectura ARM - de la que fueron parte de un consorcio años atrás - y que diseñara el primer APL0098 del iPhone original, que Samsung construyó.
Cuando Apple lanzó el iPad ya no contó con Intel - su nuevo procesador A4 (el primero de la "serie A") comenzó un nuevo rumbo
Ese equipo se dio cuenta de las posibilidades de volver a tener las riendas a la hora de diseñar el corazón de su tecnología. Intel durante esos años denostó la arquitectura ARM, en pro de su x86, mientras que Apple aprendía más y más sobre eficiencia y potencia para dispositivos móviles - sentando las bases para los dispositivos que empezaban a ser populares. En Marzo de 2010, ya habían aprendido tanto sobre ello y tenían tan claro lo que querían, que ni le propusieron a Intel colaborar en su nuevo tablet - el iPad. El procesador empezaba a ser tan potente que, como todas las cosas importantes, empezaron a nombrar de forma más coherente: el chip A4, el primer chip de la serie “A” (por Apple), como quien le pone el apellido a su hijo. Con él y sus posibilidades, también llegó la pantalla Retina y supuso el inicio de un cambio de rumbo.
El diseño de los nuevos procesadores por parte de Apple supondrá para la compañía no depender de la hoja de ruta de ninguna compañía externa, nunca más. Ellos serán quienes marcarán los tiempos y el diseño adecuado explícitamente a los productos, sin ser derivaciones o versiones de algo ya existente que haya que hacer a posteriori. Un ejemplo claro fue el retraso de la incorporación de los chips Skylake de Intel en los MacBook Pro de finales de 2016. La decisión de cambiar a la tecnología ARM, dará a Apple control completo y una libertad creativa sin precedentes.
La agenda de la transición a ARM
El cambio a arquitectura Intel fue alabado por la industria como una de las mejores transiciones realizadas en el mundo de la tecnología. No es un paso fácil, ya que en ese viaje era incluso posible que la compañía diese un paso en falso y fracasara: ocurrió con Commodore en los 90, por ejemplo. La transición se basaba en pilares esenciales:
- Máxima transparencia al usuario: los sistemas operativos funcionaban como mínimo igual de bien que en su versión PPC.
- Facilidad para los desarrolladores: a la hora de recompilar sus aplicaciones para la nueva arquitectura, facilitando una interfaz de desarrollo sencilla y robusta con Xcode.
- Retrocompatibilidad con software PPC: Apple creó Rosetta, una capa de emulación invisible en Mac OS X que permitía ejecutar aplicaciones PPC a una velocidad más que aceptable. Recibió varios premios de tecnología por su valor de cara al usuario.
Las fechas de la transición también siguieron cierta coreografía. Desde Junio de 2005 que se anunció hasta Enero de 2006 donde se presentó el primer iMac y el MacBook Pro con procesadores Intel, se siguieron actualizando productos PowerPC. Viendo las fechas de aquel momento - y lo bien que les funcionó - se me ocurre en una hoja de ruta que podría parecerse a esto en el futuro:
- Diciembre 2017: Bloomberg asegura que Apple permitirá que las apps de iOS funcionen en una nueva versión de macOS prevista para el próximo año.
- Abril 2018: Bloomberg filtra que Apple comenzará a utilizar procesadores diseñados por ellos con arquitectura ARM a partir de 2020.
- Junio 2018: Apple presenta macOS 10.14, con la anticipada compatibilidad de apps iOS (probablemente las primeras sean las versiones de iPad). Para ello, el nuevo sistema operativo contará con una capa de emulación similar a Rosetta para los Mac Intel.
- Septiembre 2018: Apple presenta un nuevo procesador A12 para el iPhone 2018 con mejoras de potencia y rendimiento energético significativas, igualando en potencia a la gama de escritorio de Intel y con funciones específicas para el dispositivo diseñadas por Apple.
- Junio 2019: Apple anuncia la transición a la arquitectura ARM. Para ayudar con este cambio, aparecerán Macs que cuenten por primera vez con un co-procesador ARM junto al Intel. Un nuevo macOS aparecerá, y se desvelará que macOS lleva compilándose para ARM desde hace años (como ya ocurrió con la transición a Intel).
- Junio 2020: Un nuevo macOS preparado para ARM, con compatibilidad directa para apps iOS y aunando por primera vez ambos mundos - el primer sistema operativo realmente “unificado”, de forma que el desarrollo de uno no impacte negativamente en el otro. La interfaz cambiará significativamente permitiendo que por primera vez macOS esté realmente preparado para el mundo táctil.
- Abril/Junio 2021: Los primeros Mac con procesadores ARM diseñados específicamente por Apple salen al mercado, sin arquitectura x86, dando la transición por finalizada.
Evidentemente es atrevido aventurarse tanto en el futuro teniendo en cuenta todas las variables que tendrá en cuenta una compañía como Apple, pero sin duda es un ejercicio interesante basado en la experiencia previa. Es un camino fantástico el que se embarca a partir de estos meses y que seguramente ya comenzaremos a esbozar en la WWDC18, con las pistas que la compañía nos está dando a lo largo de los últimos años. Es sin duda más que un destino, un punto de partida al que Steve Jobs quería situar Apple en el futuro - y cada día estamos más cerca de él.
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