Aparqué el coche en el parking del centro comercial. Algunas de mis canciones favoritas estaban sonando en CarPlay, y cuando apagué el motor pensé que quizás no hubiera sido mala idea pedirle a Siri que me pusiera la banda sonora de la película, para ambientar un poco más el previo.
En el cine no había mucha gente, no dejaba de ser lunes y algunos ya habían comenzado a trabajar. Algunas parejas con resaca - aún - del año nuevo y pequeños grupos de amigos que querían aprovechar los últimos días de vacaciones. En la cola de las palomitas ví que uno de aquellos grupos iba a ver la película.
La sala tenía una cantidad razonable de gente para el poco caudal de espectadores, reconocí a algunos de esos grupos entre los asientos. Mi butaca estaba en una de las últimas filas, así que mientras pasaba al lado de todos ellos la curiosidad me mataba. ¿Qué esperaba ver toda esta gente de la película? ¿Qué conocen de Steve Jobs? Llegué por fin a mi asiento, bastante centrado. Las luces a punto de apagarse, y justo antes de sentarme miré hacie adelante, hacia abajo. Casi todo eran iPhones. Y yo no dejaba de preguntarme si volvería a ver a aquel viejo amigo.
Tres actos
La película se divide en tres grandes actos. Al contrario de la anterior versión de la vida del genio que hizo Joshua Michael Stern, protagonizada por Asthon Kutcher, esta vez no veremos pasajes de su vida como en una película típica. Es más bien una gran obra de teatro guionizada para el cine, donde se concentran todos los hechos importantes en la vida de Jobs: su hija Lisa, que en la película tiene un gran papel protagonista, su salida de Apple, su visión de la informática, la relación con el resto de trabajadores de la compañía...
Estos tres grandes actos elegidos por el director Danny Boyle son el día de lanzamiento del Macintosh, la presentación del NeXTcube y por último la presentación del iMac original. Sin duda, son algunos de los momentos clave en la historia de Apple, pero es imposible concentrar en la trastienda que antece cada una de estas presentaciones el desfile de sucesos que aparecen en la película. Lo más difícil cuando hablas de Apple en concentrar en cada palabra todo el ADN propio de la compañía. En mi opinión, es mucho más que imposible querer hacerlo además en tres únicos actos.
El problema aquí es que la película se convierte en un teatro improvisado de todo lo importante que le pasa Jobs en su vida, lo cual no es creíble. Ni siquiera los flashbacks nos ayudan a ponernos en contexto, ya que son escasos y definen muy poco la esencia que llevaron a Jobs a ser quien en ese momento es en la película. Además la película consigue algo en mi opinión terrible para un biopic como el que pretende ser, que es convertir al protagonista en un mero hilo conductor de acontecimientos restándole la importancia que realmente se merece como personaje central.
Las similitudes
El proceso de documentación del guionista Aaron Sorkin se limitó prácticamente a la biografía de Walter Isaacson, con adaptaciones libres y casi metidas con calzador para que cuadraran con su idea de presentar a un genio en tres actos. Al final, consigue confundir al espectador que no conoce la historia porque no se explican los antecedentes correctamente de todo lo que está pasando - y se dan muchas cosas por supuestas - y a los que queremos ir más allá nos parece demasiado poco, y demasiado forzado.
Los personajes no están bien definidos, desdibujando su importancia y papel en la historia principal
Se le concede una importancia capital a la primera hija de Jobs, Lisa, utilizándola como punto de unión de muchas historias que destaca sobre otros acontecimientos de la época en Apple, importancia que no tuvo (no al menos de esa forma, y menos sobre sobre la compañía). A Woz se le desdibuja completamente presentándolo como alguien malhumorado y que aparece de vez en cuando a mendigar reconocimiento, y no se sitúa correctamente al personaje dentro de los puntos que conectan la historia. Su papel es casi secuestrado en el guión de Sorkin por un Andy Hertzfield (interpretado por Michael Stuhlbarg) completamente emborronado como pieza clave de desarrollo del Macintosh original, dotándole de otras atribuciones en la historia que nada tienen que ver con Apple.
Otro de los puntos que no deberían haber entrado en la historia son todas estas "adaptaciones libres" de la vida de Jobs que casi quieren tocar - aunque sean tangencialmente - los productos que todos conocemos hoy en día. Y es que hay tres momentos de la película en las que el guionista pretende hacernos sonreír con ciertas frases que parecen conectar los acontecimientos de la época con el Apple Watch, el iPod o el iPhone. Yo no dudo de esas conexiones en la historia de Apple, pero jamás pueden ser tan evidentes como nos quieren hacer creer en la película. Si quieren conectar los puntos debería haber sido una película que recorriera la historia de Apple hasta 2015 (con el lanzamiento del Watch), no hasta 1998. De nuevo, imposible de mostrar en tres actos, al menos si quieres hacerlo con más fidelidad y menos teatralidad.
El guión de Sorkin adolece de falta de conocimiento y propaga algunas inexactitudes del libro de Isaacson
En la anterior película sobre Jobs (la versión del director Stern), los acontecimientos estaban adulterados premeditadamente, pero el discurrir de la historia podría hacerlos casi creíbles por un neófito, podría llegar a entender todo lo que veía en la pantalla. El guión de Sorkin sin embargo adolece de una falta de conocimiento no sólo del personaje principal, sino también del contexto y del mundillo de la informática de la época. A pesar de no ser precisa en algunos eventos, la película que más fielmente ha retratado la historia de Apple es la conocida "Piratas de Sillicon Valley": su director, Martin Burke se pasó siete meses investigando la historia completa que quería transmitir al espectador, y según él, cada escena de su película puede ser verificada por una o dos fuentes. El mismísimo Woz rectificaba algunas fechas de la película pero verificaba la credibilidad de los hechos que estaba contando. Eso echo de menos en esta "Steve Jobs" y también en la anterior "Jobs".
Encontrar a Jobs
No puedo negar que tanto la dirección, como la fotografía de la película (así como su banda sonora) son muy buenas: de la producción de la película y como nos muestran cada plano no tengo ninguna pega. Sin embargo, aparte de los problemas del guión, también tenemos el problema de contar con actores que no nos hacen creernos la historia: Fassbender hace un buen papel, pero nunca nos lo creemos como Steve Jobs. Seth Rogen como Woz es directamente olvidable, ya que ni transmite el carisma ni tiene química con el resto del reparto. El resto de personajes vienen lastrados por una historia forzada y una falta de conexión más que evidente con el espectador, mucho más si ya conocemos a los personajes reales.
Como película no puedo decir que sea mala, es en momentos entretenida e incluso divertida, pero como guión no está a la altura de la historia de Apple, ni de los personajes que intenta representar. Se queda sólo en un intento de teatralizar uno de los momentos más importantes en la historia de la tecnología y desdibuja la forma en la que se traslada al espectador, dando la sensación de haber visto un puzzle de acontecimientos encajados y de no llegar nunca a nada importante.
No dudo que hacer una película sobre Steve Jobs sea algo casi imposible, casi injusto en cierto sentido. Pero si creo en hay ciertas aproximaciones más correctas que otras, buscando formas de dibujar a un genio y no de ponerle más límites, más bien al contrario. Tampoco me parece correcto que todas las películas sobre Apple o Jobs sean de la época anterior a 1998, cuando es posteriormente donde la compañía entra en el camino de la Apple que todos conocemos y se dibuja no sólo su futuro, también el de su impacto en nuestra sociedad.
Me levanté de mi butaca, y pasé de nuevo por todos aquellos iPhones de los espectadores que habían acudido al cine, dos de ellos, fijándome ahora más de cerca, llevaban dos Apple Watch. Al salir de la sala, en un restaurante cercano, algunos niños con iPads jugaban o veían dibujos. Yo, antes de llegar a casa, pensé en encargar comida a domicilio a través de alguna aplicación. Me senté en mi coche, le pedí a Siri alguna canción, y me marché.
Es curioso. Fui al cine para buscar a Jobs en aquella película y lo encontré fuera. Quizás por eso sea tan complicado contarlo en 122 minutos.
En Applesfera | Crítica de la biografía de Walter Isaacson sobre Steve Jobs
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