Ya venimos diciendo desde hace un tiempo cómo China está siendo muy estricta a la hora de aceptar productos de software y servicios online extranjeros a su país, por miedo a la influencia occidental que estos pueden causar. La última señal de ello nos la trae el New York Times, quien afirma que Apple está siendo sujeta a inspecciones exhaustivas de sus productos.
En esas inspecciones, que también se hacen a otras compañías tecnológicas de occidente, las autoridades del gobierno chino preguntan presencialmente a empleados con experiencia o incluso a ejecutivos de Apple acerca del funcionamiento de sus productos. No es nada dirigido ni a una compañía ni a un país en concreto, pero sí que despierta preocupaciones entre las grandes tecnológicas.
Preocupación por influencias extranjeras y sospechas de espionaje
La razón: aparte de la propia naturaleza de las inspecciones, el gobierno chino podría utilizar lo aprendido en ellas para intentar conseguir secretos de cada compañía en un ejercicio de espionaje industrial. No hay pruebas que lo confirmen en este caso concreto, pero no sería la primera vez que ocurre.
Como ya hemos comentado otras veces, China es un mercado muy potente para Apple y para el resto de las tecnológicas de Silicon Valley. Pero para poder tener libre operabilidad en ese mercado, hay que cumplir las condiciones a veces draconianas que te imponga el gobierno del país. De ahí que a veces Apple tenga detalles como el de la última actualización de Garageband y Tim Cook quiera reunirse con altos cargos de ese gobierno, por ejemplo.
Imagen | Robert
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