Fue la noticia de la semana pasada. Jony Ive, una de las personas más influyentes del mundo tecnológico, recibía un ascenso para un puesto que nunca antes había existido: director en jefe de diseño de Apple (CDO por sus siglas en inglés). Sus responsabilidades de gestión diarias pasarían a estar en manos de Richard Howarth y Alan Dye, dos empleados de Apple de los que no sabíamos nada hasta hace unos meses.
Según Apple, se trata de una forma de liberarle de la pesada carga de la gestión para centrarle en "proyectos de diseño actuales, nuevas ideas e iniciativas futuras". A pesar de esto, la promoción de Jony Ive ha sido interpretada de dos maneras diferentes:
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Aceptando las razones del ascenso divulgadas por Tim Cook como ciertas y sin darle más vueltas.
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Buscando el "gato encerrado" e interpretándolo como un primer paso hacia la inminente jubilación del genio del diseño y consecuente catástrofe para Apple.
Creo que la verdad puede encontrarse a medio camino entre ambas teorías. Para ayudar a explicarlo, me gustaría comenzar con una historia de mi saga de ciencia ficción favorita: La Fundación.
SPOILER: El Emperador Galáctico y el jardinero
A decir verdad, no es un gran spoiler ya que se trata de un libro que lleva muchos años publicado, pero ahí va el aviso. La historia tiene lugar durante un intento de asesinato de Hari Seldon, el creador de la ciencia predictiva de la psicohistoria y protagonista de la saga.
La persona que evitó el atentado fue Mandel Gruber, jardinero del Palacio Imperial durante el reinado de Cleón I. En agradecimiento, el propio emperador le nombra Jefe del jardín imperial. El puesto suponía un aumento de sueldo pero también abandonar el tipo de vida y trabajo que gustaba a Gruber por uno administrativo y detrás de un escritorio, alejado de los jardines.
Gruber comienza a tener serios problemas para aceptar su nuevo trabajo y acaba planeando y ejecutando el asesinato del propio Emperador. De esta forma, se inicia la decadencia del Imperio y su entrada en una era de caos, desorden y guerras en toda la galaxia.
Las motivaciones de Jony Ive
Hace alrededor de tres años que Scott Forstall abandonaba Apple debido a una serie de desencuentros con la compañía, siendo el desastre de los mapas de iOS 6 uno de los más sonados. En ese momento, Jony Ive comenzó a ganar más influencia y poder dentro de la compañía de Cupertino.
Aunque suponemos que el progresivo aumento de las responsabilidades vendría acompañado de un buen paquete económico (acciones y sueldo), lo cierto es que el dinero nunca ha sido una motivación para Jony Ive ni para Apple. Lo que realmente motiva a alguien como él es poder enfrentarse a nuevos retos. Resolver problemas de forma diferente.
Las labores de gestionar un equipo de diseño además del responsable de las interfaces de usuario han acabado por alejarle de lo que más le gusta: el diseño en su significado más amplio. No me cabe duda de que las funciones que ha acabado teniendo Ive eran de carácter temporal y estaban planificadas desde el principio y hace años.
Al igual que el jardinero de La Fundación, alejar a alguien como Ive de lo que más le gusta hacer no tiene sentido. Como es lógico, el desenlace no llegaría a ser tan dramático como en la novela, pero de continuar con sus excesivas responsabilidades le hubieran llevado a abandonar la compañía.
El reto de alimentar a un genio
Jony Ive probablemente tenga suficiente dinero para mantenerse a él y su familia durante muchos años. Cuando uno llega a ese nivel, el dinero sigue siendo importante, pero deja de ser un factor que te motiva a ir todos los días a trabajar.
Lo que realmente mueve y retiene al talento son los nuevos retos. Para encontrar pistas de las razones del nuevo puesto de Ive, tenemos que fijarnos de nuevo en las palabras que escribió Tim Cook la semana pasada:
El diseño es una de las formas más importantes en que nos comunicamos con nuestros clientes, y nuestra reputación para el diseño de clase mundial de Apple se diferencia de cualquier otra compañía en el mundo. Como Director en jefe de diseño, Jony seguirá siendo responsable de todos nuestros diseños, centrándose exclusivamente en proyectos de diseño actuales, nuevas ideas e iniciativas futuras [énfasis añadido].
Veamos, ¿qué proyectos de diseño actuales e iniciativas futuras puede estar tramando Apple? En primer lugar, tenemos el Apple Watch. Un producto que acaba de ser lanzado y que apenas está llegando a los millones de usuarios que lo adquirieron en cuanto salió a la venta.
Sin duda, el Apple Watch ha sido un proyecto liderado en su totalidad por Jony Ive (y ejecutado por Jeff Williams, COO de Apple). Es su bebé. Puede verse la mano de Ive en todos sus elementos: correas, cajas de acero, aluminio y oro, interfaz novedosa. Es un producto 100% Jony Ive. 100% Apple.
Luego está, por supuesto, el rumoreado Apple Car o Project Titan. Para mí, el coche eléctrico de Apple está ya fuera de toda duda desde que Jeff Williams pronunció eso de "el coche es el dispositivo móvil definitivo".
Uno simplemente no abandona Apple así como así. En medio del momento más importante de su historia. Cuando está a punto de enfrentarse al mayor de sus desafíos: revolucionar la industria del automóvil. Un sector que no ha visto ninguna revolución significativa desde que Ford crease la fabricación en serie de vehículos hace cien años.
Preparando Apple para el futuro
Aunque la compañía de California esté rompiendo récord tras récord, llegando incluso a que sesudos analistas cuestionen sus propias concepciones económicas, es inevitable pensar que Jony Ive (o cualquier otro directivo clave) no va a estar para siempre en Apple. Una lección que la empresa aprendió cuando hace casi cuatro años fallecía Steve Jobs.
Apple debe asegurarse un flujo constante de gran talento
Jobs era muy consciente de ello debido a la enfermedad que acabó con él, algo para lo que estuvo preparando a la compañía desde su retorno en 1997. Llegará un día en el que Eddy Cue, Tim Cook, Jony Ive, Phil Schiller, Craig Federighi o Luca Maestri no estén en Apple. Al igual que Forstall, John Rubinstein o Tony Fadell ya no están en ella. El verdadero problema es mantener una fuente de talento en constante creación. ¿Cómo solucionar este problema?
En tres palabras: Universidad de Apple. "Crear una compañía que perdure el paso del tiempo, como en el juego Civilization" era como definíamos el problema. Por eso, la Universidad de Apple es tan importante. Un lugar en el que se analizan las decisiones, éxitos y fracasos de la compañía para perpetuar lo que les hace diferentes: una forma única de ver, analizar y afrontar los problemas desde un punto de vista tecnológico y humano.
Creo que la siguiente generación de ejecutivos de Apple van a estar muy influenciados por este programa de formación. De tener éxito en su objetivo, puede que los entusiastas de la tecnología tengamos entretenimiento asegurado para rato.
En Applesfera | Jony Ive en imágenes, un repaso relámpago a la carrera del Director Jefe de Diseño de Apple.
Imágenes | Phil Roeder y The Guardian.
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