Todo el mundo está hablando de ello: el Samsung Galaxy Note 7 ha muerto. Y con la cobertura que nuestros compañeros están haciendo del tema, nosotros preferimos centrarnos en Apple. ¿Pero le ocurre algo a Apple como para que estemos mencionando este revés de Samsung? Sí: sus acciones han alcanzado los valores más altos en lo que va de año.
Concretamente se ha llegado a pagar por acción la cantidad de 116,73 dólares, y mientras escribo estas líneas el precio se ha quedado en 116,05 dólares. No se veía algo así desde diciembre de 2015, cuando las acciones de Apple llegaron a costar 122,57 dólares.
¿Esto lo ha provocado Samsung exclusivamente?
Probablemente no. El que tu competidor principal sufra un error de este calibre hace que recuperes algo de confianza en los mercados, de eso no hay duda (y más cuando se estima que Samsung podría perder hasta 17000 millones de dólares). Pero una mejora en las previsiones de los iPhone 7 también puede haber animado a este aumento del 20% tras varios meses en los que las acciones de Apple se mantenían estables.
Tampoco sería raro que por estos mismos motivos otras compañías como Google también se vean beneficiadas: recordemos que Google está en época de lanzamiento con sus nuevos terminales Pixel. Es simple: cuando uno de los rivales cae el resto se aprovecha de la situación. Y de momento para Apple eso se traduce en mayor valor mercantil y mejores previsiones de venta para sus iPhone.
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