Fundación en Apple TV+ es el evento tecnológico del año

Leí por primera vez Fundación con 12 años. Casi todo lo que amo y odio en mi vida lo descubrí allí, y no fue nada fácil: me había fascinado El Juego de Ender, uno de mis libros favoritos, pero el universo que había creado Isaac Asimov en sus mundos, era otra cosa. Lo que parecía una historia adquiría una escala gigantesca en todos los sentidos, y no podía despegarme de aquellas primeras páginas porque era la primera vez que leía una historia donde literalmente, la escala de todo parece infinito.

No digo que no recuerde aquellos momentos de preadolescencia con cierta nostalgia. Me gustaba leer y descubrir cosas y hacía apenas dos años que me habían regalado mi primer ordenador con unos increíbles 64Kb de RAM. Semejante cantidad de memoria hacía posible prácticamente todo en la época: la tecnología llegaba por fin a nuestras casas y todo era un descubrimiento. Estas historias del futuro me interesaban porque me fascinaba lo que podíamos hacer con la tecnología en aquel momento, y estaba ansioso por descubrir hasta dónde podíamos llegar. Utilizaba la ciencia ficción para buscar estas respuestas.

Y las iba obteniendo. Las historias de la época eran estridentes, llamativas - excesivamente floridas en ocasiones - y cada relato se cerraba en el corto plazo, los héroes tenían prisa por hacer su trabajo y los villanos iban sin tiempo para impedírselo. El mundo, los mundos - de éste, o de cualquier otro universo - estaban esperando que los recorriéramos con atención desde el presente para maravillarnos exactamente de la misma forma que esperábamos hacerlo. Y vaya si lo conseguían.

Me preguntaba si existiría un paso más dentro de la ciencia ficción que llevara aún más lejos los límites de aquellas historias que me fascinaban. Buscaba el futuro del futuro que nos relataban aquellos autores. Y entonces Fundación me encontró: era el único libro en la sección de "ciencia ficción" de la biblioteca de mi ciudad que no tenía en la portada unas llamativas naves espaciales o un titular digno la mejor película de serie B. Era una edición de Bruguera de principios de los 80, que yo leí en aquel 1989. Letras azules, en grande. ISAAC ASIMOV. En naranja, FUNDACIÓN. Y un extraño símbolo en forma de estrella. Nada más. Aquel libro parecía más bien una biblia, y en cierto sentido, lo fue.

No sé si te gustará - me dijo el bibliotecario - es de los pocos libros que no se llevan mucho, siempre está en esa estantería. Eso sí, quien lo lee me cuenta maravillas. Creo que hay más partes por ahí.

Leí los primeros capítulos ese fin de semana. No encontré nada de lo que me esperaba, y eso fue lo que me enganchó. Mientras todas las historias nos narran héroes con misiones épicas, aquí conocía un sólo hombre que parecía tener ya todas las respuestas. Un anciano, débil y engreído. Se llamaba Hari Seldon y estaba a punto de aterrorizar al Imperio que gobernaba el universo conocido con sus predicciones.

La magnitud de Fundación es la de no ponerse ningún límite

Isaac Asimov quería escribir un libro de historia, pero la historia humana se le quedaba corta. Había aprendido casi todo del imperio romano en libros de la época, y pensaba que aquello daba para mucho más pero sólo si nos alejamos de la Tierra. La historia de Fundación está a una escala que cuesta incluso si tratamos de imaginarla: la palabra no tiene límites y él no se los puso tampoco. El escenario de la obra está basado en mas de 20 millones de sistemas estelares administrados por un planeta capital llamado Trántor a lo largo de más de 30.000 años.

Esta civilización gigantesca está tan lejos de nosotros como nosotros lo estamos del Big Bang: el origen el hombre se pierde entre los eones de las viejas historias - antes de los robots - y la verdad, a nadie le interesa aquello más que su propio futuro. Y el futuro va a ser un caos: Seldon predice el fin del Imperio gracias a la psicohistoria, y con él, una época de oscuridad y decadencia como no se puede imaginar - porque la arrogancia humana sigue intacta también en esta historia y más presente que nunca en los emperadores desde Cleón I, el último de la dinastía Entun y también el último en hacer caso a Seldon.

"No podéis salvaros. Sólo podéis salvar vuestro legado". Para ello, Seldon y un grupo de fieles forman Fundación, una institución científica que se alejará al extremo más lejano de la galaxia, con el objetivo de reducir el número de miles de años de barbarie tras la caída del Imperio Galáctico y almacenar el máximo conocimiento posible para conseguirlo. Sólo gracias a las leyes psicohistóricas se puede acortar ese declive, pero los emperadores no quieren darle tanto poder a Seldon y a sus enciclopedistas porque temen que todo sea una maniobra para derrocarlos. Comienza entonces una epopeya que dura años - siglos - a lo largo de la galaxia donde cada acto es más grande que el anterior, más bárbaro, más sorprendente.

Fundación como gran historia tecnológica

La historia de Asimov sobre Fundación son nada más y nada menos que 16 volúmenes escritos entre 1942 y 1992. Aunque sólo hablemos de los tres primeros libros escritos por él, "Fundación", "Fundación e Imperio" y "Segunda Fundación", estaremos hablando literalmente de millones de mundos y milenios de historias y personajes interconectados. Los rumores para llevar a las pantallas (a cualquiera) de Fundación llevan años en danza, pero vivían y morían casi al mismo ritmo: Roland Emmerich (director de Independence Day) quiso hacer una película con una parte de la historia. Jonathan Nolan (director de Interestellar) trató de conseguirlo en 2014, pero el intento fracasó aunque Nolan consiguió llevar la serie Westworld a HBO en 2016.

Durante años se pensó que Fundación era una obra técnicamente imposible de hacer en cine o en una serie, sobre todo por lo descomunal de la historia. El universo de Asimov reducido a una ventana es terriblemente complejo de trasladar, y la aventura que David S. Goyer ha producido para Apple TV+ puede haber conseguido trasladar esa épica y majestuosidad por fin a nuestros salones. Es la primera vez que algo así es avalado por los herederos de Asimov, y cuenta con un elenco de actores de primera fila como Jared Harris y Lee Pace.

Ésta es la historia de ciencia-ficción en la que muchos nos enamoramos de la ciencia-ficción, en la que descubrimos el poder de la tecnología y donde nos dimos cuenta que los héroes no siempre son los que llevan la mejor armadura, y donde el futuro puede ser igual de envidiable o temible. Si queréis leer algún libro de la saga antes del 24 de septiembre, aún estáis a tiempo. Sinceramente me emociona pensar que alguien pueda descubrir estos libros hoy en día y disfrutarlos como yo lo hice en su momento. Y que podamos vivirlos juntos en la pequeña pantalla (¡por fin!), comentar tanto y más sobre ellos, cuando llegue el momento... ¡Por el Gran Espacio, preparaos! Estamos a punto de conectar el visor con el cosmódromo...