La semana pasada cubrimos en Applesfera la presentación de los últimos resultados trimestrales de Apple. Abordamos este tema desde múltiples puntos de vista, como la desaparición del iPod de los resultados y las claves del éxito del iPhone. También veíamos cómo podía el iPad podía recuperar su protagonismo.
Ya fuera de manera directa o paralela, uno de los aspectos más recurrentes era el increíble éxito de ventas que había supuesto el iPhone. Miguel López lo resumía con esta gráfica la noche de la conferencia con accionistas:
Esta es la representación visual de vender 74,5 millones de iPhones en un único trimestre. Casi 51.200 millones de dólares. Un crecimiento en la facturación de un 57,5% año a año sólo en el iPhone. El resultado global es el mayor trimestre de la historia corporativa de todo el mundo: 74.600 millones de dólares de ingresos con un beneficio neto de 18.000 millones.
El resto de indicadores también soplan a favor de la dirección en la que navega Apple:
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Crecimiento del precio medio de venta del iPhone en 50 dólares año a año.
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Crecimiento de toda la facturación del 29,5% año a año.
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Todas las regiones del mundo en las que opera Apple han crecido a un ritmo de dos cifras.
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Un crecimiento año a año especialmente relevante en América con un 52% y China con un 82,5%.
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Una mejora del margen bruto de dos puntos hasta el 39,9% y del neto de 1,5 puntos hasta el 24,2%.
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La inversión en I+D sigue creciendo, hasta un 42,5% año a año y acelerando su ritmo.
Por supuesto, hay un punto negativo en estas cifras. Ese es el iPad y la acumulación de cuatro trimestres seguidos de caídas en ventas. Aunque si miramos las cifras absolutas, el iPad sigue con unas ventas de casi 9.000 millones de dólares. Un número envidiable para cualquier fabricante.
Apple vuelve a equivocarse
A pesar de estas buenas cifras, ya se han alzado las primeras voces diciendo que el iPhone es un riesgo para Apple. Un peligro debido a que el 69% de los ingresos de la compañía dependen de un único producto. Algo que todos hemos pensado en algún momento y cuyo razonamiento es muy tentador.
Si algo le ocurriera al iPhone, Apple estaría acabada. Esta vez de verdad de la buena. Todo este argumento me recuerda mucho al debate que vimos hace casi un año sobre la equivocación llamada Apple. Solo que esta vez Wall Street está del lado de la manzana mordida.
La semana pasada, Neil Cybart se fijaba en un artículo publicado en el New York Times por Toni Sacconaghi en el que afirmaba lo siguiente:
[En referencia al smartphone y al iPhone] Siempre va a existir el riesgo de un cambio de paradigma. Quien sabe qué podría ser eso, pero Apple vive y muere con el iPhone. Es una gran franquicia hasta que deja de serlo.
Tal como afirma Cybart, el razonamiento implícito en este argumento es que Apple ha llegado hasta donde está por pura suerte. Un par de mejoras tecnológicas aquí, un sistema operativo multitáctil por allá, un poco del apoyo de los desarrolladores mezclado con un buen tazón de suerte.
Steve Jobs primero y Tim Cook después estarían viviendo de las rentas generadas por ese golpe de suerte. ¿Es cierto ese argumento o es una de tantas teorías catastrofistas que giran en torno a Apple?
El mito del "está todo inventado"
Vivimos una de las épocas más innovadoras de la historia. A pesar de ello, no es raro escuchar que alguien diga eso de "está todo inventado, ¿qué van a hacer mejor que esto?". El argumento que hay detrás de que Apple está corriendo un gran riesgo con el iPhone es el mismo: ¿cómo van a hacerlo mejor el año que viene si ya está todo hecho?
Es cierto que esa es una pregunta que nos hemos hecho todos en un momento u otro a lo largo de cada lanzamiento de una nueva generación de iPhone. Y, sin embargo, Apple siempre ha encontrado una manera de llamar la atención del mercado vendiendo más unidades que el año anterior.
A veces son mejoras incrementales como una mejor cámara o un chip más rápido. Otros años son mejoras mucho más importantes como la incorporación de un sensor de huellas dactilares que la competencia no ha conseguido igualar. El error de creer en el argumento del "está todo inventado" es pensar en que sólo se puede mejorar a base de especificaciones técnicas.
Resulta obvio que cada incremento en las características técnicas no va a ser tan potente o rompedor que el anterior. Al final, esas mejoras acaban siendo irrelevantes para el usuario. Pero lo que hace Apple es mejorar la experiencia de usuario, no mejorar la tecnología porque sí. Uno nunca tiene suficiente experiencia de usuario, siempre se puede hacer algo mejor o de diferente manera.
Si pensamos en un buen restaurante, un buen coche, un hotel excelente o un viaje inolvidable, todos tienen en común esa experiencia fuera de lo común. Es algo que no se puede medir en una tabla de especificaciones ni tampoco es algo que todo el mundo valore de la misma forma. Pero eso es lo que hace Apple.
Ejecución, ejecución, ejecución
Desarrolladores, desarrolladores, desarrolladores - Steve Ballmer, ex-CEO de Microsoft.
Del mismo modo que Ballmer hizo de los desarrolladores su grito de guerra, Tim Cook ha convertido a la ejecución de su compañía en un auténtico mantra. En una empresa, las ideas no importan nada si no vienen acompañadas de la manera de llevarlas a cabo.
No ha sido cuestión de suerte. Ha sido responsabilidad de la ejecución, esa forma de alinear todos los recursos de una compañía con la visión que se tiene del futuro. Y llevarlo a cabo. Los apasionados de la tecnología con frecuencia nos olvidamos de este aspecto tan aburrido de las empresas que seguimos más de cerca.
Sin embargo, esa ejecución es igual de importante que la visión de una compañía. Según palabras de Tim Cook:
Creemos en la necesidad de controlar y ser propietarios de las principales tecnologías que hay detrás de los productos que hacemos, y participar sólo en aquellos mercados donde podemos hacer una contribución significativa.
Aunque desde nuestra posición veamos que Apple está estática y que su innovación parece no avanzar, no hay más que prestar atención a las novedades durante el año pasado:
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Touch ID y su integración con Apple Pay, un sistema de pagos móviles mucho más avanzado que el de cualquier competidor.
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HealhKit, la app de salud y los acuerdos con decenas de hospitales estadounidenses.
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HomeKit y la explosión de dispositivos compatibles el pasado CES.
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CarPlay como la manera de conectar el iPhone al coche.
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El Apple Watch depende directamente del iPhone, al menos en su concepción inicial.
Todas estas novedades han sido presentadas hace apenas unos meses. Todas ellas tienen que ver en mayor o menor grado con el iPhone. Apple está invirtiendo I+D en hacerlo más atractivo para el mercado, no a base de especificaciones sino a través de mejorar la experiencia de usuario.
El ordenador tradicional tiene más de 35 años a sus espaldas y sigue dando que hablar. El smartphone moderno tan sólo lleva ocho años entre nosotros. El verdadero riesgo de Apple no es un cambio de paradigma que desplace al iPhone, es dejar de mejorar esa experiencia de usuario con independencia del dispositivo que la lleve a cabo.
Apple ha alcanzado un nivel tan grande de éxito que depende sólo de sí misma. Para lo bueno y lo malo. La empresa de Cupertino ha cometido errores en el pasado (Ping, MobileMe o Pippin), pero sus éxitos ensombrecen a los fracasos. Por eso, creo que es hora de dejar de dudar de Apple.
En Applesfera | Nolan Bushnell, el hombre que contrató a Steve Jobs, habla sobre el terrible problema al que se enfrenta Apple.
Imágenes | Ed Uthman, Escapio y MyEyeSees.
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