Noviembre de 2014. Regresaba a casa tras varios días en Estados Unidos y camino del aeropuerto decidí comprobar cuántos dólares en metálico llevaba en el bolsillo. Sí, de aquellos cuyo cambio de vuelta a euros sería tan alta la comisión que no compensaba. Y vaya, tenía unos 100 dólares que tenían todos los boletos para acabar acumulando polvo en un cajón en casa, así que decidí darme un capricho y entré en una gran superficie "¿Qué me puedo comprar?", por aquel entonces mi corazón estaba dividido en lo que respecta a los smartwatch, pero básicamente se decantaba por pensar que eran absolutamente prescindibles y una inutilidad. Con este debate vivo en mi cabeza, cien dólares en el bolsillo con ganas de fundirse en algo, mis ojos cayeron en una estantería llena de Pebbles. Te puedes imaginar lo que sucedió después.
Fue un amor a primera vista: sin haber aterrizado todavía en Europa comprendí el alcance y potencial de un dispositivo que vibraba en la muñeca para anunciar sucesos. Y eso fue, en realidad, sólo el comienzo. No transcurrió mucho tiempo hasta que finalmente sucumbí a los encantos del Apple Watch. Amigo, aquello era algo completamente diferente: pantalla táctil en color, batería de tan sólo un día... ¿Me acabaría gustando tanto como el Pebble? Lo cierto es que pronto comprendí a la perfección las palabras de Guy Sémon, CEO de Tag Heuer, cuando dijo aquello de que "Apple Watch no es un reloj", y no lo es. El directivo soltó la frase con ánimo de minusvalorar el dispositivo, pero acertó de lleno en el pronóstico: Apple Watch no es un reloj, sino un dispositivo que va mucho más lejos.
Así le saco chispas al equipo
Limitar la utilidad de un reloj inteligente a su presunta redundancia de funciones (dar la hora, informar de las notificaciones...) es muy propio de alguien que no lo ha tenido en su muñeca, al menos durante un tiempo suficiente como para comprender el alcance de un dispositivo que abre un segmento que va a crecer de una manera que por el momento no somos capaces de conocer los límites. A estas alturas de la película, todos sabemos de qué es capaz Apple Watch, pero... ¿Cómo es el día a día con el equipo? Así lo uso yo a diario:
- Hablar por teléfono: Oh sí. Nunca lo pensé y supuse que Apple se pasó de frenada al anunciar que su reloj permitía hacer y recibir llamadas. Al principio fueron unas pocas las que iba atendiendo y con un resultado magnífico: al otro lado nadie detectaba una mala calidad de audio y a este, qué contar de las ventajas de poder atender una llamada mientras se cocina o se da un paseo en bicicleta. He ido profundizando en esta función y ya suelo dejar el iPhone en un punto de la casa despreocupándome de las llamadas puesto que puedo atenderlas a distancia desde el reloj.
Lo grande de Apple Watch consiste precisamente en esas pequeñas ventajas en rapidez y utilidad que ofrece al usuario.
Es mi billete de tren: La primera vez que me presenté en el andén con el QR en la pantalla del Apple Watch lo hice temblando y con el iPhone en la otra mano por si las moscas, y todo fue a la perfección. Desde ese momento ya ni saco el iPhone del bolsillo: Wallet envía la notificación al Watch en el momento de subir al tren y con un gesto con el dedo tengo ahí mi billete. Pero no sólo eso, girando la corona sabré también cuál es mi coche y el asiento reservado.
Instagram de un vistazo: Debo reconocer que descubrí esta posibilidad hace relativamente poco, pero ahora es la mejor manera de consultar mi timeline en la red social. Un toque y ahí están las fotos ¿Es pequeña la pantalla? Sí, pero me sirve de anticipo de las fotos publicadas por mis amigos y luego podré disfrutar de ellas en la pantalla del iPhone con más calma. Puedo hacer "me gusta", por supuesto, desde la muñeca.
Sé cuándo pasa mi línea de autobús: Ahora basta con llegar a la parada y pulsar en el Watch sobre Moovit, que inmediatamente me pasará los tiempos de llegada de las líneas que pasan por esa parada, y por descontado, recibiré las notificaciones en la muñeca de los recorridos que programe.
La mejor manera de pedir un taxi: ¿Te encuentras en mitad de la calle de noche y quieres pedir un taxi para volver a casa? Con MyTaxi y mediante un toque podrás pedir el tuyo y esperar su llegada. En el reloj recibirás la notificación de la llegada del mismo, y lo mejor del asunto, es que podrás pagar desde el propio reloj sin sacar el móvil del bolsillo, y por descontado, la cartera.
Una gran manera de sacar fotos: Fue otra de las grandes sorpresas del dispositivo. Sacar fotos en grupo con el iPhone adquiere una nueva dimensión con el Apple Watch: a partir de ahora, no será necesario que pidamos a alguien que nos saque una foto, sino que bastará con colocar convenientemente el iPhone y emplear la aplicación Cámara para ver el encuadre en la pantalla del Watch y proceder a sacar las fotos.
Tus contraseñas habituales, siempre a mano: ¿Estás harto de tener que generar códigos para Gmail o Facebook cada vez que accedas en un nuevo equipo? ¿Necesitas tener a mano tu tarjeta de crédito para las compras habituales? 1Password es una de las apps que ha ejecutado de manera más útil su integración en Apple Watch: podrás seleccionar qué credenciales aparecen en el reloj de una manera completamente segura, e incluso podrás solicitar tokens temporales desde la muñeca.
Los tuyos, más cerca que nunca: Con Apple Watch el acceso a tus contactos habituales está más accesible que nunca. Personalmente no conozco gesto o forma de acceder más rápida a los mismos que el par de toques al botón inferior del Watch. Sabia maniobra de Apple puesto que desde que tengo el Watch hago muchas más llamadas mediante FaceTime de audio que antes.
Y lo que queda por llegar: En realidad, Apple Watch se encuentra en una fase preliminar del producto y creada la plataforma, queda mucho por ver todavía. El año que viene, si se cumplen las previsiones, podremos por fin pagar de una forma segura desde la muñeca y cabe esperar que los de Cupertino vayan perfeccionando las funciones y el funcionamiento de manera que sea cada vez más útil. En mi día a día es ya imprescindible y sí, es cierto que realmente no aporta nada nuevo que no se pueda hacer desde el smartphone, como recuerdan los más escépticos, pero lo grande de Apple Watch es precisamente esas pequeñas ventajas en rapidez y utilidad que ofrece al usuario ¿No hacen los elevalunas eléctricos lo mismo que los de manivela? Sí, pero mejor. Con Apple Watch pasa lo mismo.
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