A principios de este mes, Apple consiguió que Samsung se comprometiera a pagar 548 millones de dólares en concepto de la demanda por copia de diseño que ganó en el pasado. Y con esta victoria en la mano, en Cupertino han decidido pedir 128 millones de dólares más alegando daños añadidos a los que se cubren en la demanda inicial.
Apple no ha concretado modelos concretos y ha mantenido en secreto los detalles, pero la acusación esta vez va hacia cinco teléfonos móviles que Samsung lanzó después del 2012 y cuyo diseño se parecería demasiado al iPhone como para que queden libres de demandas.
Buscando las mayores compensaciones
Tim Cook va muy en serio con este asunto, que lleva ya activo desde el año 2011. La demanda inicial pedía nada menos que 2.500 millones de dólares, pero la sentencia final lo reduzco a unos "pocos" 1.000 millones que luego se redujeron una vez más estos 548 millones pactados este mes.
Curiosamente, Apple ha evitado una situación a la inversa recientemente con Ericcson, compañía a la que ha aceptado pagar un pequeño porcentaje de lo ganado con cada iPhone y iPad a cambio de no llevar a los tribunales el asunto para librar una batalla larga y pesada como la que hemos tenido con Samsung.
Apple ha querido defender a capa y espada o que es suyo, pero al mismo tiempo no ha querido más peleas legales ante otras compañías. Esperemos que este tipo de casos dejen de ser tan frecuentes en el futuro, aunque es algo normal cuando una compañía experimenta un crecimiento como el que ha tenido Apple: todos quieren aprovecharlo.
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