Ha pasado cierto tiempo desde la última vez que Apple Pay fue noticia. Desde sus inicios, esta plataforma de pagos móviles ha avanzado lenta pero inexorablemente, añadiendo socios y funcionalidades. Hemos llegado a un punto en que merece la pena ver todo lo que ha conseguido Apple Pay en este tiempo y cómo está cambiando nuestra forma de comprar.
Jennifer Bailey, vicepresidenta de servicios de internet y Apple Pay, ha ido dejando algunas pistas a lo largo de estos meses. Veamos qué significan.
El estado actual de Apple Pay y los pagos móviles
A mediados de este enero se celebró la conferencia NRF 2018 de Nueva York, centrada en el mercado minorista o retail. En ella participó la vicepresidenta de Apple Pay y a la que acudió CNET Japón (puedes leer una traducción automática de Google aquí). En su conferencia, Bailey compartió una serie de datos muy interesantes:
- El tráfico desde dispositivos móviles sobrepasó al del PC tradicional en EEUU durante 2016. Ahora supone más del 50% del total en el país.
- El ecommerce móvil supone un 25% en EEUU, creciendo 4 veces más rápido que desde el PC y 10 veces más que el comercio físico.
- China es un país excepcional, donde el 80% de las transacciones son móviles.
El caso chino es muy relevante, ya que es un país que se ha saltado el proceso de pagos con tarjeta tradicional y ha aterrizado directamente con los pagos móviles. Algunas estimaciones aseguran que las transacciones móviles en China serán 90 veces más grandes que las de EEUU en 2018. Aquí se refleja lo que los economistas suelen llamar "la ventaja del atrasado": es más fácil avanzar cuando conoces el camino que otros ya han andado.
A pesar de este dato, Bailey afirmó que Apple Pay es el servicio de pagos móviles más aceptado del mundo, señalando que existen 1.000 millones de iPhone activos en el mundo (dato muy relevante ahora que Apple Pay Cash comienza su despliegue). Cuando se lanzó en 2014, tan sólo un 3% de los comercios de EEUU aceptaban Apple Pay. Ahora esta cifra es de un 50%. En contraste, en España cualquier comercio con un datáfono que admita pagos por contacto puede cobrar con este sistema.
Barreras que caen entre el mundo digital y físico
Más llamativo que los datos sobre el avance de Apple Pay (similares a los que vimos en octubre) ha sido la perspectiva que la vicepresidenta de esta plataforma ha aportado sobre las barreras entre el comercio físico y online. En la misma conferencia, Bailey y otros ponentes expusieron cómo se combinaban las tecnologías proporcionadas por Apple para ofrecer una nueva experiencia de compra.
Por ejemplo, Wayfair es una empresa de muebles que ha integrado ARKit y Apple Pay en su app para iOS. De esta forma, el usuario puede colocar los muebles que desee probar en su hogar en tiempo real para ver cómo quedan, pudiendo después cerrar la compra con Apple Pay sin esfuerzo. En este último punto, Face ID juega un papel fundamental derribando pequeños obstáculos en el proceso de compra.
Otra función llamativa en la que participa Apple Pay es la integración de las tarjetas de puntos de diferentes comercios físicos. Varias compañías como Walgreens o Kohl's han animado a los miembros de su programa de puntos para utilizar el sistema de Apple Pay, donde el usuario tiene en todo momento el número de puntos disponibles sin que el retailer renuncie a los datos de compra.
Apple Pay y Amazon Go: la invasión del comercio sin esperas y sin cajeros
Tal vez el punto más controvertido de la digitalización de las compras sea la aparición de comercios sin cajeros, por su posible impacto negativo en el empleo. Una muestra de ello es el rechazo que ha generado Amazon Go, el supermercado de esta compañía que carece de esperas y cajas.
Apple cuenta con un sistema propio para realizar el pago de productos en sus Apple Store. El cliente puede tomar cualquier producto, escanearlo con la app homóloga de iOS, pagarlo y marcharse de la tienda sin tener que interactuar con ningún empleado.
La compañía cree que un futuro sin dinero en efectivo es muy posible. De hecho, países como Dinamarca han prohibido transacciones en efectivo en determinados comercios (tiendas de ropa, gasolineras y restaurantes), gracias a que los pagos móviles son bastante habituales. Jennifer Bailey defendió la supresión del efectivo como una manera de ahorrar en costes de seguridad y fraude tanto para el comercio como los emisores de tarjetas y bancos.
Lo cierto es que una vez que eliminas el dinero en efectivo, se abre un nuevo escenario de oportunidades para los comercios. Eliminar las cajas es posible, permitiendo acelerar la experiencia de compra tal y como demuestra Amazon Go y las Apple Store.
A pesar de lo que pueda suponer para el empleo, Bailey afirma que eso permitirá liberar personas en caja para atender a clientes y reponer los productos con mayor frecuencia. Si los comercios sin cajero aceleran la rotación y las ventas, aumentará la necesidad de este tipo de empleos.
Para ese futuro aún queda tiempo. Lo que sí es seguro es que el comercio minorista está cambiando hacia un nuevo modelo que pone la experiencia de quien compra como principal objetivo. Desde luego, en Cupertino quieren que Apple Pay lo guíe y sea protagonista.
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