Apple Pay fue anunciado en septiembre de 2014. No es la primera solución de pagos móviles pero sí una que prometía una experiencia cómoda, segura y rápida para el usuario. Esto es posible gracias a que Apple controla todos los aspectos necesarios: hardware, software y servicios.
La combinación de Touch ID, sensor NFC, Wallet (antiguo Passbook) y los acuerdos alcanzados con los bancos hicieron posible Apple Pay. Tanto en la generación del iPhone 6 y sucesivos como en el Apple Watch. Apple Pay prometió revolucionar los pagos móviles y desde luego tiene todos los elementos necesarios. Todos excepto uno.
El error de Apple con los pagos móviles
Hace poco supimos que la llegada de Apple Pay a España se había descartado. En otras ocasiones, Apple había dicho que tenía previsto aterrizar en este país a lo largo de 2016. No era una fecha concreta, pero daba esperanzas. Además, con la presencia de bancos españoles en Latinoamérica también se podía especular acerca de su llegada a estos países.
A pesar de este retraso indefinido, puede que al final este tiempo extra tenga un efecto positivo a largo plazo. La razón está en que la adopción de Apple Pay parece haberse estancado, según un estudio de la consultora de pagos electrónicos First Annapolis recogido por NFC World hace unos meses:
Mientras que la adopción inicial de Apple Pay parece no ser tan alta como la esperada y se ha estancado desde su lanzamiento inicial en octubre de 2014, su uso sigue creciendo con la proliferación de otros sistemas de pago móviles.
Como consecuencia de ello, la consultora ha detectado una caída de la visibilidad, uso y adopción de Apple Pay entre sus 1.700 encuestados. Se trata de unos datos muy interesantes ya que nos dan una idea de la evolución que ha tenido Apple Pay en su primer año y medio de vida. Entusiasmo inicial de los early adopters seguido de una acogida fría por el público general.
El problema no es la tecnología, la seguridad o que el usuario perciba que no es tan cómodo. No. Se debe a la falta de visibilidad de Apple Pay como sistema de pagos móviles en los comercios.
Enmendando Apple Pay para su segundo asalto
Samsung Pay llegó a España de manera oficial hace un mes. En su primer día de uso, el conglomerado coreano afirmó que habían obtenido más de 6.000 activaciones del servicio. Sin datos de la base instalada de teléfonos capaces de utilizar Samsung Pay, esta cifra parece que es reducida y liderada por los early adopters de la tecnología. Un problema similar al de Apple Pay.
España es uno de los países más avanzados en cuanto a TPVs (terminales punto de venta) adaptados para el pago contact-less, por lo que esto no es el problema. Se trata de que el cliente no sabe cuándo ni dónde podrá utilizar su sistema de pagos móviles preferido. También es un problema de desconocimiento por parte de la persona que cobra, pero eso puede arreglarse con la costumbre y demanda de los clientes.
La solución es mucho más sencilla de lo que parece. Apple tendría que llegar a acuerdos con los bancos propietarios de los TPVs para entregar pegatinas con el logo de Apple Pay. Al igual que los operadores de tarjetas dan las suyas de MasterCard, American Express y Visa. Una pegatina con "Apple Pay: aceptado aquí" pegada en la puerta del local, en el mostrador y en el propio TPV.
Algo así hizo Apple hace unos meses. Lanzó una web donde los comercios podían pedir pegatinas de este tipo. Pero se trata de algo que los comercios tienen que hacer voluntariamente y que presupone que saben qué es y cómo les beneficia en cuanto a fraude. No siempre es el caso. Por eso, existe una diferencia entre pedir las pegatinas y que el banco en quien confías tu negocio te las dé.
Apple ha cometido un error con Apple Pay olvidándose del eslabón más débil: el usuario. Algo extraño teniendo en cuenta el énfasis que hace la compañía con el usuario final. Esperemos que este tiempo extra ayude a la compañía de Cupertino a preparar mejor su desembarco en España y Latinoamérica.
En Applesfera | Preguntas y respuestas sobre la llegada de Apple Pay a España en 2016.
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