En los últimos días ha comenzado a circular un rumor que afirma que con el iPhone 7 diremos adiós al mini-jack de 3,5mm. En realidad, no se trata de algo nuevo sino de un rumor que va y viene con cierta regularidad, coincidiendo con los años pares en los que se renueva el diseño del terminal. Es decir, que en 2016 toca rediseño del iPhone, si Apple decidiera eliminar este conector lo haría en ese modelo.
Se trataría de un movimiento típico de Apple. Las tecnologías, al igual que los productos, tienen su ciclo de vida. Los de Cupertino siempre han esperado a un mayor desarrollo de una tecnología para adoptarla en sus dispositivos, como el caso del NFC que llegó con el iPhone 6. En cambio, cuando otra se encuentra caminando hacia su irrelevancia, no les tiembla la mano al quitarla.
Los ejemplos son muchos y abundantes a lo largo de la historia de Apple: el lector floppy del iMac original; el lector de DVD del MacBook Air original; la casi total ausencia de puertos en el nuevo MacBook de 2015. Incluso ha sucedido con tecnología propietaria de Apple, como el conector de 30 pines hacia Lightning. Todo esto lo analizamos hace más de un año al hablar de Apple y los estándares de la industria.
Mini-jack de 3,5mm, el fósil de los conectores
If Apple doesn't kill the headphone port, no one else will. Over 105 years is long enough. pic.twitter.com/VdG3IFlKQy
— Zac Cichy (@zcichy) noviembre 27, 2015
El conector jack de 6,5mm original data de 1878, mientras que la versión mini es tan sólo unas cuantas décadas más joven. Se trata de uno de los estándares más antiguos que existen en el mundo. Si ha llegado prácticamente intacto hasta nuestros días es porque hace muy bien su trabajo y además su uso está extendidísimo en el mundo.
Desde los auriculares de gama alta que cuestan varios cientos de euros hasta los que te regalan al viajar en un tren de Renfe, todos ellos comparten esta entrada. No sólo eso, sino que el mundo del audio está pensado y adaptado a este conector.
Sin embargo, todas estas ventajas tienen una serie de inconvenientes muy importantes a ojos de Apple:
-
Más que el grosor del conector (3,5mm, existe además una versión de 2,5mm), su peor característica física es la profundidad del mismo (14mm). Apple es perfectamente capaz de crear dispositivos más delgados sin tener que prescindir del mini-jack, como lo demuestra el iPod Touch de 6mm de anchura. Pero ante el volumen de espacio que ocupa no se puede hacer nada.
-
Es un punto débil en la estructura física de sus dispositivos. Deshacerse del conector disminuiría las posibilidades de daño por agua y Apple podría hacer que el iPhone fuera resistente líquidos (aunque, como en el caso del Apple Watch, no lo anuncie oficialmente).
-
Apple ya tiene un conector capaz de mandar audio además de carga eléctrica: Lightning. Desde el año pasado existe una especificación para crear auriculares con este puerto, aunque su presencia en el mercado se reduce a un puñado de modelos.
La compañía de California tiene razones suficientes para hacer el cambio el año que viene o dentro de tres. Pero esto no significa que la transición vaya a ser sencilla, puesto que implicaría numerosos quebraderos de cabeza tanto a usuarios como a la empresa y su ecosistema. Por eso, es muy importante saber cómo sería el cambio y qué hará Apple para minimizar el impacto.
Diseño y "tradeoffs"
Tienes que estar dispuesto a ser malinterpretado para poder innovar - Jeff Bezos, CEO de Amazon.
Tradeoff suele ser traducido al español como "compromiso", aunque en realidad es una de esas palabras cuyo significado es difícil de traducir con todos sus matices. En realidad, un tradeoff es también un sacrificio que haces al tomar una decisión. Diseñar algo implica hacer sacrificios cuando quieres conseguir un determinado objetivo.
En este contexto, la eliminación del mini-jack es un sacrificio para alcanzar un producto que Apple considera que es mejor. Dada la importancia que tiene este conector para tantas personas que han invertido muchísimo dinero en un buen equipo de audio, la compañía debería explicar qué se está obteniendo a cambio:
-
¿Resistencia al agua hasta un metro de profundidad?
-
¿Una hora más de autonomía en la batería?
-
¿Carga inalámbrica para escuchar música al mismo tiempo que se recarga el iPhone?
-
¿Una tecnología Bluetooth de mayor calidad y autonomía que la actual?
-
¿Más espacio para componentes novedosos (tipo 3D Touch)?
-
¿Un diseño con menos marcos alrededor de la pantalla?
-
¿Una mayor delgadez que hace el conjunto más manejable y con mejor agarre en la mano?
Cuando pones en contexto no sólo qué se está perdiendo sino también qué se está ganando, es mucho más probable que el público acepte el cambio. Además, la empresa californiana podría disminuir el impacto a quienes ya están muy metidos en el ecosistema del mini-jack. De la misma manera que el Apple Pencil cuenta con un adaptador para Lightning, se podría incluir uno o varios de estos adaptadores sin coste alguno dentro del nuevo iPhone 7.
Si algún usuarios necesita más o lo pierde, Apple ganaría muchos puntos si los cobrase a un precio simbólico (¿5 dólares la unidad?). Sin olvidar que los nuevos auriculares de serie deberían traer el conector Lightning o conectividad Bluetooth, aunque esto último lo dudo.
Como dice Jeff Bezos, a veces uno no puede evitar que le malinterpreten cuando innova. Pero en esta ocasión, Apple tiene la oportunidad de que sus diseños no son meros caprichos sino que incorporan mejoras tangibles para el usuario final.
En Applesfera | Apple: la empresa más innovadora del año por décima vez consecutiva.
Imágenes | Juan Araya Contador, John Karakatsanis y Kārlis Dambrāns.
Ver 101 comentarios