No me cansaré de repetirlo nunca, pero es que Mac OS X tiene tantísimas características que muchas veces cuesta usar todas e incluso descubrir que existen. En este caso hablo de las Ubicación, una característica asociada a las redes a la que se conecta nuestro ordenador.
Las Ubicaciones, similar a una función también existente en Windows, nos permite crear varias localizaciones en función de la red que usemos en cada momento. Por ejemplo, suele ser bastante normal que en una red privada se use un proxy para filtrar contenido, de esta forma podemos crear varias configuraciones de red en función de nuestra “ubicación” física.
Creando estás configuraciones podemos tener predefinidas todas las opciones de red necesarias para que nuestro ordenador funcione con la red a la que este conectada. La mayor ventaja de hacer esto es que no tenemos que modificar los datos de forma manual cada vez que cambiemos de red, y con sólo pulsar un botón podemos definir otras opciones de red.
Ubicaciones, ¿dónde están y qué son?
Una ubicación de red es un grupo de ajustes para los diferentes servicios de red (por ejemplo, el puerto Ethernet del ordenador, el puerto del módem o la tarjeta AirPort). Si cambia a menudo los ajustes de red, puede que encuentre más fácil y rápido cambiar entre ubicaciones que modificar varias veces grupos individuales de ajustes.
Las Ubicaciones en Mac OS X se encuentran situadas dentro de las Preferencias del Sistema y no cuentan con un gran apartado propio por lo que es normal que hayas pasado por allí más de una vez sin haberte dado cuenta de su localización. Concretamente se encuentran situadas en la parte superior del panel Red dentro de las Preferencias del Sistema.
La opción, como tal, es bastante escueta, es decir, no cuenta con una gran cantidad de opciones, simplemente se limita a listar las distintas ubicaciones ya creadas y de paso a crear nuevas.
Si pulsamos en el desplegable que acompaña la etiqueta “Ubicación” podremos ver las distintas ubicaciones ya creadas y la opción para Editar ubicaciones. Si nunca habías usado esta opción lo más seguro es que cuentes únicamente con una denominada “Automático”. Pulsemos la opción Editar para mostrar una ventana similar a esta con las siguientes opciones:
“+” Si pulsamos este botón crearemos una nueva ubicación, le podemos editar el nombre directamente para recordar posteriormente a que localización pertenece.
“-” Si pulsamos este botón eliminaremos la ubicación previamente seleccionada.
Desde el engranaje podemos duplicar una ubicación ya creada (previamente seleccionada) o modificar el nombre de una existente (también se puede hacer pulsando doble click sobre el nombre de la misma).
¿Eso es todo? Así es, esas son todas las opciones. Ahora nos toca configurar la red en función de la ubicación en la que nos encontremos, pero ese apartado en realidad no tiene nada que ver con esta opción.
Una vez creadas las ubicaciones necesarias tenemos que seleccionar una desde el desplegable de la ventana Red dentro de las Preferencias del Sistema para que se active dicha ubicación. Editarla es tan simple como modificar los ajustes de red a nuestro gusto con la ubicación previamente seleccionada.
Si cambiamos de ubicación desde el desplegable podremos configurar otras opciones de red diferentes (proxy, nombre de la red, contraseña, DNS...) e independientes de las anteriores, aquí radica la utilidad de esta herramienta.