¿Utilizas Google Chrome? Pues prueba una cosa: ve a tu carpeta de aplicaciones, busca el icono del navegador y comprueba su tamaño (click con el botón derecho del ratón y pulsa sobre Obtener información). En mi caso, la sorpresa son 4,19 GB en una aplicación que debería ocupar 111 MB. ¡38 veces su tamaño original! Teniendo en cuenta que Safari ocupa 45 MB y Firefox 73 MB, esos 4 GB de Chrome me parecen algo desproporcionados, ¿no?
Resulta que Google Chrome mantiene las versiones antiguas del navegador inflándose con cada nueva actualización. El mío tenía guardadas todas las actualizaciones desde la 9.0.597.107 de marzo de 2011, así que no quiero ni imaginar los que lo instalaron con anterioridad. La solución más sencilla pasa por eliminar la aplicación entera y volverla a descargar manteniendo aun así sus preferencias y marcadores al estar estos almacenados en la librería del sistema.
Otro modo de poner a régimen el navegador sin eliminarlo por completo es acceder a su contenido (click con el botón derecho sobre su icono y opción Mostrar contenido del paquete), ir a la carpeta Contents / Versions y eliminar todas las subcarpetas que contiene, salvo la más reciente con la versión actual. Mucho mejor que el ejercicio y las dietas.
Vía | MacWorld
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