Todos los iPhone, iPad y Mac (y pronto las Vision Pro) cuentan con la aplicación Mail nativa de Apple. Y para los que no les guste esa experiencia y busquen un cliente en macOS siempre puede optar por Outlook o alternativas de terceros muy cuidadas como Spark. Pero hay un gestor de correos que lleva muchos años con nosotros y cometemos el error de olvidarlo: Thunderbird.
Esta aplicación nació como compañera del navegador web Firefox, y recientemente ha dado un golpe encima de la mesa con el lanzamiento de su última versión 115 apodada 'Supernova'. Tras ella hay una actualización de interfaz que he querido probar por mí mismo, y he de decir que no deberíamos subestimarla.
La principal baza de Thunderbird: respetar al usuario
Con 'Supernova', Thunderbird ha querido ponerse al día también más allá de lavarse la cara. La aplicación se ejecuta de forma nativa en los Mac con chip Apple Silicon, y configurar cuentas de correo modernas se integra con las autenticaciones específicas de servicios como Gmail.
La primera sorpresa gustará a los nostálgicos: Thunderbird te permite elegir varias vistas y disposiciones de ventana para que puedas organizar tus correos como quieras. Si te gusta la disposición moderna como la de la captura superior, basta con activar la "Vista de tarjetas". Si prefieres una disposición horizontal de mensajes como se hacía antes porque eres un veterano, también puedes elegirla.
Cada cuenta de correo que configures tiene un lugar en la barra lateral y se respetan las carpetas/buzones que tengas en esas cuentas. Y por supuesto, también puedes gestionar buzones de correo locales para cuando necesites liberar espacio en servicios populares o cuentas IMAP privadas que puedas tener.
Además hay integración con agendas de contactos, calendarios y tareas: Thunderbird puede funcionar también como un rival directo de Outlook y su estrategia de aunar varias aplicaciones en una. Excepto cuando he tenido que sincronizar miles de mensajes en mis pruebas, el rendimiento en mi Mac mini M1 no ha sido nada malo.
Pero lo que más valoro es que en 2023, aún con la hegemonía de publicidad, suscripciones o interfaces web intrusivas, Thunderbird sea una alternativa completamente gratuita y de código abierto. Entiendo perfectamente que los desarrolladores tienen que vivir de algo, faltaría más, pero este tipo de aplicación es cada vez más escasa y no veo justo que caiga en el olvido. De hecho cosas así son las que te animan precisamente a hacer una donación a los desarrolladores, algo que Thunderbird no falla en recomendarte al iniciarse por primera vez.
Thunderbird puede ser una alternativa tanto para el usuario básico que solamente quiere consultar su correo, pero también para el que lo haga de forma intensa por motivos de trabajo y necesite algo con lo que poder mover mensajes entre buzones de servidor y locales.
En conclusión: Thunderbird no se merece que la hayamos olvidado. Y ahora que su apariencia se ha puesto al día y cumple con unos mínimos, menos. No digo que sea el mejor cliente de correo que haya ahora mismo en macOS, pero sí que es una alternativa que deberíamos seguir considerando. Puedes descargar Thunderbird Supernova desde su web oficial.
Imagen | Chanuwat Srithong
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