Watson fue una estupenda aplicación para Mac de los años noventa que servía para localizar todo tipo de archivos en el ordenador y además integraba búsquedas web, definiciones, cotizaciones bursátiles o información sobre vuelos en tiempo real. Estaba desarrollada por un tercero y costaba 30 dólares. Sherlock, a su vez, fue el precursor de Spotlight, desarrollado por la propia Apple, que hasta Mac OS X 10.2 ofrecía poco más que búsquedas de archivos... pero que desde aquella versión empezó a hacer también todo lo que ya hacía Watson.
Watson dejó de tener sentido desde aquel momento, y el fenómeno de Apple lanzando una característica del sistema que hacía intrascendente la existencia de una aplicación específica para ello empezó a llamarse "sherlockización". John Gruber dio detalles sobre aquello que restaban épica a la historia, pero el término sigue vivo dos décadas después. Y un año más, asistimos a la "sherlockización" de varias aplicaciones tras la WWDC 2022. Sobre todo, con iOS 16.
Webcams desde el iPhone
Con iOS 16, nuestro iPhone también será una webcam que se conecte con nuestro Mac. Bastará con acercarlo al Mac, a ser posible con una sujeción específica (a AliExpress le encanta esto) para que la imagen que muestre el Mac en videollamadas o grabaciones sea la de la lente de nuestro iPhone, además de la posibilidad de una espectacular vista cenital gracias al ultra gran angular.
Esto echa por tierra gran parte del propósito aplicaciones como Camo, aplicación destinada a esto mismo, pero que requiere de pasos más tediosos (instalación de software en Mac y iPhone) y no tiene la función de vista cenital. Esta app encontró su etapa dorada en la pandemia, cuando millones de personas tuvieron que teletrabajar de la noche a la mañana y hacer reuniones por videollamada y no tenían webcam o era difícil de encontrar por el desabastecimiento. Ahora le llega el invierno.
Gestores de contraseñas
El estándar FIDO ya empieza a mostrar sus primeras propuestas por parte de los fabricantes para reemplazar a las contraseñas mediante el uso de un hash que permita iniciar sesión recurriendo a la biometría de nuestro dispositivo. Dicho de otro modo: que solo con Face ID podamos iniciar sesión tanto en aplicaciones y webs del iPhone como del Mac.
Esto, que Apple ha bautizado como Passkeys, está destinado a acabar con las contraseñas a medio plazo... y de paso quizás también con las aplicaciones que nos ayudan a gestionarlas, como 1Password o LastPass entre otras.
Aplicaciones de control de medicinas
Son aplicaciones como Pill Buddy, que se centran en que gestionemos qué medicamentos debemos tomar, cada cuánto tiempo y que no olvidemos hacerlo. La integración de esta función en la app nativa Salud, tanto en el iPhone como en el Apple Watch, echa por tierra su propósito, y tendrán que buscar la forma de diferenciarse a partir de ahora para sacar una ventaja competitiva respecto a la opción integrada.
Además, esta nueva opción nativa está muy bien resuelta, se integra con HealthKit, permite hacer búsquedas del historial y hasta personalizar cada medicamento que debemos tomar de forma visual para que se empareje con su versión física, por así decirlo.
Aplicaciones para separar fondo y sujeto
Muchas aplicaciones de edición fotográfica básica ofrecen entre sus características el recorte selectivo para, en una imagen, quedarnos solo con el sujeto principal, sea una persona, un animal o un objeto. Algunas aplicaciones únicamente se encargan de esto.
Con el nuevo recorte automático de iOS 16, las segundas, y en cierto grado quizás las primeras, ven peligrar su número de descargas. La nueva función nativa viene integrada incluso en el carrete y solo hace falta un toque para extraer de la foto a su protagonista y pegarlo donde queramos, cual sticker.
Aplicaciones para eliminar fotos duplicadas
Por si no estabas familiarizado con ellas, existen, y escanean toda nuestra fototeca para encontrar duplicidades e invitarnos a borrarlas para aligerar el espacio. Caso de apps como Remo. Esto también lo hace iOS 16.
Como un álbum más de nuestra fototeca, ahora veremos nuestras fotos y vídeos duplicados, y podremos fusionarlos con un toque, manteniendo siempre la versión de mayor calidad.
Historias que se repiten
A principios de siglo, cuando Dan Wood, el desarrollador de Watson, recibió la dura noticia del lanzamiento de Sherlock en su tercera versión, despojando de sentido a la aplicación que él había creado, escribió un duro artículo contando su versión de los hechos. También aprovechó para anunciar que Karelia, su empresa de software, cambiaba de logotipo. Pasaba a ser la imagen de dos personas sobre una vagoneta de tracción manual sobre raíles ferroviarios.
Wood argumentó ese cambio explicando que ese fue el símil que usó Steve Jobs en conversación telefónica con él: el entonces CEO de Apple le dijo que las vagonetas eran empresas como Karelia, mientras que Apple poseía las vías, en alusión a su situación de superioridad y poder de decisión. Y eso que todavía no había App Store.
En el mencionado artículo, Gruber, explicando una historia algo más amplia, dijo que Apple llevaba planeando las nuevas funciones de Sherlock mucho antes de que Watson las incorporara (Gruber es uno de los periodistas más fiables y reputados del mundo cubriendo a Apple), así como que Apple ofreció empleo a Wood en dos momentos diferentes para que trabajase en Sherlock. Sigue siendo comprensible el enfado de un desarrollador que ve cómo su trabajo pierde sentido por la voluntad de Apple en este caso de ofrecer de forma integrada una función que hacía su software, pero salvo infracciones de patentes (y en el mundo del software son muy complejas), no hay nada más que hacer.
Este año ha tocado a las mencionadas, pero en otras presentaciones fueron otras las aplicaciones tocadas, como F.lux perdiendo el sentido desde que macOS Sierra incorporó esta función en los ajustes, por ejemplo. Únicamente puede haber una historia posterior en el caso de que Apple actuase como juez y parte, como cuando eliminó FlickType para el Apple Watch (un teclado basado en trazos)... y acabó presentando uno exactamente igual poco después. En el lado positivo, el hecho de que la propia presión de Apple sirva también para que los desarrolladores tengan el incentivo constante de hacer aplicaciones cada vez mejores para los usuarios.
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