Aunque cueste de creer ya ha pasado un año desde la llegada de la App Store, y lo que parecía un simple invento más de Apple se ha convertido una vez más en el modelo de negocio a seguir por el resto de empresas y compañías.
Apple no partía de cero, lógicamente tenía unas cuantas pautas bastante claras a la hora de crear la tienda de aplicaciones para el iPhone y el iPod touch, la App Store. Por un lado Apple ya tenía la iTunes Store, una tienda que ha ido evolucionando con el paso del tiempo y que es toda una referencia en la venta de contenidos digitales.
Apple rompió esquemas hace ya 6 años con la llegada de la iTunes Music Store. Cuando apenas habían tiendas online y el comercio electrónico era casi una utopia, Apple dejó al mercado con la boca abierta al presentar un modelo de negocio desconocido hasta el momento.
La jugada le funcionó bien a una empresa de hardware que de golpe y porrazo se encontró como la tienda de contenidos multimedia más importante del panorama. Repetir la jugada no es nada fácil, pero Apple de nuevo lo ha conseguido.
Lógicamente esta vez además de conocer ya el modelo de negocio, Apple tenía un "hermano gemelo ilegal" llamado Installer. Hay que tener las cosas claras, por muy bien que conocía Apple como funcionaba el tema, Installer llevaba pegando fuerte una buena temporada y Apple observó una buena temporada su funcionamiento.
Las similitudes entre un programa y otro no son mera casualidad, Apple simplemente mejoró algo que ya funcionaba bien y además le dio ese "toque Apple" de espectacularidad, también conocido como contratos con compañías de renombre como EA o SEGA.
El producto ya estaba vendido, sólo era cuestión de tiempo que el resto de compañías y desarrolladores independientes se unieran a la fiesta. Y es que Apple no sólo ha sabido enamorar al consumidor si no también al desarrollador.
Aunque el modelo de negocio de cara al desarrollador pueda parecer malo, en el fondo es uno de los mejores del mercado. Publicar una aplicación en Symbian puede ser una tarea realmente complicada y los certificados no son nada fáciles de conseguir.
Ya estaba todo más o menos listo, ahora sólo quedaba que las compañías importantes y de nombre apoyaran la plataforma con numerosas aplicaciones para no sólo hacerse autobombo si no también mejorar un dispositivo algo exento de funciones.
Y es que esa es una de las principales claves de la App Store. Mejora y llena de funciones un dispositivo que sacado de la caja es genial pero con miles de carencias y exento de programas básicos.
En sólo un año de existencia la App Store se ha consolidado como modelo de negocio y eso es lo que han imitado todas y cada una de las compañías que tienen un dispositivo similar al iPhone. Primero fue Android, luego Palm y la última en llegar será la tienda de Windows Mobile.
Una vez más Apple no ha inventado la rueda, pero ha sabido perfeccionarla y convertir "su rueda" en la mejor del mercado a pesar de que hay muchas más en él.