Parece que por fin nos acercamos al anhelado horizonte de la eliminación del roaming. Que viajar, al menos por nuestro continente, no suponga un momento de estrés y aislamiento en el que nos veamos obligados a desconectar la itinerancia de los datos y esperemos la factura del mes vencido con el corazón en la mano. La llegada del operador Freedompop a nuestro país anunciaba lo que podía ser el fin efectivo del roaming: el operador lo elimina por completoen 25 países (entre ellos, la mayor parte de la UE).
¿Sería verdad? ¿Cómo funcionaría realmente? Lo mejor era probarlo en primera persona y un reciente viaje por Europa fue realmente el bautismo de fuego de esta tarifa para un servidor. Mi iPad pro y mucha curiosidad esperaban con ganas ver en la arena el rendimiento de esta prometedora tarifa, y lo cierto es que no ha decepcionado, aunque cuenta con algunas zonas oscuras que conviene conocer de antemano.
¿Y mi SIM cuándo llega?
Está claro que la irrupción de este operador en España causó el suficiente revuelo como saturar al operador en su aterrizaje en la península y tras formalizar el pedido... silencio. Transcurrieron muchos días hasta que por fin llegó la esperada SIM a casa; en mi caso fueron casi dos interminables semanas y la incertidumbre sobre si aquello era realmente serio. Hay que recordar que no hay un número de teléfono al que llamar y que el alta y pago de la línea se hace con tarjeta de crédito. Pero finalmente llegó.
A partir de ese punto todo fue muy sencillo: se debe activar la SIM desde el panel de control y comprobar cómo el operador virtual se conecta por defecto a la red de Orange, siempre en 3G (la conexión 4G está por llegar). Las primeras pruebas de velocidad resultaron bastante decepcionantes, sobre todo cuando contaba con otra línea Orange a mi lado con la que poder hacer comparaciones. Pero por fortuna, el operador anunció el soporte también a la red Movistar que debía ser forzado en la configuración, y la cosa cambió por completo.
Adiós a las fronteras
Pero no era en España donde en realidad un servidor deseaba hacer las pruebas, sino en el extranjero. Mi primer destino fue Italia y nuevamente planeó la incertidumbre al desactivar el modo avión del iPad en aquel país: ¿funcionaría? ¿no habría cargos extra en mi tarjeta a fin de mes? Previamente a iniciar el viaje configuré dos funciones de pago que ofrece el operador pero que personalmente veo imprescindibles: la notificación del consumo del bono de datos por un lado, y la posibilidad de guardar datos sobrantes para el mes siguiente.
Para Freedompop no existen las fronteras (dentro de los países listados, se entiende) y de hecho, no distingue el consumo de datos nacional o extranjero.
Así las cosas, el iPad se conectó sin problemas a un operador italiano y comencé a navegar en conexión 3G sin mayores inconvenientes. Una sensación francamente extraña y placentera a la que no tardé a acostumbrarme. En las primeras horas de uso accedía al panel de control para averiguar qué estaba pasando con la línea cuando se conectaba en el extranjero, y pronto descubrí que era cierto: para Freedompop no existen las fronteras (dentro de los países listados, se entiende) y de hecho, no distingue el consumo de datos nacional o extranjero.
Y así recorrí Europa con el iPad permanentemente conectado y efectuando un consumo completamente normal e idéntico al que se llevaría a cabo dentro de nuestras fronteras. Sin trampa ni cartón. Lo siguiente que hice al llegar a casa fue cambiar la tarifa a una inferior (de 2GB pasé a la de 1GB) con la que por 4,99 euros al mes cuento con una conexión latente y con la ventaja de poder ampliarla en cualquier momento y a voluntad en función de la necesidad. Me quedo con Freedompop.
Imagen | Pixabay
En Applesfera | FreedomPop llega por fin a España como una de las mejores alternativas para la tarifa de tu iPhone o iPad
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