Vivimos en un momento tecnológico sin precedentes: la tecnología ya no es algo aislado en nuestras vidas, sino parte de ella. No es aquel ordenador en un laboratorio de la universidad, o en una habitación de casa. Nos rodea, nos hace trabajar de formas diferentes y lo que es aún mejor: todas las marcas tienen propuestas de excelente calidad que se complementan y hacen fomentar entre ellas el espíritu competitivo - lo cual nos beneficia a los consumidores.
El ecosistema Apple es probablemente la mejor característica de los productos de la compañía: la interacción entre ellos y las posibilidades cuando se conectan son potentísimas, y crecen con los nuevos productos. Sin embargo, más allá de la marca también hay muy buenas ideas que también son parte de ese ecosistema. Hoy hablaremos de Sonos y sus nuevos altavoces inteligentes Era 100 y Era 300, lanzados a principios del pasado mes de marzo y que cuentan con soporte AirPlay 2 y Apple Music, además de una versatilidad de conexiones interesante.
Altavoces Sonos Era 100 y Era 300: unboxing con personalidad
El leitmotiv de Sonos es el audio inalámbrico en altavoces conectados para casa, pero también aportan soluciones si queremos conectar vía Bluetooth o mediante cable algún dispositivo externo. El diseño está más cerca de un producto de alta tecnología que de un elemento de decoración de hogar, pero aún así tienen la suficiente presencia como para ser discretos e imponentes a la vez (sobre todo el Era 300).
Podría decir que la experiencia de uso comienza en el unboxing, son "muy Apple" en ese sentido, pero con un diseño algo más industrial: la propia caja contiene un pequeño cerrojo de seguridad y ambos productos están muy bien protegidos con una pequeña bolsa de fina tela. Esto último me parece una buena idea ya que esta bolsa nos puede servir para transportarlos o para guardarlos o incluso para protegerlos si no vamos a estar en casa durante algún tiempo.
El cable de alimentación es el estándar de este tipo de productos electrónicos y es extraíble de una forma parecida al del HomePod 2: con un diseño especial pensado y preparado para el producto (más plano y en ángulo, en el caso de Sonos), aunque como digo podremos utilizar cualquiera que tengamos en casa (uno más corto, por ejemplo, si lo usaremos cerca de un enchufe: ya que el que viene en ambos modelos es de dos metros).
Diseño tech por encima de todo
Los diseños de Sonos suelen dibujarse con estética minimalista. Servidos en dos únicos colores - blanco o negro - ambas formas se definen sin equivocación, siempre con botones táctiles y ningún interruptor o rueda que altere la superficie de los dispositivos. El Era 100 es un cilindro con diámetro oval de 182,5 x 120 x 130,5 mm (más estrecho que un HomePod pero unos cm más alto). Excepto por la zona central trasera, donde están los interruptores y el conector de la alimentación, está recubierto por una carcasa transparente acústicamente.
En la parte superior, los discretos controles principales: una superficie de desplazamiento táctil para el volumen - exquisitamente sensible, cómoda en alcance y fácil al deslizar el dedo para ajustar la potencia del sonido. En la misma superficie, tres controles básicos también táctiles de reproducción: atrás, reproducción/pausa, adelante.
Algo curioso de estos altavoces inteligentes Sonos es que los micrófonos incorporados se pueden desactivar, algo que agradecerán los más celosos de su intimidad. Un diminuto led táctil muestra cuando los micros están activados - para usar los asistentes de voz o el ajuste de ecualización TruePlay en la configuración inicial. Ambos dispositivos cuentan incluso con un interruptor físico en la parte trasera que al desactivarlo, desactiva también la corriente eléctrica del micrófono, para evitar que por accidente se active al tocar su icono táctil en la parte superior.
Justo en la parte trasera del Era 100, encontramos las conexiones, muy versátiles y uno de los puntos fuertes de este dispositivo: permite no sólo conectividad por WiFi, también por Bluetooth (hay un botón dedicado al emparejamiento) y posee una entrada de línea dedicada para dispositivos externos con cable.
La entrada de línea es por USB-C en ambos modelos y sirve para conectar mediante cable cualquier dipositivo externo que tenga sonido, como un ordenador o un tocadiscos. Sí, lo sé. La mejor forma de escuchar un tocadiscos debería ser un ampli y una entrada de audio analógica, pero he de decir que - para quien no quiera complicarse - esta entrada es una buena opción para utilizarlo con el equipo que tenga en casa.
Sonos indica que necesitaremos un adaptador a USB-C de la marca, pero yo he utilizado un dongle USB-A a USB-C de Apple que tenía por casa y me ha funcionado fanástico con mi tocadiscos. La conexión tiene capacidad de autodetectarse y en la app nos aparece la opción indicada cuando detecta una conexión en la entrada como posibilidad.
Curiosamente, este puerto USB-C también se puede utilizar para más cosas - algo en lo que ni había pensado hasta que me leí la documentación del producto: es posible conectar un adaptador USB-C a Ethernet para conectar el altavoz por cable a nuestra red, en caso de que el alcance de la WiFi de casa no sea bueno. Es una buena posibilidad y también funciona cualquier adaptador de este tipo (he probado varios que tenía por casa).
Todos estos botones y posibilidades de conexiónes están como digo en el Era 100 y el Era 300, y se agradece esta versatilidad si necesitamos unos altavoces que vayan algo más allá del ecosistema de Apple - como conectar una fuente de sonido externa por Bluetooth o incluso por cable. La capacidad de conexión por WiFi de ambos modelos es completísima, soporta 802.11a/b/g/n/ac/ax de 2,4 GHz o 5 GHz para mayor compatibilidad, y la latencia es prácticamente inexistente como veremos más adelante.
El Era 300 es el hermano mayor y está diseñado para que podamos disfrutar al máximo del audio espacial en Dolby Atmos. Si bien consta de los mismos botones que el Era 100 y posibilidades de conexión, en diseño es mucho más atrevido: una forma oval estrechada por el centro, un aspecto que se diferencia del resto. Minimalista y discreto, pero a la vez tiene una presencia que llama la atención.
Se apoya en la mesa mediante dos gomas muy pequeñas para evitar el desplazamiento, algo que también sirve para amortiguar los graves cuando escuchamos la música a buena potencia algo que le otorga una estabilidad extraordinaria. Es algo grande para quienes estamos acostumbrado a los HomePod: 60x260x185 mm y pesa alrededor de 4.42 kg.
El modelo de review es de color negro y le otorga una presencia imponente sobre todo en muebles oscuros o de madera, y es más cercano casi a un objeto de decoración que a una pieza de tecnología - a diferencia del Era 100 que tiene una presencia eminentemente tecnológica. Ya desde el unboxing, el Era 300 llama la atención: Sonos ha diseñado un muy buen producto otorgándole de una presencia propia y alejándose del resto de altavoces inteligentes, algo que se agradece entre la miríada de opciones que hay en el mercado.
Configuración muy personal y aún más opciones
Como comento la experiencia del unboxing nos hace prepararnos para un producto "premium" (en ambos casos), y es en la app de Sonos donde comenzaremos el proceso de configuración. Tan sólo tendremos que conectar cualquiera de los altavoces a la corriente eléctrica, descargarnos la app y acercarla a ellos. Aunque no es la experiencia inmediata que tenemos en iOS con los productos de Apple, es muy parecida: con la app abierta, el software detecta el altavoz correspondiente y lo agrega a nuestra cuenta.
Podemos configurar la habitación donde vamos a instalar cada uno de ellos, y ésto nos permite tenerlos a mano ya en nuestro ecosistema Apple. Gracias a AirPlay 2 - con la que ambos modelos son completamente compatibles - los dispositivos estarán listos para recibir el audio desde cualquier fuente Apple de nuestra casa: nuestro iPhone, Mac o Apple TV: justo como si fuera otro HomePod más (el icono cambia, obviamente).
De nuevo me gustaría destacar el buen trabajo de sonos por la bajísima latencia de ambos modelos: cuando envías sonido desde cualquier fuente el dispositivo la recibe al instante, por supuesto con una sicronización perfecta con el vídeo si lo usamos con un Apple TV. Es posible enviar sonido a un HomePod que tengáis en casa y a un Sonos Era 100 o Era 300 (o ambos), pero no se pueden emparejar en modo estéreo - ya que para ello se necesitan dos dispositivos sonoramente idénticos.
Si bien los HomePod ajustan automáticamente el escenario acústico donde se sitúan, los Sonos pueden configurarse de forma rápida para ello o de una forma más precisa con un proceso manual que involucra usar el micro de nuestro iPhone y movernos por la habitación.
Esta ecualización al detalle de la habitación donde usaremos los Sonos se llama Trueplay y recomiendo a cualquier usuario que la haga nada más sacar sus altavoces de la casa: mejora, y mucho, el escenario sonoro que el altavoz proyecta sobre la estancia, sobre todo en el caso del Era 300.
La app es muy completa, y sirve para conectar los altavoces con los distintos servicios que puede usar. Ambos modelos son totalmente compatibles con Apple Music, así que podremos conectar el servicio con nuestro Apple ID para utilizarlo en segundos - sin necesidad de enviar música por AirPlay 2 a los altavoces.
Las capacidades de configuración son también muy atractivas en los modelos de Sonos. Podemos configurar por ejemplo diferentes asistentes de voz (excepto Siri, obviamente) y que trabajen con los servicios que tenemos configurados. Un ejemplo: configuramos Alexa con nuestra cuenta de Amazon y añadimos el skill para Apple Music. Esto nos permitirá, por ejemplo, pedirle a Alexa que nos ponga música de Apple Music directamente en el altavoz, sin pasar por el iPhone ni el Mac.
El reconocimiento de voz es muy bueno en ambos modelos, perfecto para utilizar los diferentes asistentes digitales que se pueden configurar (Alexa incluído)
Uno de los puntos atractivos de los Sonos es la capacidad precisamente para usar Alexa a muchos de vosotros que tenéis parte ecosistema de Apple y otra parte con dispositivos de otras marcas. Con los Era 100 o Era 300, os aseguráis que tenéis cubierta la parte de Alexa y podéis utilizarlos desde vuestros productos Apple. El reconocimiento de voz, incluso en el Era 100 (que sólo cuenta con un micrófono) es muy bueno, incluso desde la otra punta de la habitación. En el Era 300 es aún más sensible reconociendo la llamada al asistente digital incluso desde otra habitación. Y recordad: en cualquier momento se puede desactivar mediante los botones táctiles (o físicos) que incluye cada uno de ellos.
Sonido acorde con su imagen: contundente
Empezando por el Era 100, tenemos en diseño compacto un elemento perfecto para mover por la casa: al lado del ordenador, en la terraza o incluso en el baño. La propia marca asegura que es capaz de sorportar la humedad del aire en una ducha (aunque no es resistente a las salpicaduras o impermeable). El dispositivo cuenta con tres amplificadores digitales y dos tweeters inclinados para crear un espacio estereo diferenciado aún usando un sólo dispositivo.
El woofer o altavoz de medios le otorga fidelidad en medios, pero también perfila muy bien la voz humana diferenciándolos bien de los graves. En ambos sistemas, tanto el Era 100 como el Era 300, destacaría que su punto fuerte es precisamente la potencia y rotundidad de los graves: profundos, densos, de los que dan cuerpo a la música.
El Era 100 es un excelente altavoz aunque me hubiera gustado más que fuera algo más pequeño: como véis en las fotos, es algo más alto que el HomePod 2, aunque sonoramente está más cerca del HomePod mini. Eso sí, el Era 100 gracias a su mayor capacidad acústica, cuenta con más potencia en volumen sobre todo en espacios abiertos y habitaciones grandes.
La calibración con TruePlay equilibra mejor el escenario acústico de la sala donde lo utilicemos, y permite al Era 100 ajustar la sonoridad estéreo a medida. En canciones vocales se perfila bien la voz pero tienen más notoriedad los graves (algo que podemos ajustar manualmente en la ecualización con la app de Sonos). Quizás la única pega que le veo a este diseño es que el sonido está muy equilibrado hacia adelante, y no rodea el dispositivo lanzándolo en todas direcciones, como los HomePod.
Conectado a una fuente externa, como una PS5 por Bluetooth por ejemplo o un tocadiscos - como es mi caso - se aprecian muy bien los matices del sonido pero no comprometemos en ningún momento al amplitud de volumen ni los bajos marcados cuando es necesario. Ideal contar con dos para conectarlos en par estéreo, o incluso como altavoces adicionales para un sistema de cine en casa, como el Sonos Arc (algo que no permiten hacer - de momento - los HomePod).
Si pasamos al Era 300, hablamos de una características sonoras muy parecidas, pero más a lo grande. Prueba de ellos son los seis amplificadores digitales con los que cuenta o los cuatro tweeters que en este modelo cobran protagonismo: el central que apunta hacia la parte delantera perfila el sonido principal, los laterales ajustan el estéreo y hay uno enfocado hacia el techo que sirve para reproducir sonido Dolby Atmos y cubrir este espacio sonoro.
El sonido con el Era 300 es potentísimo, muy orientado a los graves y los bajos para darle mucho cuerpo a la música, abrazando con contundencia la parte vocal pero sin perder los matices de cada canción o sonido. Me ha sorprendido la capacidad con Dolby Atmos y la potencia de proyección sonora aún con un solo dispositivo que hace volar - literalmente - los sonidos a nuestro alrededor.
El escenario sonoro que crea el Era 300 con Dolby Atmos es potente y definido
También cuenta con mucha estabilidad, y aunque en mis pruebas lo situé en diferentes lugares (como bajo el mueble del tocadiscos, encajonado) el Era 300 supo adaptarse perfectamente a la nueva posición y seguía dando un buen rendimiento sonoro a todo el salón - aún estando en una posición muy baja. Es además compatible con los dispositivos de cine en casa de Sonos, y si montamos dos Era 300 con algún soporte (que vende la propia marca) podemos conseguir un sistema absolutamente espectacular para disfrutar de nuestras películas.
Sonos Era 100 y Era 300: rotundos y versátiles
Más allá del HomePod hay vida, sobre todo para quienes necesiten alguna de las características fuera del ecosistema: entrada de línea, conectividad Bluetooth o posibilidad de montar un cine en casa con ellos. A nivel sonoro son muy parecidos, personalmente después de semanas de escucha la gran diferencia entre ellos es que el sonido de los HomePod es algo más nítido y perfilado y en los Sonos predominan unos graves más contundentes.
Elegir entre una marca y otra vendrá por las preferencias de cómo queramos usarlos en casa: ¿necesitamos Alexa, tenemos un tocadiscos o queremos conectarles algo fuera del ecosistema de Apple? Probablemente las propuestas de Sonos sean la mejor opción. Si no necesitamos salir del ecosistema y funcionamos con Apple TV como centralizador multimedia y casi todos los dispositivos de la marca, los HomePod 2 y su sencillez e integración inmediata son la apuesta más lógica.
Sonos Era 100. Un Altavoz icónico rediseñado. Una acústica innovadora. Un diseño Nuevo. Ahora con Bluetooth®. (Negra)
Sonos Era 300. Siente cómo te Envuelve el Sonido. Un Audio Espacial al Puro Estilo (Negra)
El precio del Era 100 es de 275€ y el del Era 300 de 492€, un precio justificado por las prestaciones y la capacidad sonora. La potencia, versatilidad de conexiones y una buena gama de servicios con el que ampliar al máximo cómo utilizamos los dispositivos de Sonos plantean sin duda una muy buena opción para la música y el cine en casa.
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