- "Siri ¿qué citas tengo para mañana?"
- "Jose, esto es lo que he encontrado en internet" (seguido de...)
Conoces esa experiencia ¿verdad? Siri es un gran producto que se ha quedado, por algún motivo que se nos escapa, a medio camino y somos muchos los que lo hemos relegado a funciones elementales como hacer llamadas, conocer la predicción meteorológica o bien poner el temporizador cuando estamos delante de los fogones. Pero poco más...
¿Es este realmente el alcance de un sistema basado en Inteligencia Artificial? La certera crítica de Walt Mossberg sobre el asistente de voz nos ha recordado que uno de los productos estrella del ecosistema Apple está siendo infrautilizado, y es una verdadera lástima.
Al final, no compensa para ciertas funciones
El ejemplo con el que hemos abierto el artículo es tan clasificador como desgraciadamente frecuente: Siri no llega a comprender en muchas ocasiones la locución de lo que le decimos y contesta con algo que no tiene nada que ver. Dónde vas, manzanas traigo. Pero el problema, es que en muchas otras ocasiones entiende la orden (y la transcribe correctamente), pero el sistema falla.
Sí, lo estarás pensando, que falle alguna vez no tiene mayor trascendencia, pero... ¿es esto así realmente? Si le indicamos que nos añada una cita en el calendario y el servidor no está operativo, nos obligará a emplear la pantalla. Basta con que esto suceda una vez más para que ya nos planteemos si compensa usar el asistente para añadir una cita. Es decir, el tiempo perdido con la experiencia fallida será mayor que el ahorro por usar Siri, al menos en valores percibidos.
¿Por qué no mejora?
Han pasado ya varios años desde Apple presentó el asistente de voz en el iPhone y si bien es cierto que en cada keynote los californianos incorporan nuevas integraciones, no terminan de resolver el principal obstáculo que presenta Siri: la fiabilidad, entendida no sólo en el reconocimiento en sí, sino en el propio funcionamiento del sistema.
El punto de inflexión llegará cuando nos cueste menos tiempo neto ejecutar una tarea empleando la voz que la pantalla del móvil
Pero Mossberg pone el foco también en otro aspecto a tener en cuenta: los rivales de Siri sí están mejorando de una manera notable su funcionamiento. De hecho, esto se puede probar en la propia app de Google para iOS, pero la demostración más patente la vimos (al menos en forma de presentación) en el anuncio oficial del Pixel con Google Assistant integrado.
En realidad, el punto de inflexión en el que Siri y el resto de asistentes de voz triunfen llegará cuando nos cueste menos tiempo neto (eliminando los errores) ejecutar una tarea empleando la voz que la pantalla del móvil. Y por desgracia, estamos todavía demasiado lejos de eso.
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