Puede que llegue un poco tarde a esta moda de los wearables: mientras la mayoría de mis amigos techies llevan tiempo utilizando alguna pulsera con sensores (ya hay decenas de modelos a escoger), yo nunca había tenido práctica con nada de esto. Así que cuando tuve la oportunidad de probar el Shine de Misfit, me lancé a ello simplemente porque era algo ccompletamente nuevo para mí.
El Shine no es una pulsera, sino una pequeña pieza de metal muy parecida a una moneda que se puede colocar de varias formas. Una pulsera nos lo permite tener como reloj, aunque también nos lo podemos colocar en el bolsillo o solapa de alguna chaqueta si no queremos que cante demasiado.
Shine antes de su uso: elegante y versátil
A diferencia de algunos otros accesorios de la competencia, el Shine tiene algunos apartados que ya incluso antes de ponerme a utilizarlo me parecen dignos de mención. Primero: es elegante. Pulseras como el Jawbone Up no son precisamente algo como para llevarlo a una cena de gala, mientras que el Shine puede incluso usarse como un collar. De hecho sirve hasta como reloj, ya que si le das dos golpecitos en el dedo te dice la hora con un sistema de luces.
Segundo, es completamente impermeable y puede sumergirse hasta una profundidad de cincuenta metros. No, no voy a bucear hasta ese punto, pero sí que voy a poder ducharme y practicar natación sin preocuparme de estropear el Shine y al mismo tiempo seguiré recopilando datos sobre mi actividad física.
Lo que más llama la atención de Shine es su forma, en contraste con todos sus rivales que tienden a ser pulseras
Pogámonos en situación y repasemos su funcionamiento. La caja básica de un Shine de Misfits tiene, además del accesorio, piezas para colocarlo en la ropa como una pinza o como un reloj. Además también tiene una pequeña herramienta de metal para abrir el Shine y una pila de botón incluida.
Porque sí, el Shine funciona con una pila de botón. Eso hace que no tengamos que preocuparnos de cargarlo frecuentemente: una de esas pilas tiene una duración de cuatro a seis meses. Pero claro, eso también significa que cada cierto tiempo tendremos que comprar una pila para cambiarla. De todos modos, en pos de la comodidad para un dispositivo que usaremos pasiva pero constantemente, lo veo mejor así.
Configurando el Shine: colocar pila, enlazar y listo
Configurar el Shine por primera vez tampoco es difícil: colocamos la pila, instalamos la aplicación en nuestro iPhone, activamos el Bluetooth y lo sincronizamos. Seleccionamos nuestros objetivos (podemos ser sedentarios, activos o muy activos) y listo. Ya podemos seguir con nuestra vida cotidiana mientras el Shine va recogiendo nuestra actividad.
Misfit promociona la sincronización del Shine como algo "mágico", ya que teóricamente basta con colocar el accesorio encima de una zona de la pantalla para que el Bluetooth lo detecte y lo sincronice. Para demos no está nada mal, pero en la vida real eso significa tener que sacarte el Shine de donde lo tengas colocado y colocarlo en el iPhone.
No hace falta llegar hasta eso: podemos también coger el iPhone y con un toque activar una sincronización manual. Así no tenemos que mover el Shine, y los datos se recogen y clasifican sin ningún problema. Y tampoco olvidemos que tenemos la opción de que se vaya sincronizando automáticamente, siempre que la aplicación esté activa y el módulo Bluetooth activado. No os asustéis, no hay un consumo exagerado de la batería por culpa de eso.
Las luces mandan: funciones básicas
La única interfaz visual que tenemos en el Shine son sus luces: doce puntos luminosos muy discretos pero bien visibles que me recuerdan a las luces presentes en los teclados y trackpads de Apple. Pulsando dos veces sobre el Shine podremos ver dos cosas: qué porcentaje de nuestro objetivo diario hemos cumplido (25, 50, 75 o 100% dependiendo de cuantas luces se encienden) y la hora, que se muestra utilizando brillos intermitentes para marcar los minutos y constantes para marcar las horas.
Os podría decir que debido a esto Shine también se puede usar como un reloj, pero yo no lo diría tan alegremente. Sí, se puede colocar como un reloj y se parece a un reloj, pero mirar la hora con él implica pulsar dos veces y esperar unos tres o cuatro segundos para luego descifrar la hora a partir de las luces. No es precisamente el mejor reloj que he visto, y para próximas iteraciones del Shine me gustaría ver directamente la hora en números y no con luces crípticas.
Utilizando el Shine para andar y hacer deporte
Lo admito, no soy una persona muy activa físicamente. Y precisamente es en esa situación cuando Shine te puede ayudar más: indicándole que eres más bien sedentario la aplicación te indica lo que deberías caminar, nadar, pedalear o correr cada día.
No hay datos de localización concretos (para eso haría falta la colaboración del GPS del teléfono), cosa que trae buenas y malas noticias: la buena es que los pasos los cuenta igual, la mala es que al no diferenciarlos con el GPS la aplicación cuenta como "ejercicio" los pasos que das en casa. Y sí, son pasos, pero si no sales a la calle en todo un día te extrañas al ver que Shine ha clasificado casi media hora andando contándola como ejercicio. Caminar en casa no es lo mismo que hacerlo en la calle.
El registro de actividades concretas todavía está en fase de pruebas
¿Y si lo que queremos es correr, o ir en bicicleta, o nadar? El Shine ya es capaz de detectar si estamos andando o corriendo dependiendo de nuestros movimientos, pero para natación o ciclismo tenemos que indicar a la aplicación qué actividad vamos a hacer manualmente. Es quizás lo que está más escondido, porque todavía está en fase de pruebas: tenemos que ir a los ajustes de la aplicación y a una sección llamada Misfit Labs. Allí seleccionaremos qué tipo de actividad queremos hacer en especial (nadar, pedalear, jugar a fútbol o a baloncesto) y a partir de ahí podremos empezar a catalogarla pulsando tres veces sobre el accesorio y comprobando que las luces se iluminen de abajo a arriba.
Utilizando el Shine para medir nuestro sueño
Shine también actúa como medidor de la calidad de nuestro sueño. Como lo podemos colocar en nuestra muñeca como un reloj, basta con nuestros movimientos para determinar si estamos en una fase de sueño ligero o sueño profundo. Y es bastante cómodo, porque prácticamente no hay que hacer nada para medirlo.
Simplemente nos vamos a la cama y cuando nos despertamos sincronizamos el Shine. La aplicación habrá detectado nuestros movimientos para saber que estábamos en la cama y nos mostrará todos los datos en su sección correspondiente de la aplicación. Opcionalmente también podemos establecer una alarma inteligente, que nos despertará no a una hora concreta pero sí en una franja de media hora y cuando nuestro sueño no sea ligero. Así nos levantaremos mejor y no saltaremos directamente de la fase REM a una cara de resaca y necesitar café que tan poco nos gusta.
Aquí hay que decir que para que esta alarma funcione, el teléfono debe estar activo en un "modo noche" que no termina de oscurecer la pantalla del todo. Y si queremos que la alarma suene no podemos activar el modo no molestar, con lo que oiremos cualquier WhatsApp de algún amigo o familiar insomne que nos llegue durante la madrugada.
Precio, accesorios y conclusiones
Los 120 euros del Shine hacen que sea un accesorio bastante caro, y eso sin contar todos los accesorios adicionales que podemos comprar: calcetines con ranura para colocarlo, collares y pulseras más elegantes o incluso camisetas de deporte. De todos modos, y a falta de un iWatch que quiera romper con todo este mercado, el Shine es un buen accesorio para los que quieran cuantificar sus constantes.
Lo mejor del Shine: poder colocarlo en muchos sitios del cuerpo gracias a sus accesorios.
Diría que lo mejor del Shine es que se puede llevar casi siempre puesto, sin temores aunque se moje. Su pulsera para usarlo como reloj es cómoda de poner y quitar, aunque su material hace que en verano sudemos un poco. Y si no queremos que sea vea, siempre podemos colocarlo como una pinza magnética en un sitio mucho más discreto que nuestra muñeca. Y siempre se verá como algo más discreto que otras pulseras, con el añadido de que no tendremos problemas de tallas.
Como persona informada de la actualidad de Apple, os diría que si no necesitáis con urgencia un "cuantificador" os esperéis para ver qué estrategia quiere tener Apple. Pero si por otro lado queréis probar ya y queréis algo que además sea compatible con otras plataformas móviles más allá del iPhone, el Shine es uno de los accesorios más versátiles, durables y cómodos que podéis tener ahora mismo.
La unidad Shine ha sido cedida por Misfit España. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas aquí.
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