Análisis iPad 2018: el mejor ordenador para las masas tiene un precio imparable

Los cambios por los que ha pasado el iPad son numerosos. Nació con las 9,7 pulgadas, se encogió con el mini y volvió a crecer hasta dos veces de tamaño. Por el camino ha ganado muchas funcionalidades. Y con cada una de ellas se ha vuelto más capaz. Hasta el punto en el que el nuevo modelo de este año se ha convertido en el mejor ordenador para las masas. Te contamos el porqué en nuestro análisis del iPad 2018.

iPad 2018: un hardware increíble

Quienes estén interesados en un nuevo iPad de 2018 se preguntarán qué hay de nuevo con respecto al modelo del año pasado y por qué merece la pena prestarle atención a este. Las diferencias entre el iPad de 2017 y el iPad de 2018 son básicamente dos (y media):

1. Soporte para el Apple Pencil. Si te gusta dibujar o tomar notas y tu idea era poder hacerlo en un iPad, ya no vas a tener que recurrir a los modelos Pro en ninguna de sus ediciones.
2. Procesador A10 Fusion, el mismo que se encuentra en el iPhone 7 y iPhone 7 Plus que muchos tenemos en el bolsillo. En 2016, este chip ya era bastante potente y sigue estando a la altura de un uso exigente, como veremos más adelante.

Como consecuencia de este procesador, el iPad 2018 es capaz de hacer un uso completo de los nuevos formatos HEIF y HEVC para fotografía y video, respectivamente. Esto se traduce en que los vídeos y fotos ocupan la mitad de espacio en los dispositivos de Apple. El chip A10 Fusion puede codificar y descodificar sin problema estos formatos, mientras que modelos anteriores tan solo pueden descodificarlos.

El almacenamiento de entrada del iPad de 2018 es de 32GB. Es la mitad que se encuentra en los modelos de iPhone y iPad Pro presentados en 2017, pero gracias a ambos formatos podemos estar más tranquilos a la hora de planificar la longevidad del tablet de Apple.

El resto de especificaciones son las mismas que el modelo del año pasado. Misma pantalla retina, mismas dimensiones, mismo peso y misma autonomía. Donde sí encontramos una última novedad es en la nueva tonalidad del color dorado que ahora es ligeramente rosada.

Pero diferente al iPad Pro

Es evidente que este iPad no es el iPad Pro. La comparación del hardware resulta absurda para muchos desde el momento en que pones ciertas características frente a frente:

• La pantalla no es laminada, carece de cubierta antirreflectante, ProMotion y True Tone.
• La cámara es de 8MP y una apertura de ƒ/2,4, comparado con los 12MP y ƒ/1,8 de los modelos Pro.
• El procesador en los modelos productivos de iPad es un A10X Fusion, con un extra de empuje en gráficos.
• Los altavoces son dos en el iPad 2018, mientras que en el iPad Pro tenemos el doble para un sonido estéreo.
• La memoria RAM también se duplica de un modelo a otro, desde los 2GB hasta los 4GB.
• La ausencia del Smart Connector para utilizar teclados físicos sin bluetooth.

Es curioso, pero la única diferencia que noté inmediatamente aparte del Smart Connector fueron los altavoces. Utilizo un iPad Pro de 10,5 pulgadas casi a diario como ordenador en movilidad y ha sido el sonido, no las diferencias en la pantalla, lo que más me ha llamado la atención.

Con esto no quiero decir que la pantalla laminada (traducción, hay menos espacio entre nuestro dedo o Pencil y los píxeles), la cobertura antirreflejos, ProMotion o True Tone sean mejoras menores. Está bien tenerlas pero en mi caso no ha sido un downgrade radical entre ambos modelos.

Simplificando aquello que hace al iPad 2018 distinto del iPad Pro, podríamos decir lo siguiente: el iPad de sexta generación es medio iPad Pro. Tienes casi el mismo procesador, con soporte para Apple Pencil pero sin Smart Connector, la mitad de RAM, la mitad de altavoces y una pantalla más que aceptable.

Estas diferencias, de nuevo, veremos que cobran sentido en el último apartado de este análisis del iPad 2018.

Aunque con (casi) el mismo software

Conociendo a Apple, el hardware del iPad 2018 está pensado para tener un equilibrio entre los componentes. Si la pantalla carece de varias tecnologías punteras, esto se traduce en menores requerimientos de potencia y memoria a la hora de ejecutar el software sin perjudicar la experiencia.

Y así es.

A nivel de software, el iPad de sexta generación es perfectamente capaz de aprovechar todas las ventajas de iOS 11 en los tablets de Apple. Es decir, que disfruta de todas las novedades introducidas por la compañía en la undécima revisión de su sistema operativo móvil.

Una de las más destacadas es el dock de apps similar al que tiene macOS, desde el que podemos guardar apps para acceder a ellas con facilidad deslizando desde abajo hacia arriba. Si continuamos este gesto hacia arriba, activaremos el selector de apps que ya estén ejecutándose para alternar entre ellas con rapidez.

Poder colocar dos apps al mismo tiempo, lo que algunos llaman multitarea real, es también una de las funciones estrella que se vuelve especialmente útil con el drag & drop. Podremos regular la anchura de este Split View, al mismo tiempo que utilizamos el Picture in Picture donde se muestra un video superpuesto a cualquier conjunto de apps, así como Slide Over, la función que permite colocar una app "flotando" encima de una o varias más.

Es decir, que el iPad 2018 tiene la misma capacidad de ejecutar apps en multitarea que un iPad Pro. Con una única distinción: cuando hacemos Slide Over, las otras apps sobre la que deslicemos esta función estarán en segundo plano. Para poder utilizarlas deberemos tocar con el dedo fuera de la app en Slide Over, mientras que en un iPad Pro este paso no es necesario.

En cuanto a las apps de terceros, Apple cuenta con más de 1.000.000 específicamente creadas para sus tablet. Lo cual le convierte en la plataforma más potente y de mejor calidad comparada con la competencia de Windows y Android. Apps nativas que pueden hacer uso de las cualidades de este iPad desde el primer minuto.

Sin hacer mediciones exhaustivas para este análisis, el iPad 2018 es capaz de mover todas y cada una de las apps que le he echado encima sin pestañear. La combinación del procesador A10 Fusion, más potente que una parte significativa de todos los ordenadores que se venden en la actualidad, e iOS 11 convierten a este iPad en una auténtica máquina de triturar unos y ceros.

Puede que los tiempos de carga sean mayores que en otros dispositivos de la compañía, pero no mucho. Juegos tan exigentes como Fortnite o los Sims se mueven perfectamente. Sin atragantarse ni dando saltos. En ningún momento piensas "vaya, ojalá tuviera un iPad Pro para mover tal o cual app con más soltura". No. Este iPad es una bestia a su manera.

Y soporte para la realidad aumentada

El iPad 2018 viene con iOS 11.3 instalado de serie, trayendo consigo la versión 1.5 de ARKit, el marco de desarrollo de apps de realidad aumentada. Esta versión permite a los desarrolladores utilizar elementos verticales en sus representaciones virtuales.

Una de las ventajas adicionales del procesador A10 Fusion de este iPad de sexta generación es que lo convierte en capaz de ejecutar todas las apps de realidad aumentada de Apple. El corte en el soporte de ARKit se encuentra en el chip A9 (inclusive), presente en el iPhone 6s, iPhone SE, iPad 2017 y iPad Pro de 2015 y 2016.

Durante los últimos días hemos estado probando varias apps que nos han dejado con la boca abierta. Especialmente WWF Free Rivers (desarrollada por un equipo de Barcelona), Froggipedia y Boulevard AR.

Como hemos dicho, la realidad aumentada no es patrimonio exclusivo de este iPad. Pero quienes se decidan por adquirir este dispositivo sabrán que es capaz de aprovechar las fantásticas posibilidades de esta tecnología. Además de hacerlo con holgura gracias a ese potente procesador.

Todo por menos de la mitad de precio

Llegamos a la característica clave del análisis de este iPad 2018: su precio. En España, el modelo básico de 32GB tiene un precio de salida de 349 euros IVA incluido. O lo que es lo mismo, 50 euros menos que el modelo del año pasado. Encontraremos los 128GB de almacenamiento y la conectividad 4G por 90 y 130 euros adicionales respectivamente.

Y es que este precio se traduce en que cuesta menos de la mitad que el iPad Pro más asequible de 10,5 pulgadas y 729 euros de precio. Este es el mejor resumen que puedo hacer en este análisis del iPad 2018: la mitad de un iPad Pro por menos de la mitad de su precio.

Esta es la razón de que acabemos definiendo al iPad de este año como el mejor ordenador para las masas que tu dinero puede comprar. Su combinación de hardware, software, apps, realidad aumentada, soporte para Apple Pencil y precio lo convierten en una máquina bestial en todos los sentidos.

Si el iPad Pro era el nuevo MacBook Air, este iPad 2018 es el mejor ordenador multipropósito del momento. Sin ninguna duda ni matiz adicional.

Lo convierte en la mejor herramienta educativa

Para finalizar el análisis del iPad 2018, debemos hablar de un sector muy importante para Apple: la educación. En su evento de hace un par de semanas en Chicago, Apple desvelaba este dispositivo acompañado de una serie de novedades en forma de software y servicios pensados para la educación.

Desde la plataforma para el profesor de gestión de alumnos y sus tareas, los 200GB gratuitos en iCloud para cada alumno, las más de 250.000 apps educativas, la creación de libros digitales en formato ePub 3 desde Pages en el iPad o las anotaciones inteligentes y soporte de Apple Pencil en iWork hasta dos accesorios desarrollados junto con Logitech.

Tanto el Crayon como el teclado-funda de Logitech tienen precios especiales para el sector educativo. 49 dólares en paquetes de 10 para el primero y 99 dólares en el caso del segundo. Eso sí, según nos ha confirmado Apple, de momento no saldrán de EEUU ni estarán disponibles para comprar por el consumidor normal.

Muchos dirán que el nuevo iPad de 2018 es un dispositivo caro cuando comparas su precio al de un Chromebook de 200 dólares. Pero es que este iPad no es un simple gestor de documentos ofimáticos conectado a la nube. Es mucho más que eso. Es un ecosistema de hardware, software y servicios cuyo valor es muy superior al que ofrece un thinclient de Google.

Para Apple, es una apuesta de cómo debería ser la educación en el futuro trayéndola al presente. Una educación con diferentes maneras de aprender que se adapta a las distintas necesidades de los alumnos. Más creativa y original que un simple libro de texto o un trabajo de 12 páginas y 1.500 palabras.

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