Las webcams han sido el patito feo de todos los dispositivos hasta hace unos pocos años, en los que el teletrabajo y la necesidad de conectarnos más y mejor de forma remota se ha puesto por fin encima de la mesa (nunca mejor dicho). Las cámaras frontales siempre han sido algo considerado como “extra” y se han empezado a tener en cuenta con la llegada de los teléfonos inteligentes y los sistemas de videoconferencia como FaceTime o similares.
En el caso de los Mac, la cámara frontal no ha crecido al mismo ritmo que el resto de las características, y sólo con la llegada del iMac M1 es cuando notamos una mejora notable - aunque aún queda espacio para mejorar. Las necesidades también cambian y además de las tradicionales videollamadas, el teletrabajo es algo requiere de una nueva forma de relación a través de la pantalla: no sólo para comunicarnos, también para presentar, explicar o enseñar cosas. Si además queremos grabar vídeos con calidad, o hacer transmisiones en streaming, necesitaremos más calidad de la que cualquier webcam integrada nos ofrece.
Es por ello que han vuelto a cobrar cierto protagonismo las webcams externas, con mejores prestaciones y usos para utilizar no sólo en los portátiles, también en el ordenador de escritorio con el que trabajamos en casa. Si queremos rizar el rizo, buscaremos una propuesta como la de la popular marca de cámaras de acción Insta360: no sólo por las altas prestaciones, sino también por hacer uso de la inteligencia artificial al utilizarla.
Webcam a lo grande, tamaño mínimo
La Insta360 Link es una webcam que cuenta con un gimbal integrado, lo que permite que el objetivo pueda rotar y moverse sobre si mismo para enfocar, moviendo mecánicamente su cámara sobre la base. Dicha base es fija y es la que se queda anclada mediante una pinza al monitor.
Visto así, la primera sorpresa es la caja cuando llega a casa: tan pequeña que me hizo pensar que igual era otro tipo de producto. En ella, se incluye la propia cámara, un cable de conexión USB-C (y un adaptador a USB-A, por si lo necesitamos) y diversa documentación que en principio no necesitaremos. La Insta360 trae su propio vídeo de configuración que podremos ver mediante un QR, aunque la mejor forma es conectándola al Mac.
No hay que instalar nada extra para que comience a funcionar: las capacidades de identificación de personas por IA lo hace el propio hardware de la webcam, por lo que no es necesario nada adicional. Eso sí, es muy recomendado que nos descarguemos el software propio de la Insta360, que nos permitirá personalizarla y ajustarla a nuestras preferencias.
Como digo, el tamaño es diminuto: para que os hagáis una idea, la base es aproximadamente la mitad de un mando Apple TV 4K, y si la sostenemos en la mano es increíblemente ligera: pesándola, veo que llega hasta los 105 gramos - perfecta para llevarla fuera de casa (aquí hubiera sido genial que Insta360 incluyera algún sistema de protección, como un estuche o al menos una bolsa de transporte).
La Link no tiene batería, y consume únicamente 5V, por lo que podríamos conectarla a cualquier puerto USB que tengamos en nuestro monitor u ordenador. En la parte inferior, tiene un punto de montaje de 1/4" para utilizarla en cualquier trípode (la marca tiene uno propio, como podéis ver en las imágenes) e incorpora un clip de sujeción con base de goma para evitar que se desplace.
El clip a primera vista parece algo corto, sobre todo si contamos con monitores de un grosor algo superior al normal (monitores para diseño con mayor ventilación), pero la cámara se queda perfectamente fija y sin moverse en ellos. En este mes que llevo usándola en un monitor de este tipo, no he tenido ningún problema y no se ha movido - del sitio - ni un milímetro.
En portátiles, su tamaño puede llamar la atención pero al ser tan ligera, se queda muy bien fijada por el clip - además el acabado en goma evita el movimiento y la deja muy estable contra la pantalla. Podemos incluso movernos con el portátil en las manos por la oficina, y la cámara no se caerá o se moverá. Muy buen trabajo en este sentido, teniendo en cuenta el tamaño y el peso mínimo con el que está diseñada (con unas dimensiones de 63x35x45mm).
Lo esencial: calidad de imagen
La Insta360 Link cuenta con resolución máxima 4K, aunque siempre podemos seleccionar cual queremos utilizar, teniendo disponibles los 720p, 1080p o 4K. Cuenta además con un sensor más grande que el del resto de webcams similares, mejorando la precisión en los detalles y en la calidad de imagen.
La webcam no necesita de ningún software para funcionar, pero si instalamos el software gratuito que nos ofrece la marca, podremos personalizar y configurar la imagen de la cámara. Nos ofrecerá el cambio de resolución, posibilidad de hacer zoom manual, ajustar los parámetros de brillo, exposición, contraste y demás valores típicos de imagen (o dejarlos en automático, como está por defecto).
Es un muy buen software porque está pensado para que lo utilicemos a la hora de trabajar con la cámara, incluso mientras la estamos usando: si seleccionamos un modo especial de la aplicación, se convertirá en una barra mínima con los botones de control esenciales para tenerlos a mano en una videoconferencia, llamada con la familia o mientras emitimos en streaming.
Todos los parámetros que cambiemos con este software se replicarán al instante a la aplicación que estemos usando con la cámara: si marcamos la opción en este software que sea “Imagen de espejo”, inmediatamente se trasladará al vídeo que - por ejemplo - estamos transmitiendo a Teams. Tanto este, como cualquier otro cambio que hagamos se verá reflejado en tiempo real en la app que estemos utilizando.
Lo he probado con las aplicaciones principales de videoconferencia, como Zoom, Teams, Google Meet, FaceTime, Slack, Skype… incluso utilizando Teams mediante Citrix, detectaba los cambios en la cámara. El acompañamiento que ofrece este software es extraordinario porque es sencillo, cómodo de utilizar y tiene todas las opciones que podemos necesitar configurar de una webcam - sin necesidad de adquirir ninguna app extra.
Volviendo a la calidad de imagen, las resoluciones disponibles son 1280x720, 1920x1080, 3840x2160. En todos los casos, la calidad de imagen es extraordinaria: no sólo va más allá de las webcams tradicionales, sino que equilibra muy bien el primer plano con el fondo y muestra un nivel de detalle en la imagen al que no estamos acostumbrados con estos dispositivos.
Con la app, podemos hacer zoom y como veis la imagen presenta un nivel de detalle y de calidad espectacular. Incluso desenfoca ligeramente el fondo realzando los detalles del primer plano. Un punto interesantísimo es que podemos guardar “puntos de posición”. Es decir ajustamos el movimiento del gimbal con los controles y el zoom y guardamos los parámetros como si fuera un enfoque de cámara. Es perfecto para cambiar de encuadre en directos o dependiendo del tipo de vídeo escoger uno u otro (incluso lo podemos hacer en tiempo real, y la transición es muy muy suave).
Fijaos en todas las fotos de prueba de este artículo, veréis detrás de mi un veterano ordenador de 8-bits que lleva funcionando desde hace 35 años: un Amstrad CPC. Hay que fijarse precisamente en su monitor CRT de 14”, cuyo refresco es infinitamente menor a lo que estamos acostumbrados hoy. En otras cámaras, o webcams, la pantalla CRT no se ve adecuadamente debido al refresco mucho más lento del monitor antiguo. En el caso de la Link, el refresco se adapta automáticamente desde la propia configuración (y viene activado por defecto)
Este ajuste es tan fino, que la pantalla se ve perfectamente desde la cámara, y la imagen sigue siendo igual de buena en todo momento - al igual que el movimiento. El Amstrad estaba ejecutando una demo cíclica con texto y gráficos en movimiento, durante todas mis pruebas.
En condiciones de baja luminosidad, el sensor algo más grande de lo habitual en estos dispositivos también brilla (nunca mejor dicho): en mis pruebas, en una habitación por la noche con muy poca luz, la calidad se sigue manteniendo y los detalles y configuraciones funcionan perfectamente.
De hecho, una de las pruebas importantes es otra característica de esta Link: lo que la marca denomina True Focus, un enfoque automático “por detección de fase”. La cámara utiliza un enfoque mucho más rápido de lo habitual de forma automática, con lo que podréis, por ejemplo, enseñar algo a la cámara acercándolo a ella, y el enfoque es prácticamente instantáneo. Quise ponerlo a prueba con poca luminosidad, y los resultados son espectaculares:
Ya no sólo por la calidad de imagen, sino porque esta tecnología de exposición enfoca y vuelve a nuestro primer plano de forma rapidísima - utilizando la capacidad de detección de rostros mediante IA (que lleva incorporado en el propio hardware del dispositivo). Existe incluso un modo HDR (de momento sólo para 720p y 1080p) para mejorar el contraste de la imagen y un “Modo Streamer” que activa un modo retrato aún más marcado en la imagen y realzar nuestro plano.
Una cámara motorizada… y muy inteligente
Algo que sorprende de la Link es el gimbal incorporado y la capacidad de movimiento de la cámara. Cuando la cámara está desactivada, la cámara se oculta “mirando” hacia abajo, evitando la incomodidad de estar observado por una lente, protegiendo nuestra privacidad. Cuando la activamos una luz de diferentes colores rodea el perímetro superior y la cámara se “levanta” y mira al frente.
Tengo que decir que este movimiento es absolutamente rápido, pero sobre todo silencioso. No esperéis oír ruido de ningún tipo mientras se mueve y activa, es completamente silenciosa - por lo que no oirán cosas raras en vuestras videoconferencias o directos. La luz que se enciende mientras está en uso es de varios tipos: en verde, cuando se activa el micro y la cámara, y en azul, cuando sólo vamos a utilizar los micrófonos incorporados.
Y hablo en plural porque esta pequeña maravilla tiene dos, que utiliza para cancelar el ruido de fondo que filtrará antes de enviar el audio a nuestro interlocutor. Además, utiliza algoritmos propios para eliminar la reverberación, con lo que se amplifica nuestra voz - en mis pruebas, se me escucha perfecto. Y todo sin añadir ni un solo extra al dispositivo.
El uso de la IA en la Link para detectar a la persona es impresionante: la rapidez de detección es inmediata, y cuando seleccionamos el modo de “seguimiento”, podemos movernos por la habitación, sentarnos, agacharnos… la cámara nos seguirá en tiempo real, moviéndose mecánicamente sobre el gimbal (y no empleando algoritmos como hacer Center Stage en los iPad, por ejemplo, ajustando el encuadre en una imagen).
Esto permite que la imagen no presente distorsión ni artefactos de ningún tipo, ya que es literalmente una cámara girando horizontal y/o verticalmente para seguirnos y encuadrarnos. La velocidad de seguimiento se puede configurar, para unas transiciones más suaves o más acusadas. El único punto que creo que la Link puede mejorar es el encuadre cuando hay más de una persona en el plano: la cámara siempre seguirá a una cara, no amplia el encuadre o lo reduce cuando una persona entra o sale de él (esto Center Stage si lo hace).
Este modo se puede activar de dos formas: manteniendo el dedo en la base del gimbal de la cámara (que es una superficie táctil, realmente) o saludando a la cámara con la mano. En ese momento, la luz de la cámara al reconocer el comando parpadea y nos seguirá - funcionando sin problemas cada vez que lo he probado.
Hay dos comandos más que podemos decirle con la mano: uno es poner los dedos de la mano en forma de L. La cámara lo detecta como “zoom” y si movemos la mano arriba acercaremos la imagen, y si la bajamos, la alejamos. Util si no estamos cerca del teclado, exponiendo algo, por ejemplo.
Para rizar el rizo, si tenemos una pizarra en la oficina o en casa y queremos mostrarla, la Link viene con unas pegatinas que se ponen en el borde de la misma. Si hacemos con los dedos la señal de “V”, la Link buscará la pizarra y la pondrá en primer plano, para que podamos hacer nuestras explicaciones.
Pero aún hay más: ¿estáis presentando y queréis enseñar algo que tenéis encima de la mesa, como un dispositivo, objeto o boceto? En Insta360 también han pensado en ello, ya que hay un modo en el que la cámara enfoca nuestra pantalla y nos permite literalmente hacer un unboxing (por ejemplo) sin usar otra cámara. Además, con una transición instantánea y que no se ve en cámara, para no marear al espectador - que bien pensado lo han tenido todo con estos detalles.
Una webcam llena de sorpresas
Esta Insta360 Link es probablemente uno de los accesorios más interesantes de este 2022: cuenta con un diseño diminuto pero con una calidad de imagen y unas prestaciones espectaculares. Además, la marca ha pensado muy bien los casos de uso que le podemos dar y nos ofrece una muy buena solución en cada caso.
El precio tampoco es el típico de las webcams, pero si buscamos una que vaya más allá de lo típico - y ofrezca algunas características casi de ciencia ficción - esta Insta360 Link es probablemente una de las mejores cámaras que podemos comprar. Está a la venta por 369,99€, pero la podéis encontrar con un 5% de descuento a 350,99€.
Insta360 Link 4K IA Webcam
Casi nuestro pequeño cámara robot personal, que llega mucho más lejos de lo que cualquier cámara integrada puede lograr. Si somos de los que grabamos vídeos a menudo y buscamos la máxima calidad, emitimos por Internet o nos comunicamos habitualmente por videollamada - bien por temas personales o de trabajo - esta Insta360 Link es para mi la sorpresa del año en su gama.
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