Gracias al Apple Pencil el iPad Pro (2020) es, además de un producto orientado al uso más profesional del sector iPad, uno orientado a la creatividad. Son muchas las razones que hacen de este nuevo iPad una de las mejores herramientas para el dibujo y bosquejo digital.
La opinión de un arquitecto
Antes de empezar con el análisis de las virtudes del iPad Pro y del Apple Pencil creo que es importante conocer el prisma desde el que lo miro. Como muchos sabéis soy arquitecto, por lo que el tipo de flujo de trabajo y de documento final que produzco es tipo bosquejo o dibujo técnico. Además, evalúo al iPad + Pencil como herramienta de productividad.
En cuanto a las sensaciones de dibujar con un Apple Pencil, creo que, por muchas líneas que escriba, nada substituye probarlo por uno mismo. En este sentido, y si aún no lo has hecho, te invito a que acudas a una Apple Store para probarlo.
Mi primer contacto de importancia con el dibujo, más allá de mis obras de arte infantiles, lo tuve durante la carrera de arquitectura. Para un arquitecto el dibujo es casi una segunda lengua, así que expresarse con naturalidad es de primordial importancia.
Para mí, lo mejor que me aportó el iPad a la hora de aprender a dibujar de forma profesional es algo que el papel nunca podrá aportar de la misma forma: la capacidad de probar y deshacer cualquier trazo. Me gusta que mi dibujo sea fino y limpio, por ello, y sobre todo en las primeras etapas de aprendizaje, medía tanto cómo quería que fuera el trazo que notaba cierto freno en mi expresión. Gracias al iPad, que llegó más o menos a la mitad del primer año de carrera, me lancé a hacer pruebas, tocar, pintar, usar capas, deshacer, reintentar... y pasé a ver un resultado final mucho más cercano a lo que yo deseaba.
Creo que en el papel se nota un poco el lag
Vivimos en un mundo digital. Es cierto que muchas obras aún se presentan en formato papel, pero la mayoría habiendo pasado su etapa digital en algún momento. Hay que poder reproducir varias copias del contenido, adaptarlo, retocarlo... y esto es algo que hacemos digitalmente.
Durante la carrera de arquitectura una de las cosas que más eché en falta es el tiempo. En un entorno en que todos corríamos para entregar proyectos, poder dibujar directamente en mi iPad acortaba enormemente el proceso de producción. Desde el primer bosquejo, que siempre quedaba en la capa más inferior del documento, la mayoría de veces oculto, hasta el retoque de destellos o sombras, la evolución del dibujo era siempre hacia adelante y en una sola línea de producción.
Podía haber correcciones, y cambios, seguro, pero era muy poco lo que tenía que redibujar. Una vez terminado el dibujo en el iPad pasaba automáticamente al Mac para pequeños retoques, efectos y maquetación. Acto seguido imprimía el documento final, todas las copias que necesitara.
Entre dibujar en un papel con un lápiz convencional y dibujar en el iPad con mi Apple Pencil casi podría decir que el papel tiene cierto lag.
Del párrafo anterior podría parecer que me daba pereza redibujar, para nada. Cuando llevas mucho tiempo dibujando, sabes notar que cada trazo tiene una personalidad, a veces es realmente difícil volver a imprimir la misma personalidad a un dibujo rehecho.
Yendo un paso más allá en la optimización del flujo de producción, gracias al iPad podía utilizar directamente los colores tal y como luego se verían en mi impresora. Tras un proceso de prueba y error y de varias calibraciones, la impresora reproducía de forma muy certera lo que yo veía en pantalla. De esta forma ya utilizaba las herramientas de la app de dibujo sabiendo que este era el aspecto visual que tendría el documento tras su paso al papel.
En el campo creativo las posibilidades que abren las apps de dibujo son inmensas. Tienes en la mano, y sin tener que andar con material de dibujo a cuestas, todo tipo de herramientas: acuarela, pintura al oleo, carboncillo (¡y sin ensuciarse las manos!), lápices de colores, rotuladores, punta finas de todos los tamaños, aerosoles, etc. Con la disponibilidad y facilidad de uso de todos estos recursos podemos combinar varios en un mismo documento, podemos mezclarlos, probarlos y conseguir efectos muy creativos a la par que divertidos. De hecho, los diseñadores de personajes de Disney, como hemos podido saber por algunas entrevistas, usan un iPad para trabajar.
Para mí, dibujar con un Apple Pencil en un iPad es de lo más natural. Podría decirse que he aprendido a dibujar en un iPad y que por ello lo siento tan próximo, pero he visto algunos de mis profesores, sin saber prácticamente que lo que tenían delante era un iPad, disfrutando de la versatilidad que ofrecía para el dibujo. El Apple Pencil en un iPad Pro es para mí el más vivo exponente de la filosofía de Apple: donde la tecnología potencia la creatividad.
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