Hearable. Una nueva palabra que es el resultado de la suma de hear y wearable. Difícil de trasladar al español sin perder la esencia en su idioma original, sea cual sea. Discusiones lingüísticas aparte, lo cierto es que la miniaturización de la tecnología está empezando a permitir que la llevemos encima. En contacto con nuestro cuerpo. Y uno de esos lugares es nuestro oído.
La startup alemana Bragi es la pionera en este interesante segmento. Hoy vamos a analizar su producto más avanzado: The Dash. Se trata de unos auriculares que eliminan los cables por completo, pero que van mucho más allá de un simple audífono, tal como vimos en nuestras primeras impresiones. Bienvenidos a la revolución de los hearables.
Auriculares The Dash: especificaciones técnicas
-
Tipo de auricular: in-ear.
-
Aislamiento: sí, con tecnología de transparencia de sonido.
-
Resistencia: sudor, agua por encima de 1 metro.
-
Conexiones: bluetooth 4.0, micro-USB.
-
Batería: 3 horas de uso con el iPhone, 4 horas como reproductor en local.
-
Estuche: hasta 5 cargas adicionales.
-
Micrófono integrado: sí, con soporte para Siri.
-
Procesador: chip ARM de 32bits.
-
Sistema operativo: Bragi OS 2.2.
-
Almacenamiento: 4GB de memoria interna.
-
Sensores: micrófono (número sin especificar), sensor cardíaco, acelerómetro, giroscopio, magnetómetro y táctil.
-
Luces LED de carga.
-
Peso: 6,4 gramos por auricular.
-
Contenido del paquete: auriculares, cable micro-USB para carga, tres pares de "calcetines".
-
Color: disponible en negro y blanco.
-
Precio: 299 euros (267 euros en Amazon, 208 euros modelo blanco).
Configuración y primeros pasos con The Dash
Los auriculares The Dash son un dispositivo dual. Como es obvio, sirven para escuchar música pero también registran nuestra actividad física. Esta dualidad se traslada al apartado de las conexiones inalámbricas con nuestro iPhone, donde tendremos que establecer una doble conexión bluetooth:
-
La primera para poder transmitir música, se realiza desde el auricular derecho. Mantenemos el dedo en este auricular para entrar en modo de emparejamiento y enlazarlo desde los Ajustes del terminal.
-
La segunda se centra en la monitorización física y se realiza desde el auricular izquierdo. Haremos el mismo gesto para iniciar el emparejamiento pero desde la propia app de Bragi para iPhone.
Esta configuración inicial no es sencilla. Acostumbrado a sincronizar una única línea, en mis pruebas hubo un momento en el que desenlacé The Dash y no me acordé de activar ambas posteriormente. Sin embargo, una vez interiorizas la doble funcionalidad de estos auriculares, todo cobra más sentido.
Y es que cada auricular tiene sus propias funciones diferenciadas del otro. Ambos cuentan con una superficie que podemos tocar y deslizar a los lados para activar diferentes acciones. El auricular derecho es el encargado de todo lo que tenga que ver con nuestra música. Pausar, adelantar o retroceder la canción e incluso subir o bajar el volumen.
En el izquierdo, tenemos el resto de funciones. Podremos iniciar una actividad física (de momento, se reducen a correr, nadar o ir en bicicleta), saber nuestro progreso y activar la transparencia de audio. Este último es muy interesante ya que, al tratarse de unos auriculares in-ear, estamos bastante aislados de lo que ocurre a nuestro alrededor. La transparencia nos permite escuchar el sonido que nos envuelve aunque con algunos matices.
En los más de diez días que los he probado, tanto la transparencia como el "windshield" (una tecnología que reduce el sonido del viento en el auricular) funcionan de una manera que sorprende. Dicho esto, he notado cómo cada vez que tengo las llaves de casa en mis manos y las muevo, se percibe un sonido metálico y un leve chisporroteo en los Dash. Curioso.
¿Unos auriculares con sistema operativo?
Si ya era extraño ver que el software comenzaba a devorar los relojes, aún más sorprendente es tener que actualizar unos auriculares. En mi caso, The Dash ya venía con su sistema operativo actualizado a la última versión: Bragi OS 2.2. Lanzada el 21 de noviembre de 2016, se trata de una actualización que mejora las funciones existentes y amplía con nuevos usos. Entre ellos están los nuevos gestos táctiles, que pasan a ser los siguientes:
Lo cierto es que la cantidad de gestos, menús y funciones es enorme. Tanto que llega a ser abrumador. Aprenderlos todos es posible pero dudo que alguien vaya a utilizar todas las funciones. Algunos son más sencillos de realizar desde su propia (y estupenda) app en el iPhone, otros no los he utilizado nunca. Encuentro muy útiles los que sirven para gestionar la música, el volumen y recibir actualizaciones de nuestra actividad física.
La inclusión de un chip ARM y de una miríada de sensores de todo tipo exige un sistema operativo para controlarlos y darles vida. Un sentido y un uso. Es el conjunto de sensores, de sistema de interacción táctil, hardware y software lo que convierte a los The Dash de Bragi en un dispositivo inteligente. Ese hearable que decíamos al principio.
¿Y cómo es la experiencia de llevar un dispositivo inteligente en nuestros oídos?
Bragi The Dash: la experiencia musical
Durante los últimos meses he probado varios tipos de auriculares inalámbricos. En la mayoría he notado cierta fatiga en sesiones musicales prolongadas. Dolor en los oídos, por la presión constante de alguna pieza contra el pabellón auricular. Con los Dash, esto no me ha sucedido en ningún momento.
Es cierto que las sesiones no son precisamente largas debido a su batería. En mis pruebas se pueden llegar sin problemas a las 3 horas escuchando música desde el iPhone, un poco más utilizando los Dash como reproductores independientes gracias a sus 4GB de almacenamiento. Pero el estuche ayuda a prolongar esas sesiones musicales el día completo sin problemas.
Sí que encuentro molesto el sistema de carga en el estuche. Los Dash tienen un sistema magnético que los intenta colocar en su sitio pero que falla más veces de las que acierta. Cuando están colocados, los puedes desplazar de su lugar y no sabes si antes estaban bien y ahora no, o al revés. Esto provoca la incertidumbre de no saber si la carga está funcionando, aunque en teoría los indicadores LED de los auriculares se encienden y "palpitan" cuando se cargan. Pero esto no evita que me pregunte "¿estarán cargados la próxima vez que los coloque en mis orejas?". Esto es, sin duda, un aspecto a mejorar en futuros modelos.
El sonido es mucho mejor del que uno se espera. Sin ser un experto, noto que los bajos son bastante ricos y tiene un sonido muy completo. Para los que miran las especificaciones, la frecuencia es de 20-20.000 hercios y cuentan con una impedancia de 16 ohmios. Entiendo que estos no son los audífonos para quienes buscan la máxima calidad de sonido, pero sí que son lo suficientemente buenos para la mayoría de personas. Sí que echo en falta un volumen máximo más alto, aunque no sea algo que vaya a utilizar de manera regular.
La conexión bluetooth es superior a otros auriculares que he probado. La versión 4.0 y LE de esta tecnología es la encargada de ello. La fiabilidad de la conexión depende siempre de otro factor fuera del alcance de Bragi: el dispositivo que envía la música. Para que la conexión sea lo mejor posible, ambos deben estar cerca. Si se trata de uno con bluetooth 2.0 (como mi MacBook Pro del 2011), la distancia hace mella en la conexión con rapidez.
Este problema no existe cuando utilizamos la memoria de The Dash para reproducir música "en local". A pesar de la buena conectividad, sí que he experimentado pequeños saltos y chisporroteos ocasionales, así como una pérdida total de audición en uno de los auriculares. Esto último me ha sucedido una sola vez, pero fue bastante molesto por el ruido que se generó de manera repentina. Bastó sacar el auricular, colocarlo en el estuche y volver a ponerlo en mi oreja.
La experiencia deportiva
Vaya por delante que he estado dos semanas con un catarro bastante persistente. Unido al frío que ha estado haciendo en Madrid, no he podido probar los Bragi a fondo para hacer deporte. Pero sí que los he empleado para pasear al perro a un ritmo más elevado de lo normal, sin llegar a correr.
Vamos a quitar de en medio una pregunta que seguramente muchos se hagan: ¿los Dash se caen? No. No se caen, siempre que los hayas colocado de la manera correcta. Es necesario introducirlos en el oído y girar ligeramente para que se queden donde están. En su sitio. Sin caerse. Existen tres "calcetines" de silicona para quienes vean insuficiente los botones que vienen por defecto.
En el aspecto deportivo es donde vemos que comienza a brillar la app de Bragi para iPhone. Se trata de la única app que realmente supera las (bajas) expectativas que uno tiene sobre las apps de dispositivos de este tipo. Fluida, rápida en sincronizar, bien diseñada y con muchas funcionalidades.
Otras compañías involucradas en el mercado de la salud y los dispositivos wearables como Fitbit han rechazado la integración con HealthKit, la plataforma de Apple que aúna los datos de salud. Bragi ha decidido dejar las rivalidades a un lado e integrarse por completo con Salud. Los entrenamientos que iniciemos con la app o desde los auriculares contarán como esfuerzo físico en la app Salud de iOS.
A pesar de esto, hay dos inconvenientes importantes en los auriculares Dash de Bragi. El primero es de concepto. Por su naturaleza, su batería no dura todo el día y por tanto es incapaz de grabar nuestra actividad sin interrupciones. Algo que contrasta con las pulseras y relojes de actividad deportiva, que siempre están con nosotros.
El segundo inconveniente es más sencillo de solucionar mediante software. En la actualidad tan solo hay tres actividades que registran los Dash: correr, bicicleta y natación. Nada de ejercicios en gimnasio, ni siquiera un cajón de sastre llamado "otros". Eso es todo lo que tenemos. Lo cual, para alguien que quiera utilizar los Dash en otro tipo de actividades deportivas se queda sin opciones.
Bragi The Dash: conclusiones
¿Para quién es The Dash? Por mi experiencia con ellos, mi opinión es que están pensados para un público muy concreto. Personas que quieren escuchar su música mientras corren, van en bici o nadan en la piscina, al mismo tiempo que monitorizan su actividad física. Les interesa la salud y el deporte, pero no hasta el punto de llevar un control exhaustivo las 24 horas del día.
Aunque los Dash son compatibles con el Apple Watch y se puede escuchar la música almacenada en éstos, lo cierto es que el reloj acaba siendo algo redundante (dependiendo de los intereses de cada uno). Con su lectura del ritmo cardíaco, calorías y distancia recorrida (pero no el recorrido por su falta de GPS) y la inclusión de nuestra biblioteca musical en su interior, no necesitamos nada más.
La ausencia de un cable conectando ambos auriculares elimina el engorro de otros modelos en los que el cable molesta al salir a correr. En mis pruebas, como auriculares para hablar por teléfono sorprenden por su calidad. Nunca he recibido una queja al otro lado de la línea. Hay una funcionalidad en beta mediante la que invocar a Siri pulsando dos veces entre la oreja y nuestro ojo derechos. Es algo lenta de reaccionar y tuve que desactivarla para evitar falsos positivos.
The Dash es un pedacito del futuro que puedes disfrutar aquí y ahora. Un hearable muy atractivo que cumple con creces lo que promete, a pesar de algunas sombras en la experiencia. Si tu único dispositivo es un iPhone y aún así quieres disfrutar de entrenamientos monitorizados, al mismo tiempo que tienes tu propia banda sonora con libertad, The Dash es la opción perfecta.
En Bragi | The Dash, diferentes colores por 299 euros.
En Amazon | The Dash negro 267 euros, The Dash blanco 208 euros.
El equipo ha sido cedido para la prueba por parte de Bragi. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas aquí.
Ver 12 comentarios